Dice el refrán que “sabe más el diablo por viejo que por diablo”, y cierto es, que, aunque la experiencia de los años me ha servido para aprender, aún tengo esperanza de que sea mucho, muchísimo lo que el tiempo me permita descubrir. Porque la curiosidad, aunque dicen las malas lenguas “que mató al gato”, es lo que nos mantiene vivos, ávidos de saber, sedientos de explorar mundo…Y puede que sólo así, con la sabiduría que confieren los momentos vividos, “no tropecemos una y otra vez con la misma piedra”.
Con la edad uno se vuelve más cauto, mide sus palabras, no vaya a ser “que por la boca muera el pez”, pero lo cierto es que pocas o muchas, las que nos atrevemos a pronunciar suenan más honestas, con menos aristas, con menos rodeos, pero con una implacable sinceridad. El tiempo, aunque efímero y fugaz, siempre llega a la hora justa para poner orden y dictar sentencia, “no hay mal que cien años dure”. Éste se llevará tras de sí la tristeza y nos dejará a cambio una lección. No olvidemos que “después de la tempestad siempre llega la calma”. Por eso, antes de que el gran justiciero emita su primer veredicto, concedámonos la maravillosa oportunidad de ser fieles a lo que somos, a nuestra esencia, a nuestros principios. Escuchemos nuestra voz interior y démosle la fuerza suficiente para que su eco resuene sin cesar. Seamos buenos, con nosotros y con los demás, pues al final, “cada uno recoge lo que siembra”, ¿y quién querría para sí el resultado de una mala cosecha?
¡Y vive!, sé que suena redundante, pero no hay mejor eslogan para la causa, Vivir, sin olvidarnos del que sufre, valorando lo que tenemos, sin concederle importancia a las cosas nimias, pues lo grave llega sin previo aviso. Despiértate pronto, las horas de sueño te impiden lanzarte a la búsqueda de los mismos, y por si te sirve de aliciente, “a quien madruga, Dios le ayuda”. No tengas miedo a equivocarte, siempre podrás rectificar, de hecho “es de sabios”, y no dudes en decir lo que piensas, lo que sientes, porque, aunque digan “que en boca cerrada no entran moscas”, la mordaza nos privaría de otros placeres, y de sentido común es “que quien tiene boca, se equivoca”.
Vive, la vida es un regalo, y ya sabes, “que de bien nacido es ser agradecido”. ¡Aprovéchala, disfrútala, exprímela, ámala!
Aida Pastor
He aquí nuestro sentido homenaje a los refranes y frases hechas de nuestro país…
Trabajo realizado por Hanna Talledo:
Trabajo realizado por Silvia Albert y Carolina Martínez:
Trabajo realizado por Eva Berbegal y Naiara Carrillo:
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Trabajo realizado por Lucía López, Camila Mendoza y Carolina Valdivieso:
Trabajo realizado por Javier Bernabeu y Nacho Serrano:
Trabajo realizado por Inés Llinares y Nacho Sola: