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Cuatro siglos de Poesía

No importa que no puedas entenderme, si me escuchas con atención siempre podré guiarte. Te aconsejaré cuando te sientas solo, y en mí encontrarás el refugio que anhele tu corazón. Combatiré la ira y el rencor con mi simple presencia. Y seré incondicional a tu llamada. Seré el aliento que te ayude a avanzar, el reflejo vivo de tus sentimientos, la cura a todas tus heridas, el abrazo cálido, el artífice de tus lágrimas de emoción y tus francas sonrisas.

Y si algún día me equivoco, te daré la clave para rectificar. Prometo no rendirme nunca, nací para ayudar a los hombres y mientras perdure mi cometido no me iré. Sólo te pido algo a cambio, cree en mí, necesito de tu fe para darle sentido a mi existencia, saber que juntos podemos cambiar el mundo y hacerlo mejor, más humano, más solidario, más justo y tolerante.

Quiero seguir endulzando momentos, embellecer tu camino, hablar constantemente de amor, hacer reír… Quiero seguir creando historias que alimenten sueños, uniendo a las personas creando lazos imperecederos…Quiero ser el camino para la paz, la voz del desamparado, la esperanza del que esté sufriendo, la mejor arma contra la indiferencia y el dolor. Quiero seguir dándote razones para que ames la vida en toda su inmensidad, para que así la cuides y protejas. Quiero acompañarte y seguir en silencio tus pasos, para nunca dejarte caer.

Quiero vivir eternamente en tus labios, moverme libre sobre el papel y ser el mejor trazo en la mano de aquel que siempre confió en mí.

Siempre vuestra. La Palabra.

En homenaje a todos los que luchan y lucharon por la libertad de expresión.

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Recital de Poesía

EL CONTRABANDISTA

José Zorrilla

Subiendo la negra roca
 de embarazosa montaña,
contrabandosta español
bridón andaluz cabalga.

 Lleva el trabuco a su lado,
el cuchillo entre la faja,

 y con el humo del puro
su voz varonil levanta.

» Que brame en la peña el viento,
 que se arda el monte vecino,
que rompa el inhie
sto pino
el aquilón violento.

 Yo desprecio sus furores;
y aquí solo, sin señ
ores,
de pesadumbres ajeno,
oigo el huracán sereno

 y canto al crujir del trueno
mis amores

Elena Verdú

» El albor de la mañana,
en sus matices de rosa,
me trae la imagen graciosa
de mi maja sevillana,
y en sus variados colores
me pinta las lindas flores
del suelo donde nací,
donde inocente reí,
donde primero sentí
mis amores.»

» Cuando la enemiga bala
chilla medrosa a mi oído,
ya mi contrario caído
el alma rabioso exhala.
¡Qué me importan vengadores
cien fusiles matadores
que amenacen mi cabeza!
Con mi Moro  y mi destreza
yo les canto en la maleza
mis amores.»

Por Elena Verdú Cerdá, 1ºESO A

CAMPO

Antonio Machado

La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.

Allá, sobre los montes,
quedan algunas brasas.

Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.

Melchor 2

¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!

¿Lloras?… Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.

Por Melchor Pérez Ortuño, 1ºESO B

A MARGARITA DEBAYLE

Rubén Darío

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,

un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vió una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

Mila

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así…

Por Mila Ferrero Martínez, 1ºESO B

LA PINTURA

Rafael Alberti

A ti, lino en el campo. A ti, extendida
superficie, a los ojos, en espera.
A ti, imaginación, helor u hoguera,
diseño fiel o llama desceñida.

A ti, línea impensada o concebida.
A ti, pincel heroico, roca o cera,
obediente al estilo o la manera,
dócil a la medida o desmedida.

Estela

A ti, forma; color, sonoro empeño
porque la vida ya volumen hable,
sombra entre luz, luz entre sol, oscura.

A ti, fingida realidad del sueño.
A ti, materia plástica palpable.
A ti, mano, pintor de la Pintura.

A ti, lino en el campo. A ti, extendida
superficie, a los ojos, en espera.
A ti, imaginación, helor u hoguera,
diseño fiel o llama desceñida.

A ti, línea impensada o concebida.
A ti, pincel heroico, roca o cera,
obediente al estilo o la manera,
dócil a la medida o desmedida.

A ti, forma; color, sonoro empeño
porque la vida ya volumen hable,
sombra entre luz, luz entre sol, oscura.

A ti, fingida realidad del sueño.
A ti, materia plástica palpable.
A ti, mano, pintor de la Pintura.

Por Estela Ortega Bernabéu, 1ºESO B

LA GENTE DICE

Gloria Fuertes

La gente dice:
«Pobres tiene que haber siempre»
y se quedan tan anchos
tan estrechos de miras,
tan vacíos de espíritu,
tan llenos de comodidad.

Cristina

Yo aseguro
con emoción
que en un próximo futuro
sólo habrá pobres de vocación.

Por Cristina Gosálbez Beneyto, 1ºESO A

LA LUNA, SIEMPRE

Ana María Rodas

Ángela

Redonda, hinchada de frotarse contra el cielo
rasga mi piel con su delgada luz
Cae sobre mi pelo
con la levedad de una sirena
que no se hubiera dado cuenta
que no posee piernas
Solivianta mi sangre
me enciende de locura
me regala una piel fosforescente
y me convierte
aceite hirviendo
en fauna
(cascos y cuernos y cabello desbocado
bajo el lúbrico soplo de lo oscuro).

Por Ángela Vilaplana Verdú, 1ºESO A

CAMPOAMOR

Rubén Darío

Adrián

Éste del cabello cano,
como la piel del armiño,
juntó su candor de niño
con su experiencia de anciano;
cuando se tiene en la mano
un libro de tal varón,
abeja es cada expresión
que, volando del papel,
deja en los labios la miel
y pica en el corazón.

Por Adrián Palazón Lillo, 1ºESO A

PAZ QUE ES JUSTICIA

Gloria Fuertes

Pescador, poeta,
minero, torero.
Los cuatro oficios
que yo prefiero.
Y más que el oro,
dorado y negro,
quiero la Paz,
para los pueblos.
¡Paz,  que es justicia
es lo que quiero!

Sandra

Por Sandra Yago Regidor, 1ºESO B

ABRIL

Juan Ramón Jiménez

Abril, sin tu asistencia clara, fuera
invierno de caídos esplendores;
mas aunque abril no te abra a ti sus flores,
tú siempre exaltarás la primavera.

Eres la primavera verdadera;
rosa de los caminos interiores,
brisa de los secretos corredores,
lumbre de la recóndita ladera.

Noemí

¡Qué paz, cuando en la tarde misteriosa,
abrazados los dos, sea tu risa
el surtidor de nuestra sola fuente!

Mi corazón recogerá tu rosa,
sobre mis ojos se echará tu brisa,
tu luz se dormirá sobre mi frente…

Por Noemí Sáez Ramírez, 1ºESO B

RIMA IV

Gustavo Adolfo Bécquer

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Gara

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

Por Gara Guillem Estupiñán, 1ºESO B

ANOCHE CUANDO DORMÍA

Antonio Machado

Inés

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.


Por Inés Díaz Peñalver, 1ºESO A

LA CANCIÓN DEL PIRATA

José de Espronceda

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:

«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

David Verdú

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar…

Por David Verdú Cerdá, 1ºESO A

CAMINANTE NO HAY CAMINO

 Antonio Machado

 Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

David Rus

Por David Rus, 1ºESO A

RIMA LXI

Gustavo Adolfo Bécquer

Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho,
        ¿quién se sentará?

Cuando la trémula mano
tienda, próximo a expirar,
buscando una mano amiga,
        ¿quién la estrechará?

Cuando la muerte vidríe
de mis ojos el cristal,
mis párpados aún abiertos,
        ¿quién los cerrará?

Marina

Cuando la campana suene
(si suena en mi funeral)
una oración, al oírla,
        ¿quién murmurará?

Cuando mis pálidos restos
oprima la tierra ya,
sobre la olvidada fosa,
        ¿quién vendrá a llorar?

¿Quién en fin, al otro día,
cuando el sol vuelva a brillar,
de que pasé por el mundo
        quién se acordará?

Por Marina Chorro Alcaraz, 1ºESO A