El final de nuestra experiencia Erasmus ha llegado a su fin y ahora podemos decir que estos días en Sicilia y Ankara han sido intensos, emotivos y entrañables. Durante 7 días, nuestros chicas y chicos han convivido junto a sus familias de acogida, lo que les ha permitido conocer de primera mano cómo es su día a día. Las que serían durante estos días sus mamás y papás italianos, les han hecho sentir desde el primer momento como si estuvieran en casa. Y aunque al principio, todos estaban algo nerviosos y expectantes, día a día, se notaba en sus gestos y miradas, que algo muy bonito estaba forjándose entre ellos.
A lo largo de esta semana, nuestros alumnos han realizado diferentes talleres, juegos y breves dinámicas que rompían un poco el hielo entre ellos y a través de los cuales han podido estrechar lazos de unión con sus compañeros de aventura. Además de trabajar dentro de las aulas de colegios e institutos, también nuestros anfitriones nos han dado la oportunidad de conocer diferentes localidades sicilianas como Noto, Siracusa, Catania o Acireale con sus fantásticos carnavales y la maravillosa capital turca de Ankara.
Ávola ha sido la ciudad hasta la que el programa “Art is everywhere” nos ha llevado en esta ocasión y Ankara ha acogido la primera de las movilidades del proyecto «My grandmother’s toys». Gracias a ello, nuestros grupos de estudiantes, ha podido conocer la historia, cultura, gastronomía y tradiciones de nuestros socios de proyectos. Han visto cómo se trabaja en el instituto y un día cualquiera, los niños y niñas estudian en el colegio. Por todo ello, no podemos más que dar gracias por permitir que un programa así haga posible que nuestros jóvenes se muevan por Europa y se abran a otras realidades.
Junto a sus nuevos amigos han compartido momentos de risas, confidencias, instantáneas y lágrimas de despedida, que seguro quedarán grabados para siempre en sus aún jóvenes memorias. Volvemos a casa con el feliz recuerdo de haber tenido la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable y de saber que sin duda, fuimos unos afortunados.