Viernes 16
El día comienza con un buen desayuno en casa de nuestras familias de acogida, después nos dirigimos a la Plaza de Trajano, donde vamos a visitar el museo de historia de Braila, donde admiramos piezas arqueológicas de distintas épocas, así como distintos elementos cotidianos del siglo XIX y XX como ropa típica, uniformes, gramófonos, instrumentos musicales, cámaras de fotos y distintos enseres que dan fe de la historia de la ciudad. A continuación nos dirigimos a la casa museo de Nica Petre, afamado escultor reconocido en todo el mundo por sus obras realizadas en materiales nobles como es el mármol, la piedra y la madera. Un referente de la escultura moderna. Acto seguido nos dirigimos a la iglesia grecorromana «Buna Vestire» donde admiramos la arquitectura neogótica y la decoración propia de la iglesia ortodoxa griega. Es el momento de dirigirnos a la última actividad de nuestra movilidad; un taller de pintura en la galería de arte de Braila, donde además de admirar la exposión temporal que tiene lugar, realizamos una actividad llamada «La historia de la piedra». Una vez finalizada
comienzan algunas despedidas, ya que nos vamos con nuestras familias de acogida y mañana temprano abandonamos Braila, que nos ha acogido y nos ha hecho sentirnos como si estuviéramos en casa.
Sábado 17
Acudimos a la escuela que durante esta semana hemos sentido como propia, pero esta vez no vamos a asistir a ninguna actividad, es el momento de despedirnos de nuestros amigos, un momento difícil que atestigua la unión que hemos forjado con nuestros nuevos amigos durante esta semana y que tenemos la seguridad que perdurará a través del tiempo. Subimos al autobús que nos llevará a la capital del país, Bucarest, donde después de más de tres horas de viaje llegamos, nos instalamos y salimos rápidamente a visitar la ciudad. No nos queda mucho tiempo, ya que mañana volamos a las 7 de la mañana de vuelta a Alicante: La Biserica Colței, el centro histórico con sus edificios monumentales, el monasterio ortodoxo Stavropoleos, El Pasajul Victorei, El palacio del parlamento, la feria navideña, los puentes que cruzan el canalizado río Dambovita, la librería Carusel…no hemos parado desde que hemos llegado, pero es el momento de volver al hotel, son casi las 11 de la noche
y en 3 horas y media nos tenemos que ir al aeropuerto a coger el vuelo que nos llevará de vuelta a casa, cargados de nuevas experiencias, nuevas amistades y un sinfín de anécdotas que contar.