VOLUNTARIADO 2014 – PERÚ
SER VOLUNTARIO…
Algo se movió dentro de mí hace ya algo más de cuatro años, cuando decidí coger mi mochila e irme rumbo a Kenya para “intentar ayudar”. Mi tarea de voluntaria allí fue tan gratificante que me prometí a mi misma, que si en otra ocasión podía y la vida me volvía a brindar una oportunidad de esa índole, no dudaría en volver a cargar mi mochila a mi espalda y emprender el largo viaje hacia el voluntariado.
En esta ocasión, me fui con toda mi energía hacia Perú. Allí he tenido tiempo para todo, para ayudar, para reír y llorar con los niños, para cantar y saltar junto a ellos, para viajar, porque viajar también es muy necesario para poder conocer un país, para estar sola, SÍ SOLA, (que tanta falta nos hace en muchas ocasiones) y para encontrar un trozo de mí en cada uno de los niños y niñas con los que he tenido la suerte de cruzarme en este camino.
Ser voluntario, es algo más que simplemente ayudar desde que te levantas hasta que te acuestas. Ser voluntario, es involucrarte, es sentir cada gesto, palabra o acto como si fueran tuyos, es soñar, es reir y es llorar. Ser voluntario es de las mejores experiencias que una persona pueda vivir en su vida.
Así que, como os he dicho a todos estos días en clase, PACIENCIA (todo llega), ÁNIMO, FUERZA Y VALOR. QUE SI SE QUIERE, SE PUEDE.
Cintia Gisbert Sánchez
