Quest: continúa la experiencia en Braila.

Miércoles 14: Hoy nos toca madrugar, el autobús nos espera a las 6.30 de la mañana, un viaje de casi cinco horas a través de Valaquia y Transilvania. Hacemos las pertinentes paradas para descansar y por fin llegamos al Castillo Peleș, enclavado en los mismos Cárpatos, engalanados con nieve y al lado de varias poblaciones con una arquitectura completamente ajena a lo que estamos acostumbrados. Maravillados por la belleza del lugar entramos en el castillo neorrenacentista, una obra de la arquitectura del siglo 19, morada de los últimos reyes de Rumanía, un enclave que es un auténtico deleite para los ojos, ornamentado con piezas de mármol, cristales de Burano y maderas nobles. Nos lo recorremos junto a nuestros nuevos
amigos y hacemos multitud de fotos y videos. Hace frío, y después de alimentar el alma y los sentidos hay que alimentar el cuerpo. Nos vamos a un restaurante típico de la región, donde disfrutamos varios platos a base de sopa, polenta, carne y tarta de manzana. Después de unas buenas conversaciones y muchas risas nos encaminamos a la gruta de Rasnov, donde entre estalactitas y estalagmitas nos imaginamos que estamos haciendo, como en el libro de Julio Verne, un viaje al centro de la tierra. Se hace tarde y el viaje es muy largo. nos subimos al autobús y después de casi 5 horas cantando estamos de vuelta en Braila, donde nos esperan las familias que nos hospeda. Mañana más.

Jueves 15: Hoy no toca madrugar tanto, pero tampoco nos podemos despistar. Nos esperan a las 9 de la mañana unas clases donde aprendemos más cosas sobre las cuevas del viejo continente y nos enseñan a leer las distancias entre lugares en un mapa utilizando una regla y cálculos matemáticos básicos. Nos informamos de todo tipo de diferentes grutas y sus principales
características a través de dossieres y códigos QR, que utilizamos para obtener la información de internet. Es un trabajo en grupo en el que además dibujamos cómo sería crear un artefacto para llegar al centro de la tierra. Llega la hora del recreo, nos vamos con nuestros amigos al gimnasio donde los profesores nos han preparado una actividad consistente en la búsqueda de un tesoro a través de distintas pistas y pruebas que culminan en una información contenida en uno de los libros de Julio Verne. Llega la hora de comer y nos vamos con nuestras familias de acogida. Sólo será un rato ya que esta tarde a las 6.30 tenemos el acto de entrega de diplomas y una cena amenizada por un grupo de danzas rumanas. Todo el mundo es muy amable y todos se quieren hacer fotos con todos, las familias han traído comida típica hecha por ellos mismos. Comemos, bailamos, reímos y recibimos unos diplomas que nos hacen sentir orgullosos de haber participado de un proyecto así. El día, una vez más, ha sido largo. Nos volvemos a casa felices y contentos. Qué nos deparará mañana?