Proyecto Erasmus+ 2019/2020 ART IS EVERYWHERE. Cuarto día.

 

Es nuestro último día en la ciudad de Tábor. Nos levantamos muy temprano y a las 8 nos dirigimos al centro histórico de la ciudad, donde visitamos la torre de defensa de la ciudad vieja. Subimos todos sus peldaños y desde arriba del todo divisamos una bella vista de la ciudad.

Despues de disfrutar del paisaje y comprobar que el sol también aparece de vez en cuando en esta bonita ciudad, nos dirigimos a la ciudad de Jistebnice, cuna del pintor local Richard Lauda, donde también admiramos el último de los ejemplares del libro de himnos de los Husitas. A la salida un coro de 30 niños alimentan nuestro espíritu con canciones populares checas. Nos dejan sin palabras, otra vez podemos afirmarlo…el arte está por todas partes. Nos dirigimos a la iglesia local donde vemos una exposición de figuras hechas por niños con disversidad funcional.

Dejamos esta pequeña localidad y nos dirigimos a las colinas de la localidad, donde hacemos una breve parada para darle de comer a unos ciervos, la belleza del entorno, la nieve, el sol, y el ver tan de cerca a esos animales nos llena de emoción. Poco después nos vamos a Monínec, donde nuestros alumnos asisten a un taller donde hacen figuras empleando únicamente elementos de la naturaleza: hojas, ramas, piedras, maderas diversas.

Nos dirigimos a comer, pero antes nuestros anfitriones nos han preparado una ruta campo a través de la estepa bohemia, el viaje lo hacemos en un carruaje tirado por dos caballos que nos llevan a nuestro destino. Subimos al autobús y disfrutamos de una reconfortante comida que nos recarga de nuevo.

Poco después volvemos a Tábor, en el autobús nos sentamos en la parte trasera, donde comprobamos cómo se ha forjado una bonita amistad entre los niños que no dejan de hablar en Inglés hasta que llegamos al colegio donde las familias que los acogen acuden a recogerlos. Se despiden con abrazos de sus nuevas amistades a las que en adelante contactarán a través de las redes sociales o quizás otro viaje de Erasmus+ pero esta vez en Ibi. Nosotros por nuestra parte agradecemos a los padres la amabilidad que han tenido con nuestros niños.

Volvemos al hotel y nos dirigimos a disfrutar de una cena de despedida por parte del equipo checo, el cual además ha organizado diversas actuaciones en forma de ailes y canto. De igual manera nos tenemos que despedir de unas personas que nos han tratado de modo inmejorable y a las que deberemos dispensar un trato tan increible como el que nos han dado a nosotros. Mañana última estación: Praga.