Este pasado miércoles, 29 de octubre, todos los colegios de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada estuvimos conectados para vivir un encuentro muy especial: la Oración del Espíritu de Asís.
Fue un momento para apagar el ruido exterior y encender la luz interior. Para dejar que el silencio nos hablase y que la Palabra de Dios iluminase nuestro corazón. En comunidad, formamos una cadena de luz, símbolo de la Paz, la fraternidad y la esperanza que queremos compartir con el mundo. Con el corazón abierto, dejamos que Jesús nos hablase al oído y nos recordase que “es el momento de brillar”.
San Francisco nos unió y el deseo de Paz nos convocó en un encuentro entrañable.

























