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¿Qué es la vida?, ¿Por qué merece la pena luchar?

Desde el momento que venimos al mundo, incluso mucho antes de contemplar esa primera luz, el ser humano ya ha puesto de manifiesto que necesita de algo tan primario, pero tan prioritario a la vez como es el amor, necesita amar y sentirse amado. Sin ese sentimiento se siente perdido, incapaz de vagar por ese inhóspito lugar llamado Tierra. Sólo con amor se anima a dar sus primeros pasos, a pronunciar sus primeras palabras, por supuesto dirigidas a sus grandes amores. Sólo el amor le impulsa a seguir adelante, a pesar del dolor. Y es el amor quien nos ayuda a crecer, nos hace valorar la inmensidad de la vida, nos hace personas. Sin amor no comprenderíamos la importancia de ese gran tesoro llamado VIDA.

A lo largo de este impredecible viaje, reímos, soñamos, lloramos, caemos, renacemos con más fuerza, pero sobre todo amamos, amamos sin condición, en ocasiones de una forma casi irracional. El amor es lo que nos mueve, nos guía, nos mantiene despiertos, por él luchamos, por él encontramos siempre un motivo para seguir adelante, para no rendirnos ante las adversidades, porque cuando la muerte venga a buscarnos, sólo nos quedará la tranquilidad de haber conocido el amor. Eso es lo que le da sentido a la vida. Eso es la vida…

Dedicado con todo nuestro cariño a las personas que están sufriendo, para que la luz de su hermosa sonrisa brille por siempre…

Fotograma de La Vida es Bella

 Fotograma de La Vida es Bella

La vida es un baile. Un baile de lágrimas, de risas, de emociones, de decisiones importantes, de esfuerzo, de dolor… Pero también de locuras y estupideces.

Un proceso o una etapa en la que hemos de demostrar quiénes somos, pero sobre todo un proceso para conocernos a nosotros mismos, para saber quiénes somos en realidad.

En este baile, el compás quizá sea difícil de llevar. Armarse cada día de fuerza y valor para estar preparados ante cualquier ventisca que nos quiera hacer caer.  Saber llevar este tiempo, llamado vida, aprendiendo a amar, a volar, a reír, a disfrutar, pero sobre todo a saber levantarnos cada vez que ella misma, la vida, nos hace caer sin parar.

Yo pienso que cada etapa de nuestra vida tiene un significado y nos hace aprender: Naces y sin darte cuenta este reloj comienza a ponerse en marcha, sin saber cuándo se quedará sin pilas. Vas creciendo y viviendo cosas que te marcan, logros y derrotas, y circunstancias que sin habértelas ganado, te golpean en lo más profundo del alma.

“Qué bonita la vida”, como diría Dani Martín en esta, su canción: “Qué bonita la vida
que da todo de golpe y luego te lo quita”. Sí, a veces la vida nos hace sentir poderosos, grandes y cuando menos te lo esperas, ahí está la desgracia, sin preguntar, dispuesta a romper todos tus esquemas.

Un día como otro cualquiera, te lo comunican y piensas que todo está perdido, que ya nada vale la pena. No es lo mismo decirlo que vivirlo, pero yo pienso que lo que tienen que tener en cuenta estas personas es que ahora no pueden venirse abajo.  Ahora que la vida les pide que sean fuertes, no pueden decirle que no. Vivamos juntos, aprovechemos esos pequeños momentos, caminemos juntos de la mano para caer y levantarnos…

Luchar, esa palabra que parece que todos dicen, pero muy pocos ponen en práctica. ¿Luchar?, ¿para qué? Si al final todos acabaremos igual. Sí, eso es cierto, pero nuestro reloj aun nos da esos pequeños “tic-tac”, y si los da es por algo. Vamos a hacer que nuestros “tic-tac” no sólo se queden en eso y ahora sí, luchemos para que suenen bien fuerte y nos hagan sentir realmente vivos. Aprenderemos a sentirnos vivos de muchas maneras, pero la principal es porque nuestros más cercanos acompañantes en la vida, están ahí para recordarnos que de esta se puede salir.

Siempre hay una motivación para seguir adelante. Cuando estemos tristes pensemos que una sonrisa nuestra puede iluminar a nuestros seres queridos, pero una lágrima puede hacerles naufragar en el más profundo de los océanos.

María Castillo Berlanga. 2º ESO A

La vida es un gran regalo que nuestros padres nos quisieron dar y tenemos que entender por qué. Cuando nacemos nuestros padres nos dan un hogar, nos atienden, nos cuidan… y así durante toda una vida. Hasta que un día somos lo suficientemente maduros y nos hacemos esa gran pregunta: ¿Qué es la vida? Y entonces es cuando descubrimos que es realmente un regalo. Muchas personas piensan que la vida consiste en ganar dinero y gastarlo en casas, coches, fiestas…pero lo más triste es que piensan que así son felices.

Hoy en día parece que el dinero es sinónimo de felicidad, y cuántas veces nos hemos sorprendido al ver a niños de África que no tienen nada sonreír, gente que con lo imprescindible es capaz de mostrarte la sonrisa más grande del mundo…y nos preguntamos: ¿sin tener nada se puede ser feliz?. La palabra FELICIDAD está sujeta al significado que nosotros mismos le queramos dar. Así que cojamos todos un papel y un bolígrafo y apuntemos: “felicidad es sinónimo de saber vivir con lo imprescindible”. Imaginemos una vida en la que el dinero no tuviera ningún valor. ¿Seríamos más felices? Os puedo garantizar que sí. La gente aprendería a vivir con lo realmente necesario, nadie pasaría hambre, todos tendríamos el mismo poder, aprenderíamos a dar gracias por lo que de verdad merece la pena luchar: la familia, los amigos… Y solo así conseguiríamos lo que todo ser humano busca en la tierra: ser feliz. Dicho todo esto llegamos a la respuesta de esa gran pregunta: ¿Qué es la vida? La vida es un regalo que se nos ha dado y que debemos de aprovechar y cuidar porque sólo tenemos la oportunidad de vivir una vez, y ya que se nos ha hecho este gran regalo parémonos a pensar y digamos: ¿Qué es lo que necesito para vivir y ser feliz?

Para vivir y ser feliz no necesitamos otra cosa que la familia, los amigos y a todas aquellas personas que cada día nos muestran que se preocupan por nosotros. Esas personas que hacen que en un día triste, riamos, que nos apoyen en nuestros buenos y malos momentos…etc. Por estas personas es por las que merece la pena luchar cada día. Otra de las cosas por las que merece la pena luchar es por tus sueños. Si te propones un reto, no abandones nunca, porque con esfuerzo se consigue todo. Vale la pena luchar por un mundo mejor donde no existan pobres y ricos, donde no existan guerras, donde no exista el racismo, ni nada que hace que hoy este mundo se consuma por el egoísmo de algunas personas. Todos iguales ante los derechos, sin gente que mate a otra por codicia o venganza. Detalles en los que todos nos paramos a pensar, pero por los que aún nadie ha hecho nada. Todas estas cosas son por las que cada día merece la pena luchar.

Con todo esto llegamos a comprender que la vida es un regalo que hay que cuidar y mejorar y si empezamos nosotros mismos, por muy poco que podamos hacer siempre habrá alguien detrás que siga nuestros pasos y a su vez otro, y llegará el día en que nuestro ejemplo represente la primera piedra para un futuro mejor, y entonces podremos estar orgullosos y decir: “luché por un mundo mejor y lo conseguí, ¿habrá algo más grande que eso?”. Así que antes de que este regalo llamado vida se funda y se la regalemos a nuestros hijos, parémonos, y digamos: ¿Es este regalo lo que mis hijos van a querer? ¿O lo puedo mejorar para que vivan más felices? ¡Podemos conseguirlo!. ¿Te atreves?

Esther Bornay Balaguer 2ºESO B

Creo que es la primera vez que escribo sobre qué me parece la vida, y en realidad no estoy segura. La vida es lo más grande que podemos tener. Mi madre me suele decir que la aproveche al máximo porque sólo son dos días. Yo creo que en la vida hay diferentes etapas, algunas son duras, difíciles y malas, de manera que todo parece ir mal, nada nos sale bien… Hasta que en el momento menos esperado todo cambia. La vida es como una montaña rusa, tiene subidas y bajadas, un día puedes estar en lo más alto, (aunque no debes acostumbrarte), y al día siguiente puede que estés en lo más bajo.

Hace un tiempo empecé a pensar que la vida no era lo que yo merecía, que no me quería y que sólo hacía que caer y caer, pensaba que ésta me trataba mal. Me costó bastante darme cuenta de que así funcionaba la vida y que si después de cada caída me levantaba, la vida me hacía más fuerte. Empecé a descubrir que para mí la vida era una forma de expresarme, era la lucha por un sueño, y sabía que tenía que vivirla al máximo y debía disfrutar de cada momento que ésta me pudiera ofrecer. A veces me dan bajones, como a todo el mundo, creo que es algo normal. Y cuando estoy así prefiero encerrarme en mi cuarto y no dejo que nadie me moleste, pues al quedarme sola es cuando empiezo a ver el lado positivo de la vida, y me siento animada a levantarme y sonreír.

En mi vida he pasado por momentos de gran tristeza, pero detrás de cada uno de ellos llega siempre una sonrisa y unas ganas enormes de aprovechar la vida. A pesar de todo sigo adelante siempre, tropezándome y levantándome después de cada caída. La vida es muy bonita. De cada tropiezo aprendo un poco más y entiendo que las cosas no son fáciles y para conseguirlas hay que esforzarse a diario. Para mí, la mejor manera de afrontar la vida es sonriendo. Merece la pena luchar porque la vida trae muchas cosas buenas, las cuales seguro que te hacen feliz. Siempre hay un sueño por el cual seguir luchando, una persona por la que seguir amando, un futuro al que esperar. Todo ello te anima, te da esperanza y alegría y ganas y razones por las cuales vivir.

Thais Mirón Fernández, 2ºESO A

La vida es un enorme regalo que nos han dado nuestros padres, y por ello hay que disfrutarla y aprovecharla al máximo. En la vida se tienen muchas cosas, pero las más importantes, sin duda, son tres: la amistad, contar con amigos a los que ayudarás y te ayudarán siempre que lo necesites, personas que han compartido y compartirán algunos de los grandes momentos de tu vida; el amor, cuando conoces a esa persona que te hace sentir especial y única, con la que compartes sentimientos, emociones, inquietudes y con la que decides compartir una cosa muy importante, que es tu vida; y por último, las segundas oportunidades que te permiten redimirte, en cierto, de los errores que pudiste cometer en tu vida. La gente te suele dar otra oportunidad para demostrar que estás arrepentido y puedes mejorar. Por todo esto y mucho más, merece la pena luchar y no rendirte hasta exhalar el último aliento de vida.

Por mi parte, pienso que tengo buenos amigos y lucharé  por mantener esa amistad, conseguir el amor y hacer todo esto sin rendirme.

Pablo Galiano Durá, 2ºESO B

La vida es lo único que realmente tenemos, es lo único que nos debe de preocupar, pues no sabemos cuándo se nos puede acabar, por eso debemos disfrutar de ella cada segundo. Hay momentos en los que la vida se complica, se convierte en nuestro peor castigo, pero es en entonces cuando tenemos que demostrar que somos fuertes y que somos capaces de superarnos.

En la vida hay momentos buenos y  malos, y en eso consiste vivir. No podemos  abandonar y rendirnos al camino “más fácil”, porque la muerte es sencilla, pero vivir implica que seamos muy valientes, pero merece la pena porque es el mejor de los regalos.

Sin duda merece la pena luchar, porque nunca sabemos lo que nos dará ésta. Se suele decir que no hay mal que por bien no venga, y tal vez sea verdad, porque detrás de cada disgusto hay una enseñanza, una especie de moraleja que nos ayuda a ser más fuertes.

La vida es el regalo más útil y el único que nos llevaremos cuando nos marchemos de aquí, pues su recuerdo nos abrigará eternamente. Si la vida fuera perfecta…. ¿Qué es lo que realmente obtendríamos de ella, que aprenderíamos de ésta? Nos equivocaremos muchas veces, tropezaremos…. Pero por eso somos humanos, y podremos rectificar y levantarnos cada vez que nos caigamos.

La vida es lo mejor que tenemos, por ello hay que disfrutarla, porque algún día dejaremos de vivir y no podremos sabemos cuándo puede llegar ese día.

Anhely Kleebatt Barrín, 2ºESO A

Para mí la vida es un regalo, un regalo que se tiene que aprovechar todo lo que podamos. Un viaje con todas sus características. Muchas veces estaremos deprimidos, pensaremos que no hacemos nada que sirva en este mundo, creeremos que sólo somos una insignificante persona de las millones y millones que habitan en la Tierra. Y aunque en cierto modo es verdad, todos estamos aquí por algo aunque no lo sepamos, ya sea para hacer sonreír a los demás, para ayudarlos, para desarrollar algún cargo importante… Aunque pienso que eso no es lo más determinante en esta vida. Estamos aquí para aprovecharla y disfrutarla, ¡nosotros decidimos cómo queremos vivirla!

En nuestra vida vamos a pasar por muchos momentos desagradables, problemas menos y más importantes; pero también vamos a pasar por muchos, muchos más momentos que merecerá la pena recordar, o que simplemente nos han habrán hecho sonreír, aunque sólo fuera por un segundo, y eso es bonito. Creo que vale la pena luchar por esos momentos, luchar por lo que de verdad queremos, luchar por lo que nos haga sonreír. Merece la pena vivir, ser feliz, diseñar tu vida como quieras, siempre que te haga feliz y no haga daño a los demás.

Tienes que recordar que tú eres el dueño de tu vida, no los demás, y tú eres el que puedes convertir los momentos malos en momentos buenos.

Muchas personas tienen miedo a la muerte… ¿por qué? Es una cosa más de la vida, todos moriremos en algún momento. 10 de cada 10 personas, no hay que estar pendiente de la muerte, porque llegará inevitablemente. Hay que vivir y morir. Después de todo, la muerte dura un segundo… Pero… ¿y todo lo de antes? Por muy poco tiempo que vivas, la vida es siempre más larga que la muerte. Hay que seguir hacia delante en esta vida, si te tropiezas con una piedra la quitas, y luego sigues disfrutando del gran viaje, como debe ser.

Cristina Ferrero Miró, 2ºESO A

Para mí la vida no es ser famoso, rico y rodearse de gente que parece que te quiere, pero que en realidad no lo hacen. No es despertarse y tenerlo todo ya hecho, sin que implique esfuerzo alguno. Es luchar por un objetivo, y no rendirnos a la frustración de ni siquiera haberlo intentado, pues la vida es mucho más que eso.

Yo el sentido de la vida lo encuentro al despertar cada mañana al lado de una familia que me quiere de verdad. Tener la esperanza de que sea un buen día lleno de alegrías. Sentir esa sensación de haber logrado aquello que tantas veces has intentado. La vida también es esa sensación de estrés que llega cuando tenemos muchas cosas por hacer y no tienes suficiente tiempo, pero aún así tú sigues hacia delante y de una manera mágica consigues todo lo que querías hacer e incluso te sobra tiempo para descansar.

Es tener la satisfacción de ver cómo has conseguido desde el principio hasta ahora la vida que tienes, la cual has amoldado como arcilla  y le has dado la forma que más te gustaba; con partes más difíciles de acomodar (para las que pusiste los cinco sentidos), y otras que tomaron una forma que sólo con el tiempo concebiste como errónea, pero la arcilla ya estaba seca y no lo pudiste cambiar. En cambio, también hubo trozos fáciles de moldear. Y todos ellos constituyen la esencia de la vida, cosas básicas que no debería quitarte nadie. Y por ello merece la pena luchar, para que nadie se convierta nunca en dueño de tu caminar. Tú eres el dueño de tu vida, no dejes que pase como si no te importara, rindiéndote al devenir de los días sin más. Que todos los que te quieren te recuerden con amor.

Todo esto es la vida y tienes que luchar para que nadie te la arrebate, porque cada persona tiene sólo una y una única oportunidad para vivirla como quiera.

Ana García Juan 2ºESO A

Para mí la vida es una lucha continua. En los buenos momentos sientes ilusión por superarte y crecer, por vivir cada momento al lado de las personas que quieres, y por ir alcanzando metas y acumulando vivencias. Pero en las situaciones difíciles es más complicado mantener esa ilusión, ya que hay experiencias que resultan tan dolorosas que nos parecen insuperables: la enfermedad de alguien a quien quieres, una muerte, despedirte de esa persona a quien tanto amas porque sabes que pronto se irá. Y sentir la rabia y la impotencia de no saber dónde estará.

Yo personalmente tengo miedo a lo desconocido, miedo a no poder volver a ver a alguien a quien quiero mucho, por ejemplo a mis abuelos. Cada día los veo más mayores y cuando pienso que un día se irán me causa tanta pena que creo que no lo podré superar. Pero llega el momento que no puedes ser tan negativo, tienes que ser fuerte, seguir adelante porque esta vida, aunque hermosa, es dura, y como no sabemos si volveremos, hay que disfrutarla al máximo, sin hacer daño a nadie, intentando cumplir nuestros sueños. A veces cuando miro atrás, veo lo que poco a poco he ido construyendo, los logros que ido alcanzando y esto me da impulso para seguir adelante con valentía.

Paula Ruiz Masegosa, 2ºESO A

Para mí la vida es un regalo que todos recibimos, pero sólo de cada uno de nosotros depende el que la disfrutemos o no al máximo. La vida es lo más hermoso que podemos tener y dar, es una experiencia que debemos saborear todo lo que podamos, porque queramos o no, sólo se podrá vivir una vez, por lo tanto hay que luchar por intentar ser feliz pase lo que pase. Disfrutar la vida plenamente es algo a veces complicado, pero no imposible. Habrá momentos de tu vida en los que te sientas mal, enfadado, triste…pero eso no es motivo para borrar la sonrisa y seguir hacia delante, plantando cara a los obstáculos.

Merece la pena luchar porque todo esfuerzo tiene su recompensa, y si luchamos por lo que queremos, algún día puede que se cumplan nuestros sueños. No hay que rendirse nunca, ni tirar la toalla en los momentos más difíciles, e intentar siempre ir por el camino correcto.

Luchar por lo que quieres es lo más importante de todo, debes marcarte metas, retos e ir a por ellos. Estas son motivaciones que sirven para ver la vida de otro modo.

 Nicolás Verdú Seguí, 2ºESO A

La vida es muy bonita. Es un regalo que nos ofrecen nuestros padres. A partir de ahí comienza una vida, nuestra vida. Bueno, para mí la vida es algo inexpresable, poder estar aquí ahora escribiendo esto es algo maravilloso. Y aunque a veces no lo agradezcamos, no lo pensemos o simplemente no nos demos cuenta, tener la oportunidad de vivir es el más grande de todos los regalos, sobre todo sabiendo lo afortunados que somos de haber nacido en este lugar y de poder ser felices. No todas las personas lo tienen tan fácil como nosotros, y a pesar de que a menudo pensemos que tenemos mala suerte, en el fondo sabemos que hay mucha gente que desearía estar en nuestra piel y tener las mismas comodidades que nosotros.

Como dice la canción: “qué bonita la vida, que da todo de golpe, y luego te lo quita….” Sí, es cierto, seguro que más de uno ha sentido alguna vez que lo tenía todo, y en cuestión de segundos, su mundo sufre un cambio drástico, radical. La terrible sensación de perder a un familiar o a un ser querido es un buen ejemplo de ello. Pero aún en esa temible situación, debemos hacer un sobresfuerzo por tratar de aceptarlo, porque la vida es así y no podemos hacer nada mejor que levantarnos después de las caídas y seguir adelante. Por eso hay que luchar. Tal vez ser fuerte valga más que ser valiente, no rendirse nunca y tener constancia día a día es algo que debemos aplicar a nuestra rutina. Llega un momento en la vida en que nosotros mismos tenemos que tomar nuestras decisiones, ya nadie las toma por nosotros. Muchas veces nos enfrentaremos a problemas, pero nunca debemos rendirnos, debemos afrontarlos con valentía y perseverancia. Un ejemplo para mí de lucha y superación es sin duda mi tío Rafa, y ya que escribo esta redacción con motivo del día contra el cáncer, quería darle las gracias por todo, él siempre será un ejemplo de vida para mí. A mi tío le detectaron la enfermedad en 2008, pero él fue fuerte, dio todo lo que pudo de sí mismo y jamás se rindió. Fueron cinco años de lucha, de ir de hospital en hospital y él siempre tenía una sonrisa en la cara. Jamás perdió la esperanza de que algún día aquella terrible pesadilla terminara y todo volviera a la normalidad. Mi tío no consiguió ganar aquella batalla, pero aún así para mí ganó la guerra más dura: no dejar de sonreír a pesar de todo. Sé que desde allá arriba nos cuida y nos protege, ¡te quiero mucho tío!.

Después de todo lo que pasó, yo aprendí también a ser fuerte, y espero que todos vosotros también lo seáis y que sobre todo, nunca perdáis la sonrisa, porque valorando cada segundo es cuando eres feliz, cuando aprovechas la vida al máximo, pues vivir triste es estar muerto.

Carla Juan Beneyto, 2ºESO B

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