El viaje comienza sin dormir, ya que nuestro primer avión que nos lleva desde Valencia a Lisboa sale a las 5.30 de la mañana. Cargados de ilusión y ataviados con nuestras sudaderas rojas, volamos hacia la capital de Portugal. Después de un reparador desayuno nos vamos al centro de la ciudad de Lisboa. No teníamos demasiado tiempo, pero aún así visitamos la zona del centro: Plaza del Rossio, Plaza do Comercio, Elevador de Santa Justa y Barrio de Alfama. Las intrincadas calles de esta antigua ciudad nos dejaron con ganas de mucho más, pero llegó el momento de tomar nuestro siguiente avión hacia la increíble isla de Madeira, donde llegamos a eso de las 4 de la tarde. Tomamos nuestro equipaje y nos dirigimos al hotel. Una vez dejamos nuestra cosas allí, los grupos de Turquía e Italia nos esperan a cenar. Nos alegramos de vernos de nuevo después de tanto tiempo y después de una reparadora cena nos vamos a dormir. Al día siguiente y después de juntarnos con todos los grupos, nos encaminamos al colegio de Madeira donde disfrutamos de una espectacular recepción y realizamos el primer taller de arte. Comemos en su comedor escolar y visitamos sus instalaciones. Después de un pequeño descanso navegamos en catamarán en búsqueda de delfines que, increíblemente encontramos y nos acompañan en el trayecto. Volvemos al hotel y tomamos una cena amenizada por un grupo folclórico de Madeira que incluso nos atrevimos a bailar. Cansados y a la vez contentos de la jornada que acabamos de disfrutar, nos vamos a descansar…mañana será otro día espectacular
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