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La gran clave de la vida…

Hay algo en lo que todo ser humano coincide, y es en la necesidad de encontrar la felicidad, de hecho todos venimos al mundo con ese firme propósito. John Lennon contaba como anécdota que cuando de niño una maestra le preguntó que quería ser de mayor, él respondió: FELIZ, ante lo cual la maestra le dijo que no había entendido la pregunta, y él respondió con agudeza: quizá usted no haya entendido la vida…

La familia, el amor, la amistad, el cariño, la confianza, los recuerdos…son algunos de los principales ingredientes para conseguir la felicidad plena, pero luego cada persona añadirá a esta receta su toque especial…¡Conozcámoslas!

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Recetas de la auténtica FELICIDAD

LA RECETA DE LA FELICIDAD por Carla Juan Beneyto (2ºESO B)

Ingredientes:

Para poder elaborar la felicidad, necesitamos esta serie de ingredientes:

250 gramos de alegría

500 gramos de sonrisas (deben ser sonrisas verdaderas, las falsas no tienen sabor)

3 cucharadas de optimismo y otras 3 de positividad

Una buena dosis de familia y amigos

Una pizca de empatía

100 gramos de experiencias (sirven las buenas y las malas también, se pueden incluir fotos, canciones, sueños, libros…)

150 gramos de amor (de cualquier tipo y hacia cualquier persona o cosa)

2 cucharadas de sencillez y modestia

Preparación:

En primer lugar, debes mezclar la alegría y las sonrisas y asimilarlas muy bien.

En otro recipiente a parte, echa las 3 cucharadas de optimismo, las 3 de positividad y las 2 de sencillez y modestia. Cuando estén bien mezcladas, añade la empatía.

A continuación, pon en el recipiente a todos tus amigos y a toda tu familia, y después los 100 gramos de experiencias.

Por último, mézclalo todo, hornéalo y después decóralo con amor.

Presentación:

Se sirve dentro de ti mismo y es bueno tomar todos los días. Así es como se conserva la felicidad, tomándola todos los días.

Consejo:

Esta receta puede variar dependiendo de la persona que la tome y de la ilusión con la que la elabore. “Con los ojos cerrados, los sueños despiertos”.

LA RECETA DE LA FELICIDAD por Ana García Juan (2ºESO A)

No hay una receta específica para la felicidad, sino que cada persona tiene sus ingredientes para hacerla más jugosa. Pero en general, casi todas las personas tienen en su lista: una sonrisa, para nunca estar triste y alegrar a los demás con ella; un recuerdo especial, para cuando te pongas a pensar siempre te acuerdes de aquel buen momento y recrees en tu mente y en tu corazón la sensación que sentiste cuando ocurrió; no ser rencorosos, porque la gente no es perfecta y te puede fallar, pero lo importante es sobreponer lo bueno a lo malo y pensar en todo lo que esa persona hizo en su día por nosotros; tener fuerza de voluntad, para cumplir las metas que uno se propone y en el futuro no tener la frustración de no haber cumplido aquello que tanto anhelamos; esperanza, con ella podrás esperar a que tus deseos se cumplan.

Todo esto es lo básico, a partir de aquí cada uno añade sus propios ingredientes para hacer su propia e intransferible receta de la felicidad. Por ejemplo, al final algunos ponen una sonrisa para no olvidar las mejores cosas de la vida; otros aumentan la cantidad de recuerdos para saber quiénes eran y cómo han llegado donde están ahora; y hay gente que agrega una pizca de inocencia a esta receta para jugar como lo hacían cuando eran niños y así se podría continuar… porque como he dicho antes cada uno tiene su propia receta. Y tú, ¿qué le añades?

LA RECETA DE LA FELICIDAD por María Castillo Berlanga (2ºESO A)

Comenzaré diciendo que esta “receta”, si es que se puede llamar así, no es como las demás: en las que las medidas deben ser exactas, pues cuando se trata de la felicidad todo es relativo, precisamente porque en la vida casi todo es impredecible y no es posible planear exactamente todo como nosotros queramos. De hecho, no es bueno planearlo todo porque quizás las mejores cosas son las que ocurren gracias al destino o la casualidad. Tomando como referencia ese punto de partida, para mí la clave de la auténtica felicidad está en superar o afrontar con la mayor tolerancia posible situaciones que en nuestra vida no nos son favorables, y por otro lado, saber aprovechar esos buenos momentos que no deberíamos dejar escapar de ninguna de las maneras.

Comenzaré hablando de la primera razón: Afrontar situaciones desfavorables con tolerancia. Yo creo que cuando nos encontramos ante situaciones difíciles, deberíamos de acordarnos de todas esas experiencias agradables vividas anteriormente y sacarles el mayor jugo posible; con esto quiero decir que quizás deberíamos restarle importancia a cosas que sabemos que no las tienen y centrarnos en lo que sí merece la pena, pues lo realmente importante, y lo que nos causa dolor, llega sin buscarlo, y es ahí cuando debemos de luchar y exprimir nuestras fuerzas, de manera que sea como sea, nos sintamos orgullosos de nosotros mismos. Y respecto a la segunda idea: Aprovechar los buenos momentos. Considero que debemos de aprovechar cada segundo y vivirlo como si no hubiera un mañana, ya que esos segundos jamás volverán de la misma manera y después no querremos quedarnos con la “espina” de no haber disfrutado.

Yo creo que ambas premisas están de algún modo relacionadas entre sí, pero tampoco hay que asumirlas al “pie de la letra”, ya que siempre hemos de adaptar las cosas a nuestras circunstancias. Esta es mi particular “receta de la felicidad” y creo que sería bueno que cada persona se crease una propia para ser feliz.

LA RECETA DE LA FELICIDAD por Pablo Galiano Durá (2ºESO B)

Yo creo que no tengo ningún momento feliz en especial. Desde que nací he vivido momentos muy felices y otros no tanto, pero ninguno destaca por encima del resto. Cada mañana me despierto con una sonrisa porque quizá, quién sabe, durante ese día viva algún suceso muy especial que sobrepase los vividos hasta ahora.

Yo soy de ese tipo de personas que piensan que la vida es un regalo y hay que aprovecharla, si en momentos de tu vida no te ocurre nada bueno no es por nada en concreto, ya llegarán momentos mejores, porque la vida es como una caja de bombones, no sabes lo que te va a tocar vivir; también suelen decir que la vida es como una montaña rusa, llena de momentos malos en los que te apetecería bajar y de momentos magníficos en los que repetirías una y otra vez.

La vida a veces da reveses en los que piensas: “para que levantarme si me voy a volver a caer”, pero eso no es lo que hay que pensar, lo que hay que pensar es: “me voy a levantar para superarme y no volverme a caer jamás “, pensando así será muy difícil que algo o alguien se interponga entre tú y tu felicidad, porque la vida suele dar golpes, pero hay que saber enfrentarse a ellos y combatirlos con coraje.

Para ser feliz es necesario saber elegir nuestro camino y ser sensato y coherente en las decisiones que emprendamos.

Yo pienso que la receta de la felicidad no precisa de muchos, ni de caros, ni elaborados “ingredientes”, pues basta con ponerle ilusión, entusiasmo, energía, dedicación, cariño y una pizca de locura a la vida para alcanzar la felicidad plena.

 LA RECETA DE LA FELICIDAD por Cristina Ferrero Miró (2ºESO A)

A mí hay muchas cosas que me hacen sentir muy feliz (los postres dulces, las buenas notas, las risas, muchas risas, las canciones…), pero si tuviera que quedarme sólo con algunos ingredientes elegiría:

  • 250 gramos de actividades o aficiones. Yo creo que es importante, ya que hacer actividades entretenidas y que te gusten te mantiene distraído en muchas ocasiones en las que necesitas olvidarte de tus problemas. Además es una forma de pasártelo bien.
  • 270 gramos de escapaditas o planes especiales. A mí, por lo menos, me encanta salir de casa los fines de semana, ya sea con mi familia a Alicante, Valencia o algún pequeño viaje fuera de Ibi o con mis amigos a dar una vuelta por el pueblo.
  •  300 gramos de amistad. Para mí tener amigos es muy importante. Con ellos puedes hacer un montón de cosas divertidas, y contar con ellos cuando más lo necesitas es algo fundamental. Siempre van a estar ahí, aunque alguna vez haya una pequeña pelea o no nos entendamos, lo vas a pasar bien con ellos, te van a hacer reír y vivirás con ellos recuerdos inolvidables.
  •  350 gramos de familia. La familia es muy importante. Desde que naces hasta que ellos mueren siempre van a estar ayudándote, enseñándote importantes lecciones y apoyándote en todo momento. Tu familia, pase lo que pase, te va a querer, por eso hay que mantener buena relación con ella, y hay muchas formas divertidas de hacerlo: pequeños viajes familiares, comidas familiares, paseos…

Si todo esto lo mezclas bien con todas tus fuerzas, lo pones en un buen horno y lo decoras con pequeños, pero especiales detalles, habrás preparado un precioso y delicioso pastel de la felicidad, que poco a poco te lo irás comiendo, y cuando se acabe, con esfuerzo e ilusión lo volverás a preparar con todos esos ingredientes que a ti te hacen tan feliz.

No hay que olvidar que al igual que en la elaboración de un pastel, las cosas no siempre salen como tú esperabas, pero todo se puede volver a intentar, y cuando al fin lo consigas, te sentirás genial.

LA RECETA DE LA FELICIDAD por Luis Bernabeu Martos (2ºESO B)

La felicidad es algo que todos buscamos y a veces no nos damos cuenta de que ya la tenemos.

La felicidad es ver la parte buena y positiva que tienen las cosas y en definitiva la vida, saber valorarlas, apreciarlas y  disfrutarlas. Como cuando suena el despertador, que nos avisa de que debemos levantarnos cada mañana, y decimos: ¡jooo, otra vez! cuando en realidad deberíamos decir: empieza un día más para disfrutar y aprender. Me asomo a la ventana y  llueve, es invierno, hace un frío que pela, ¡pero qué más da!, si tengo una casa donde no me voy a  mojar. Voy al colegio, ¡qué suerte tengo!, hay cantidad de niños que no tienen esa suerte,  pues tienen que ir a trabajar para poder comer; y allí encuentro gente con la que charlar, jugar y que me quieren enseñar.

Pasada la mañana, vuelvo a mi casa y por la calle me encuentro a mi abuelo esperándome para preguntarme, ¿Cómo te ha ido hoy?…y por fin llego a mi casa, abro la puerta y digo ¡hooola! y mi familia, todos a la vez, contestan ¡hooola! ¿qué tal?, y me siento en la mesa, y mientras comemos, comentamos cómo nos ha  ido la mañana. Esto es tener mucha suerte, pues hay familias que no todos los días pueden disfrutar de este rato.

Para mí esto es la felicidad, disfrutar del momento, con mi familia y con mis amigos y no pensar en el mañana, pues hay gente que está toda la vida pensando en el mañana y se olvidan de vivir hoy.

Mi receta sería la siguiente:

Ingredientes: mis padres, mi hermano, mis abuelos y mis amigos.

Preparación: mucho amor, cariño y comprensión, juntamos todos los ingredientes y nos sale la receta perfecta de la felicidad.

Espero que esta receta la copie todo el mundo.