Viviendo el Adviento con nuestros mayores

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Sólo hay un sentimiento capaz de unir generaciones distintas, y ese es el amor.

Con la llegada del Adviento nuestro corazón se prepara íntimamente para reflexionar y hacer balance del año vivido: analizar los errores, recordar de nuevo la lección aprendida tras ellos y prometer con sinceridad que intentaremos equivocarnos menos, vivir con mayor intensidad y despojar nuestra alma de nimiedades para quedarnos sólo con lo esencial.

Durante este tiempo de paz personal, tratamos de encontrarnos de nuevo con el verdadero y profundo sentido de la Navidad, el que hallamos en la dulce inocencia de un niño, en las personas que sacrifican parte de su vida para hacer más llevadera y feliz la de quienes más lo necesitan, en la mirada tierna y complaciente de unos ojos cansados por el transcurso de los años, en aquellos que regalan altruistamente una sonrisa, un abrazo, una palabra cálida…contribuyendo con ello a que el mundo sea un poquito mejor.

La Navidad está en nuestros alumnos de 6ºde Primaria que acogieron con emoción la visita al Asilo el pasado 11 de Diciembre. Todo comenzó con una oración, momento único de silencios encontrados…Se hizo así la magia, ellos regalaron su frescura y vitalidad, y se nutrieron de las historias de nuestros mayores, quienes viajaron a través de las fantasías de los pequeños hasta el lugar más preciado de su memoria: la infancia. Sin duda, sólo el amor verdadero podría conseguir algo así.

La Navidad vive también en los melódicos acordes de una guitarra y en el corazón de angelicales voces, de cuya fusión nacen tradicionales y alegres villancicos. Como los que ayer pudieron escuchar nuestros mayores, quienes disfrutaron de nuevo de una compañía muy especial, y pudieron bailar, reír y cantar al son de un repertorio preparado por los miembros del coro del cole y los alumnos de guitarra, y rememorar junto a ellos la sencillez más extraordinaria de esta época.