Trabajaban en silencio, para no quebrantar con su voz la frágil infraestructura de su clandestinidad, la misma que las resguardaba de un mundo lacrado de prejuicios y arcaicos convencionalismos que las relegaban sin remedio a una maltrecha posición.
Ellas, mujeres con coraje, transgresoras, pioneras e incansables luchadores escaparon, no sin dificultades, de un forzoso destino, para lanzarse sin preámbulos a la valiente aventura de vivir. Vivir sin paliativos, ni medias tintas, vivir en un sentido completo. Vivir por lo que amaban, por todo aquello en lo que creían y que les había sido injustamente prohibido. Vivir para no dejar que otros contaran su propia historia. Vivir con la gratificante sensación de no haber dejado nunca de intentarlo, sin importar el final, sólo el camino recorrido.
Ellas, de cuya realidad poco se conoce, desafiaron con su voluntad de hierro las premisas de un tiempo obstinado, convirtiéndolo así –desde su humilde posición- en un período revolucionario.
Ellas, madres, esposas, niñas, jóvenes, mayores, con ayuda o sin ella, autodidactas, ingeniosas, justas; mujeres de vanguardia, espíritus libres que se abandonaron a la maravillosa experiencia de arriesgar con pasión, para no lamentar nunca el día en que dejaron que el miedo cegase sus proyectos.
Hoy recordamos algunos de esos nombres que, sin saberlo, marcaron la senda de un nuevo rumbo.
Gracias a todas las mujeres valientes por vuestro ejemplo.
Con ayuda de las estrellas por Aitana Palao
Hoy os voy a contar la historia de una mujer soñadora, fuerte y muy inteligente.
Hipatia de Alejandría nació en el 370 d.C, aproximadamente, en la ciudad de Alejandría. Su padre, Teón de Alejandría, fue un importante matemático y astrónomo. Y, evidentemente, inculcó esos conocimientos en su hija.
Hipatia, desde bien pequeña, fue valiente, y no dejó que nadie la infravalorase.
Hipatia creció, y se convirtió en una joven fuerte e inteligente. Gracias a su esfuerzo consiguió convertirse en la líder de la escuela Neoplatónica en torno al año 400 d.C. Centrándose principalmente en las obras de Platón y Aristóteles. Fue profesora durante un largo periodo de su vida, impartía las clases en su casa. Hizo varios comentarios y remodelaciones de libros de Diofanto de Alejandría, Apolonio de Perga, Euclides… Además, perfeccionó el diseño del astrolabio.
Su carácter de mujer dedicada al pensamiento, y su fidelidad al paganismo en el momento de auge del catolicismo, le costaron la vida, ya que a los 60 años, aproximadamente, fue linchada por una masa de cristianos. Se presenta como ‘mártir de la ciencia’
He elegido a esta mujer porque me parece una persona fuerte que alzó su voz y se hizo escuchar en una sociedad cerrada, en muchos sentidos, al progreso. Algunos la desestimaron por ser mujer, y otros por ser pagana.
Nunca tuvo que depender de ningún hombre, nunca se casó, nunca necesitó a nadie para conseguir lo que quiso. A mí me recuerda a mi tía, porque como Hipatia, mi tía luchó por lo que quería, y porque además de haberse ayudado a sí mismas peleando con valor por sus sueños, ayudaron desinteresadamente a muchas personas.
Del invento a la revolución por Silvia Casanova, 2ºESO A
Había una vez una chica que vivía en Nueva Inglaterra cuyo nombre era Caresse Crobsby, aunque siempre usaba su nombre de soltera, Mary Jacob Phelps. Mary nació el 20 de abril de 1891 en Nueva York, y murió el 26 de enero de 1970 en Roma. Se crió en el seno de una familia muy humilde. Sus padres eran William Hearn Jacob y Mary Phelps.
A ella le gustaba mucho el baile, la interpretación y todo lo relacionado con las artes escénicas. Es por ello que decidió presentarse al casting de una de las mejores academias de baile de su ciudad. Mary necesitaba sentirse cómoda para bailar y su necesidad agudizó su ingenio. Cosió algunos de los trapos que le había prestado su madre alrededor de su pecho y los unió con la ayuda de un cordel de seda rosa. Más tarde se lo comentó a sus amigas, y a éstas les gustó tanto la idea que Mary empezó una pequeña industria para familiares y conocidas.
Un buen día un desconocido que había escuchado hablar de aquella innovación, le ofreció a Mary un dólar por cada sujetador que le fabricase, y ésta, al darse cuenta de su gran éxito, decidió patentarlo lo antes posible, exactamente en 1914 con sólo 23 años.
A ella no le gustaba mucho estudiar, y como había dejado los estudios, en parte por el baile y también a causa de su reciente creación. Sus padres desaprobaron aquella decisión y optaron por desentenderse de ella. Sin saber el éxito que su hija alcanzaría.
Mery, sin ser plenamente consciente de ello, inventó algo que cambiaría la vida de las mujeres. De hecho su gran creación se sigue utilizado hoy, más de un siglo después.
Yo, personalmente, identifico a Mary con mi madre y mi abuela, ambas mujeres muy trabajadoras, amigas, soñadoras; siempre ayudándose y apoyándose la una a la otra. Todos los días con una sonrisa brillando en sus caras y un espíritu optimista y emprendedor.
Una luchadora con gran personalidad por Irene Picó, 2ºESO B
Esta es la historia de Kathrine Virgina Switzer. Esta joven alemana nació el 5 de enero de 1947 en Banberg, República Federal de Alemania. Estudió en la Universidad de Syracuse. Su padre, un mayor del Ejército de los EE.UU, fue quien animó a su hija, desde bien pequeña, a sumarse al equipo de atletismo de su Universidad, en el que hasta la fecha sólo habían entrenado varones. Al ver a Kathrine, el entrenador empezó a hablarle de la maratón y fue entonces cuando se inscribió en la primera carrera con el nombre de K.V Switzer.
En 1967, Kathrine se convirtió en la primera mujer en correr la maratón de Boston, aun a pesar de todos los intentos por detenerla durante la carrera, debido a que en ese momento no estaba bien considerado que las mujeres pudieran participar en este tipo de actividades, pues estaban destinadas exclusivamente a varones.
En el transcurso de la carrera uno de los comisarios llamado Jack Semple, salió detrás de ella para detenerla, pero la colaboración de su novio y de algunos corredores más, que la escoltaron hasta la meta, impidió que la atleta fuera retirada de la competición.
Switzer ganó la maratón de Nueva York en 1975.
He elegido a esta mujer porque me parece una luchadora con gran personalidad. Se atrevió a entrar en el mundo deportivo que, por aquel entonces, estaba reservado casi exclusivamente a los hombres.
Me recuerda a mi abuela porque al igual que Kathrine, ella es también una gran luchadora.
Esfumó nuestros errores por Javier Latorre, 2ºESO A
El 23 de marzo de 1924, nació en Dallas (Texas), Bette Nesmith Graham, la brillante mujer que mediante su invento consiguió que pudiéramos disimular nuestros errores sobre el papel. Su nombre original era Bette Clair McMurray, modificado tras su matrimonio con Warren Audrey Nesmith cuando ella tenía 19 años. Sin embargo, su matrimonio no cumplió las expectativas y en 1946, tras la II Guerra Mundial, ambos se divorciaron. Nuestra Bette tenía tan sólo 22 años de edad y una situación muy difícil para salir adelante: recién divorciada, con un hijo pequeño del que hacerse cargo y sin trabajo.
No obstante, no se detuvo ahí y rápidamente aprendió a mecanografiar para poder así obtener un trabajo como secretaria. Bette, desde bien pequeña, siempre había tenido vocación de artista, pero la necesidad le hizo tomar otros derroteros que, paradojas de la vida, la acabarían convirtiendo en una gran inventora.
Bette, que era una mujer muy observadora y comprometida, comenzó a preocuparse por la cantidad de papel que se desechaba sin necesidad cada día al escribir con las nuevas máquinas de IBM, por lo que decidió buscar una solución factible.
En estas circunstancias se planteó un simple razonamiento: si los artistas eran capaces de corregir sus errores cuando estaban pintando sin tener que desechar el lienzo, ¿por qué no se iba a poder hacer lo mismo en mecanografía? Pues a ello se dispuso, y, en secreto, Graham utilizó su revolucionaria pintura correctora durante cinco años, haciéndole algunas mejoras con la ayuda del maestro de química de su hijo.
Algunos de sus jefes la regañaban por utilizar eso, pero con frecuencia sus compañeros de trabajo le pedían su “pintura correctora”. Bette se dio cuenta de que a sus compañeros les gustaba, por lo que se lanzó a comercializar su líquido corrector para máquinas de escribir con el nombre de “Mistake Out” (fuera errores) en 1956. El nombre fue cambiado después por el de Liquid Paper cuando comenzó con su propia compañía. En 1979 vendió Liquid Paper a la Corporación Gillette por 47,5 millones de dólares. Murió en 1980 y su hijo heredó la mitad de su fortuna.
He elegido a Bette Nesmith Graham porque me parece una mujer muy fuerte, que pese a las adversidades no se rindió en ningún momento.
Creó desde su humilde idea de corregir los errores un instrumento como el Tipp-Ex y la cinta correctora. Para mi gusto fue una grandísima creadora que, sin embargo, pasó desapercibida.
Me encanta esta mujer, demuestra lo importantes que han sido las mujeres en la historia. Me recuerda a mi abuela, que llegó desde Granada a Ibi y montó una panadería con su esfuerzo.
Rosalind Franklin, el descubrimiento no reconocido por Lucía Valls, 2ºESO B
Esta es la historia de Rosalind Elsie Franklin que nació en Nothing Hill, Londres, el 25 de julio de 1920, y murió en 1958 en Londres, a los 37 años. Sus padres Ellis Arthur Franklin y Muriel Frances Waley eran judíos, pero Rosalind nunca estuvo interesada en la religión.
Fue educada en muchas escuelas privadas donde fue sobresaliente en todas las materias y deportes. Desde su infancia, ya demostraba habilidades escolares excepcionales y una aptitud temprana para las matemáticas y la ciencia, además de tener un don para los idiomas. Es por eso, que decidió graduarse en Químicas en la universidad de Cambridge.
Se convirtió en una biofísica y cristalógrafa que contribuyó al entendimiento de la estructura del ADN, el carbón, los virus y el grafito. Además, fue la primera mujer en fotografiar la molécula de ADN y descubrir la estructura de nuestra composición genética.
Ella nunca lo supo, pero realizó uno de los descubrimientos más importantes del siglo, que abrió las puertas a los grandes avances científicos actuales en el campo de la Biología y la Genética molecular. Pero, por desgracia, murió sin ser reconocida por sus logros, a raíz de que cuatro años después de su muerte tres hombres se atribuyeron la autoría de su descubrimiento, por el cual obtuvieron el mayor galardón que podía dar la ciencia. Nadie mencionó su nombre siquiera, hasta ahora.
He elegido a esta mujer porque es un ejemplo de mujer trabajadora, fuerte e independiente, ya que nunca se casó y supo demostrar que las mujeres también pueden llegar a ser grandes científicas.
Me recuerda a mi abuela porque no se rindió ante las adversidades y luchó por tal de defender su opinión y sus ideas.
Virginia Apgar. En beneficio de la salud infantil por Laura Azorín, 2ºESO A
Esta es la historia de Virginia Apgar. Ella nació el 7 de junio de 1909 y murió el 7 de agosto de 1974, fue una médico estadounidense, cuya especialidad era la anestesia y la pediatría. Virginia fundó el campo de la neonatología, o también llamado el test de Apgar, creado para evaluar la salud de los recién nacidos.
Se graduó en el colegio Mount Holyoke en 1929, y en el columbia University College of Physicians and Surgeons en 1933.
En 1949 se convirtió en la primera mujer profesora a tiempo completo. Realizó un trabajo clínico y de investigación en el hospital Sloane. Obtuvo el grado de maestría en salud pública en la Universidad Johns Hopkins en 1959.
La he elegido porque me recuerda a mi madre. Dos buenos ejemplos de mujeres valientes, luchadoras, que pelearon con coraje por cumplir sus metas.
La historia del helado por Inés Mira, 2ºESO B
Os voy a contar la historia de Nancy Johnson.
Nancy Johnson inventó el congelador de helados en 1843, un modelo que, actualmente, se sigue utilizando, aun a pesar de haber aparecido máquinas eléctricas posteriores. La que creó fue la máquina de helados manual. A partir de este hito, se desarrolló de manera incipiente la industria heladera. Años después, otras personas empezaron a abrir las primeras fábricas de helado.
He elegido a esta mujer por sus grandes inquietudes y por su interés al no rendirse nunca, a pesar de haber fracasado muchas veces.
Esta mujer me recuerda a mi abuela, ya que fue una persona muy perseverante en todo lo que hacía, nunca se rendía aunque le salieran las cosas mal. También porque fue una mujer que siempre quiso superarse. Esta tenacidad, junto a muchas más cualidades, hicieron de ella una mujer muy especial.
La apasionante historia de La Pasionaria por Lucía Tárraga, 2ºESO A
Dolores Ibárruri nació en Vizcaya el nueve de diciembre de 1895, y a los 15 años se vio obligada a dejar los estudios por proceder de una familia de mineros con escasos recursos. Siempre había ido vestida de negro, aprendió costura y fue una verdadera adicta a la lectura, por lo que adquirió una importante preparación.
Se trasladó a Madrid para trabajar en el periódico Mundo Obrero, a través del cual encauzó su vocación política. En 1918 publicó su primer artículo en el Minero Vizcaíno, y lo firmó con el seudónimo de “La Pasionaria”, de ahí que se le conozca por este nombre.
Movilizó a los trabajadores para participar en manifestaciones, y en 1930 fue elegida miembro del Comité Central del Partido Comunista. Escogió su seudónimo “Pasionaria”, porque su primer artículo en la prensa obrera fue publicado durante la Semana Santa. La ruptura de su matrimonio coincidió con su elección como miembro del comité central del PCE.
Visitó la cárcel en varias ocasiones debido a sus discursos y su constante participación en manifestaciones.
Dolores tuvo seis hijos. La primera murió muy pequeña. Después tuvo a Rubén y luego a trillizas, de las cuales sólo sobrevivió una: Amaya. Su última hija se llamaba Eva, que también murió a una temprana edad.
Durante años, Dolores mantuvo una relación con Francisco Antón, quien pertenecía al partido y era diecisiete años menor que ella. Cuando esto se hizo público, el Partido se opuso, y ella se doblegó ya que prefería sacrificar su vida sentimental a sus ideales políticos.
Tras la muerte de Franco, volvió a España el 13 de mayo de 1977 y fue elegida a los 82 años como diputada de las Cortes Constituyentes. Murió en Madrid en 1989 tras una larga vida política.
He elegido a esta mujer porque demostró una gran valentía y una fuerte pasión por su trabajo. Y también, porque a pesar de las muchas dificultades a las que tuvo que hacer frente, salió adelante con mucho valor.
Me recuerda a todas las mujeres luchadoras, que batallan día a día por cumplir sus sueños.
Sueños de plástico por Soraya Aracil, 2ºESO A
Esta es la historia de cómo una mujer con un poquito de amor e imaginación pudo cambiar el mundo. Ruth Handler nació el cuatro de noviembre de 1916 en Denver (Estados Unidos), fue la menor de los diez hijos que tuvieron sus padres Jacob Josehp Mosko e Ida Rubenstein, inmigrantes de origen polaco. Los años transcurrieron, y en el año 1938, Ruth se casó con Elliot Handler, conocido por ser el fundador de la empresa Mattel. El 27 de abril de 2002, Ruth falleció a los 85 años a consecuencia de una enfermedad.
Como todos saben, la creación de la muñeca Barbie se le atribuye a una mujer de negocios y con espíritu emprendedor, Ruth Handler. La historia de la muñeca comenzó con su hija Bárbara, ya que la niña prefería jugar con muñecas de papel con aspecto adulto que con muñecas de forma infantil.
En un viaje a Alemania, Ruth vio en un escaparate a una muñeca alemana llamada Lilli (muñeca pensada para hombres adultos), Ruth compró la muñeca para su hija Bárbara. Cuando volvió a casa rehízo el diseño de la misma y se lo presentó a su marido Elliot Handler (fundador de la empresa Mattel), pero no logró convencerle. Sin embargo, lejos de desistir, creyó en sí misma y en sus posibilidades para crear algo nuevo. Y así surgió la magia.
Barbie tomó el diminutivo de Bárbara. La muñeca fue presentada en la feria del juguete de Nueva York el nueve de marzo de 1959 y su éxito fue inmediato.
He elegido a esta mujer porque fue la persona que dio vida a una muñeca que ha formado parte de muchas infancias. Jugar con estas muñecas ayudó a la imaginación a volar lejos y libre, haciéndonos creer que todo lo que se sueña puede hacerse realidad.