Archive for the Category »Sueños «

Sueños…

¿Quién no ha soñado alguna vez que volaba libre por el cielo, que se perdía entre la suavidad de las nubes, que cumplía al fin su gran meta, que se encontraba de nuevo con sus seres queridos para decirles lo mucho que les quería y la falta que le hacen, quién no ha soñado alguna vez con el mar, o se ha encontrado de frente con sus grandes temores?…¿Por qué soñamos lo que soñamos? Tal vez necesitemos escapar por unas horas de esa realidad que en ocasiones no nos es grata, o simplemente porque necesitamos creer que en algún lugar de nuestro subconsciente nuestros sueños más profundos tienen la posibilidad de cobrar vida.Conozcamos algunos de los sueños de los alumnos de 1ºESO…

Steve Jobs

El sueño que me hizo reflexionar…

Una noche me acosté pensando en las personas que siempre están tristes porque no tienen todo lo que necesitan y soñé con un cuento:

Una vez había una familia que tenía mucho dinero debido a la herencia que habían recibido de sus antepasados. La familia estaba formada por tres hijos y la madre de éstos. El día del cumpleaños de la madre, cada hijo le regaló una cosa: el primer hijo era el que menos dinero tenía, pero sin embargo, era el más feliz de los tres y con el dinero que poseía le regaló unos pendientes y un perfume con amor. El segundo hijo tenía más dinero que el anterior, éste era menos feliz que el primero, pero estaba conforme y siempre sonriendo, y le regaló un buen viaje. El tercero era el que más dinero tenía, pero sin embargo, nunca en su vida había sonreído y siempre estaba triste, él le regaló una isla, aunque a la madre no le gustó, el hijo se quedó muy sorprendido, porque con los anteriores se había puesto muy contenta.

Estuvo toda la noche sin dormir, con lo agradecida que era su madre le parecía irreal su reacción. A la mañana siguiente, en los primeros instantes de luz del día, le preguntó a su madre qué quería y ella le dijo que sólo quería que estuviera feliz y le regalase una sonrisa, así que el hijo aliviado y contento se la regaló con mucho amor.

Cuando me desperté me di cuenta de que ese sueño me había hecho reflexionar, y a partir de ese momento, todas las noches doy gracias a Dios por todo lo que tengo.

Mila Martínez Ferrero, 1ºESO B

Mi sueño…

Un día soñé que me despertaba en medio de una pista de baloncesto y que de repente escuchaba a la gente de mí alrededor gritar mi nombre y decir: ¡Vamos Lidia que eres la mejor!  Sentí entonces un escalofrío y me di cuenta de que estaba jugando al baloncesto en medio de la selva, contra unos monos y en mitad de la noche .Yo no entendía nada, era todo muy real, pero en realidad no podía serlo. Me acuerdo que mi equipo y yo íbamos ganando, y me decían que querían que jugara en un equipo muy famoso, y que al día siguiente podría empezar así que les dije que sí y me fui a mi casa (que estaba cerca de una catarata en la que me duchaba).

Al día siguiente, -cuando la luz ya iluminaba mi habitación-, me levanté,  cogí el supuesto equipaje del equipo en el que iba a jugar. Nuestro contrincante era un equipo formado por payasos que daban mucho miedo; al principio íbamos perdiendo, pero luego yo empecé a meter canastas sin parar y finalmente ganamos, fue entonces cuando me nombraron capitana. Pero de repente desperté, y me di cuenta de que todo había sido un sueño, y me quedé con las ganas de seguir soñando…La próxima vez no me quedaré jugando en el ordenador a mi juego favorito de baloncesto. 

Lidia Ibarra Roldán, 1ºESO A

Mi sueño

Era un día como tantos otros, fui al colegio, descansé un rato después de comer, hice los deberes, y cuando llegó la noche me dormí, y a partir de este momento empezó una aventura inolvidable…

Mi cuerpo volaba por el cielo, atravesando las nubes como un avión, y desde ahí podía ver a todos los pueblos de alrededor, estaba siendo una experiencia espectacular. Iba cruzando los bosques y volaba cada vez más rápido, y aunque me daba miedo, al mismo tiempo era muy divertido. Me acercaba a las ciudades, estaba todo iluminado y desde el cielo era fantástico. Vi a unas niñas jugar, miraron hacia el cielo y se quedaron con la boca abierta al mismo tiempo que asustadas, yo me di cuenta que podía detenerme y saludarlas y me entonces me preguntaron:

-¿Tú eres real o irreal?

Y yo contesté…

-Yo soy real no tengáis miedo ¿Queréis venir conmigo?

Aceptaron y nos fuimos las tres volando por todo el mundo y nos lo pasamos muy bien, fuimos hasta unas cascadas de agua increíbles, pero justo en ese momento me desperté, abrí los ojos y vi que estaba en mi cama. Me dio pena, pero al mismo tiempo alegría. Miré el reloj y eran las 7 de la mañana, estaba a punto de levantarme pero eso sí, estaba deseando que viniera la noche para seguir ese sueño que parecía tan real y tan fantástico.

Estela Ortega Bernabéu, 1ºESO B

La misteriosa llanura

Aquella noche parecía normal, lo que no sabía era que iban a pasar cosas tan extrañas.

Yo trabajaba en la cafetería del pequeño pueblo en el que vivía, un pueblo de montaña aislado por altas cordilleras.

Salí del trabajo, y me dirigí a mi casa. Aquel día, atajé por calles por las que no solía pasar muy a menudo. Empezó a hacer viento, y de repente se fue la luz, dejando todo el pueblo a oscuras. Me quedé paralizada pensando en que no tenía ninguna linterna, ni nada que me alumbrase el camino, solo la pálida luz de la luna, que solamente realzaba la silueta de los árboles que habitaban entre la lejana maleza. Seguí caminando, hasta que me di cuenta de que no conocía nada de lo que me rodeaba. Me había perdido, estaba en el claro de un bosque, rodeada de arbustos y hierbajos, a lo lejos se veía una pequeña llanura. Pensé en bajar para ver si se podía observar un poco más de lo que desde allí se veía. Bajé corriendo, hasta que llegué hasta abajo, y como no, no se veía nada hasta que una potente luz que se acercaba rápidamente me alumbró por detrás, me giré, miré al suelo, y me di cuenta que estaba sobre unas vías de tren, y lo que venía hacia mí era un convoy. Me quedé petrificada, no podía mover ni un músculo, y no podía salir corriendo que era lo primero que se me pasó en aquellos instantes por la cabeza. Escuché a una pequeña niña, hablándome entre sollozos, pero no recuerdo bien lo que intentaba decir.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo, se me quedó la mente en blanco, y me desperté ya en el pueblo, de camino a mi casa. No sabía si lo que había pasado era real o irreal, era como si me hubiese tele-transportado a otro sitio, como cuando el viento se lleva volando las hojas secas de los árboles y nunca sabes dónde van a parar, me sentí como una de esas tantas hojas que cada otoño se pierden por los lugares más remotos del mundo.

Ángela Mínguez Bernabéu, 1ºESO A

Uno de mis sueños                 

Esa noche estaba viendo un episodio de C.S.I bastante interesante cuando de repente se fue la luz, yo me quedé con la intriga, y no tuve más remedio que irme a dormir, pero pronto empezaría un sueño de lo más extraño…

Estaba en mi casa como cualquier día, cuando de pronto se oyeron en la calle unos disparos, yo salí a ver qué ocurría, y sin darme cuenta, presencié un acto de asesinato, me dio tiempo a ver cómo echaba a correr el asesino. Éste llevaba guantes, parecía que ya lo había hecho antes, pues nada más torcer una esquina sacó de una gran bolsa negra una especie de disfraz, y en cuestión de unos instantes adquirió de nuevo la presencia de un chico normal, que a mí me sonaba de algo. Al poco tiempo todo se llenó de policías, yo curiosa me asomé y comprobé que la víctima era una joven con el pelo castaño, que a parte del impacto de bala presentaba otras heridas leves por el cuerpo. Minutos después algunos policías llamaron a la puerta de mi casa y yo les conté todo lo que había visto, me llevaron a comisaría para que indicase cuál de los allí presentes concordaba con mi descripción, enseguida lo vi, estaba justo enfrente de mí,  lo llevaron a juicio donde le declararon culpable. Aquella mujer, como tantas otras, había sido una víctima más del maltrato.

En ese momento desperté, ya era por la mañana, había sido un sueño horrible, pero un sueño al fin y al cabo, lo triste es que la violencia de género es real.

                                                                                                                          FIN

 Celia Sanjuán Cantos, 1ºESO B

¿Sueño o pesadilla?

Supuse que eran alrededor de las 8 de la tarde, porque ya era prácticamente de noche. Salí de casa. No había nadie por la calle, todas las tiendas, bares etc. estaban cerrados. Me pareció muy raro, pues no era un día de fiesta. Escuché un ruido extraño, pero no vi nada, me asusté y empecé a andar. Sentía que algo o alguien me seguía, pero no veía a nadie a mi alrededor. Empecé a correr. Asustada no sabía qué hacer, no podía meterme en ningún sitio y me daba la sensación de que estaba dando vueltas todo el tiempo. Después de un rato corriendo me di cuenta de que no había salido de mi calle, asustada y confundida quise entrar en casa, pero la puerta había desaparecido. Ahora sí que no sabía qué hacer estaba al borde del pánico y ese ruido no paraba de meterse en mi cabeza como una taladradora. Ya era absolutamente de noche y la calle sólo estaba alumbrada por  una farola con una bombilla que parecía que se iba a fundir de un momento a otro. En la esquina distinguí una sombra acercándose a mí. De repente supe lo que era aquel ruido, no era un ruido, sino palabras… me estaban llamando. No podía salir de allí, estaba atrapada. Cuando sólo estaba a unos centímetros de mi, vi una luz y me desperté. Mi padre estaba en mi habitación me decía: «¡Natalia, Natalia, despierta que se te va a hacer tarde para ir al cole!´´ Me dijo que me había movido mucho, pues la sábana y la colcha estaban en el suelo. Yo estaba sudando no entendía nada, todo había sido tan real…

Natalia Peydró Medina, 1ºESO B

Sueño fantástico

Un día de esos en los que tienes mucho sueño, y sólo piensas en que cuando acabes de cenar te irás enseguida a la cama, pues así me sentía yo aquella noche. Dicen que siempre se sueña, pero unas veces lo recuerdas y otras no, ese día yo tuve un sueño que sí recordé…

Estaba en una calle desierta y era de noche, en la calle sólo había una farola con luz. De repente sentí un escalofrío, una fuerte brisa me arrastró hasta Yellow, el país amarillo. Todo era amarillo en aquel lugar, hasta las flores. Había una bruja mala, que fue la que ordenó la llegada de aquel fuerte viento que me llevó hasta su país. Una ciudadana buena me dijo que casi todas las almas del país de Yellow las tenía la bruja Otily, que las quería para poder hacerse más poderosa, pero le faltaba un alma y justamente me toco a mí. Cuando estaba hablando con la ciudadana llamada Zora vinieron los guardianes de la bruja Otily, y me llevaron hasta el castillo de la bruja. Cuando entré en él me di cuenta de que todas las almas estaban encerradas en el interior de un collar que llevaba. Me maniataron con unas cuerdas, pero me las pude quitar y le arranqué el collar  a Otily, y pude liberar a todos los ciudadanos. En ese momento me desperté y pude seguir durmiendo con tranquilidad…

Ángela Vilaplana Verdú, 1ºESO A

Fin de semana en la montaña:

Eran las 22:30 horas cuando me fui a dormir y me adentré en un sueño muy profundo, en el que viví una aventura maravillosa…

Era fin de semana y mis amigas y yo decidimos irnos a la montaña y dormir allí. Montamos nuestras tiendas de campaña y preparamos los sacos, pues pronto empezó a anochecer y  teníamos ganas de irnos a dormir. Estaba muy cansada, ya que durante todo el día estuve haciendo los deberes para poder irme de camping.

Todas dormían profundamente, pero una amiga y yo no pudimos dormir en toda la noche, estuvimos contándonos nuestros secretos y nos dieron la 3:00 de la madrugada. Como estábamos muy cansadas, decidimos irnos de allí y nos fuimos a mi casa;  cuando llegamos todos dormían, y al día siguiente volvimos a la acampada para que no se preocuparan. Era sábado y ese día nos lo pasamos genial, fuimos a pescar y exploramos el lugar, bajamos al pueblo, cogimos nuestras bicicletas y fue muy divertido.

El sábado por la noche decidimos dar una vuelta por el pueblo y de nuevo regresamos a la acampada, y al día siguiente nos despertamos a las 11:00 de la mañana, ¡por fin era la hora de volver a casa!…

De repente oí la voz de mi madre llamándome ¡baja, por favor, a desayunar!, ¡esta niña no se despierta!… y entonces respondí: ¡ya voy mamá!. Todo había sido un sueño.

Lucía Vicedo Márquez, 1ºESO B

Mi sueño…

Todo empezó a las doce de la noche cuando no podía dormir, encendí entonces mi lucecita de color ámbar y empecé a soñar…

Aparecí en una mansión muy colorida, las paredes eran naranjas, los techos azules, los muebles multicolor, un  gato amarillo chillón … No sabía dónde estaba pero tenía que investigar, la casa mareaba mucho ya que no tenía una forma recta si no todo lo contrario. Los suelos eran a cuadros de color blanco y negro, formando al mismo tiempo una ondulada espiral sin ningún sentido, pero lo más extraño era que parecía real, y que por mucho que me pellizcara no iba a despertar, así que no perdí el tiempo y me puse a cotillear aquella mansión. Cada puerta tenía una forma diferente, pero ninguna era recta, las había redondas, otras tenían forma de animal…pero ninguna cuadrada.

 En la puerta número uno, (que tenía forma circular) había una mujer cosiendo un gato de lana, ésta cantaba una canción muy alegre, pero cuando yo le hablaba diciéndole si ella también se había perdido, ella no me escuchaba y seguía cantando, yo insistí e insistí hasta que al final pegué un grito y dije: ¿Te has perdido? ¡Yo no encuentro la salida! Ella se giró y dijo: ¡no me interrumpas mientras canto! , así que yo tristemente respondí: por favor, no sé adónde ir, me he perdido… Ella dejó de cantar, tiró el gato de lana al suelo, se giró y dijo gritando: ¡Ya está bien, déjame en paz, aquí no hay salida, no vuelvas más! Empezó a correr tras de mí y cerré la puerta de un portazo. No podía contener las lágrimas y sollozos, opté por no abrir ninguna puerta más, ya que creía que me pasaría lo mismo, pero había una puerta que llamó mi atención, una con mucha luz, brillaba como una estrella, estaba al final del largo e inmenso pasillo, abrí la puerta con delicadeza y ahí estaba yo misma, dormida en mi cama, al principio me resultó muy extraño pero poco a poco me fue dando más y más miedo, respiré hondo y me toqué y pellizqué el brazo izquierdo, pero nada pasó… hasta que al tocar la segunda vez desperté y vi a mi madre con una sonrisa diciéndome que me despertara que llegaba tarde al colegio.

                                               Sandra Yago Regidor, 1ºESO B

El sueño

Una vez hace tiempo tuve un sueño. Estaba en una isla de noche, me tumbé en la orilla pensando que nadie vendría a buscarme.

Me tumbé en la orilla para poder ver las estrellas, cuando de repente vi una luz, ¡era una estrella fugaz!. Pedí un deseo: que vinieran a por mí. Pero está claro que eso no podría suceder, por el simple hecho de que una estrella no puede cumplir un deseo. Pero esto es un sueño, y por tanto todo se puede hacer realidad, hasta lo imposible. ¿Quién sabe?…

De repente me dio un escalofrío. No sabía cómo había llegado a ese lugar, y tampoco si era real o irreal, pero parecía lo primero. Estaba confusa, y en ese mismo momento me desperté.

Al despertar me encontré sollozando y sudando. Fue muy raro y el sueño también.

Angie Pabón Peinado, 1ºESO A