Hace algunos años, por circunstancias que la vida a veces te deja como prueba, me di cuenta de que todas las personas venimos al mundo por una razón. Puede que tardemos poco en descubrirla o, quizá, necesitemos de muchos años para hacerlo, pero es muy probable que llegado el momento la veamos ante nosotros con claridad.
El primer encontronazo duro y real con la muerte me dio la esperanza necesaria para creer en dicha teoría. Era tremendamente injusto que el destino impusiera su ferocidad sobre alguien tan joven, tan lleno de ganas de vivir, pero entonces, desde mi profundo dolor, comencé a recordar todo lo que había aprendido de ese maravilloso ser humano, me vi a mí misma recorriendo las calles a su lado, feliz, y viviendo de verdad ese sencillo momento. Rememoré muchas de las veces que había terminado con dolor de estómago por lo que había reído escuchando sus chistes, y cuando tocaba la puerta de mi habitación para traerme la cena, y yo la devoraba. O cuando me arropaba y me cogía la mano y entonces ya no me daba miedo la noche. Pensé en sus abrazos y en todos los te quiero, en las tardes de cine, en las canciones que siempre sonaban en su voz, en sus ojos siempre brillantes. Y recordé la última Navidad, su deseo de ver el mar, la magia que hacía para regalarme un cumpleaños inolvidable, su forma de sonreírle a la vida. Y justo cuando creía que iba a desmoronarme una vez más, una inefable paz interior recorrió por completo mi cuerpo. Mi padre, el que siempre sería mi héroe, había cumplido su misión, y puede que se fuera sin saberlo, no sé si algún día lo averiguaré, pero lo cierto es que su porqué reviviría cada día en cada uno de nosotros. Y así es como yo quiero vivir.
¿Mi porqué? Es difícil despejar semejante interrogante, aunque empiezo a creer que la respuesta es más sencilla de lo que creo. Mi razón es mi familia, a la que no elegí, pero tuve ese inmenso privilegio; mi porqué está en mi trabajo, que es mucho más que eso, pues sin él nunca hubiera completado buena parte de mi esencia; mis razones, mis porqués los encuentro en la gente que amo, en los sueños que intento mantener vivos, en mi esfuerzo por ser mejor persona, en mi afán por aprender, descubrir, y no estar nunca de vuelta de nada, en saber que esta oportunidad merece realmente la pena.
Mi porqué podrá llenarse de más motivos a lo largo de este inescrutable camino, quién sabe, seguiré caminando para no perdérmelo, hasta que algún día, las respuestas dejen de vivir en mí, y suceda, como en la historia que os conté, que alguien las atesore en su corazón y le alienten a seguir buscando su lugar.
Mi porqué por Candela Fernández:
Soy hija, sobrina, hermana, nieta, amiga, vecina… pero sobre todo soy yo.
Nací el 28 de abril de 2005, hace catorce años.
Según mis padres me dicen, soy lo más preciado que tienen, junto a mi hermana. Dicen que he cambiado por la edad, pero a pesar de nuestros enfados cada dos por tres, me quieren muchísimo.
Para mis amigos soy atenta, comprensiva, demasiado enfadica, generosa, graciosa y bastante dominante. Me encanta que todo esté perfecto, y si puede ser, a mi gusto. Quizás ese sea el porqué de mis discusiones diarias con todo el mundo.
Yo creo que soy una persona distinta, no sé muy bien si para bien o para mal. Tengo un carácter muy imponente y siempre me enfado por cualquier cosa. A pesar de esto, soy una persona a la que le encanta hacer reír a los demás.
Una sonrisa más es una desgracia menos.
La verdad es que no sé muy bien cuál es mi porqué, no sé por qué toda la gente de mi alrededor me aprecia si suelo herir a todo el mundo cuando me enfado, pero creo que tengo algo dentro de mí que hace que me arrepienta de las cosas justo a tiempo, casi siempre.
Me encantaría poder expresar mis sentimientos hacia todo el mundo, porque a pesar de llevar en este mundo catorce años, pocas personas me han aclarado cuál es mi porqué, y la mitad ya no están.
Creo que si estoy aquí es únicamente para hacer ver a los demás que por muchos baches que tenga la vida y que se nos cruzan por delante, hay que seguir en pie.
Creo que soy ejemplo de superación, soy la voz interior que dice “no te rindas, no todo está perdido”. Porque además de ser todos y cada uno de los adjetivos que me definen, soy el ejemplo perfecto de interés y apoyo a uno mismo.
¿Cuál es mi porqué? Por Marina Brotons:
Nunca me había hecho esta pregunta, ¿Cuál es mi porqué? Después de estar varios días pensando sobre el tema he llegado a la conclusión de que, como todo el mundo, lo que quiero es ser feliz. Parece algo simple, ser feliz, pero si lo piensas te darás cuenta de que es bastante complicado. Pocas personas logran ser verdaderamente felices, creo que esto se debe a que los humanos buscamos esta sensación en lo material en lugar de en lo sentimental. Desde mi punto de vista la felicidad es poder estar rodeado de personas que te quieren y te aprecian. Pienso que, sobre todo, en la etapa de la vida en la que me encuentro debo valorar más a mi familia y amigos, ya que son lo más importante que tengo y sé que ellos estarán siempre que los necesite. Cada vez me voy dando más cuenta de que lo que me hace verdaderamente feliz es ver a mis amigas alegres. No me gusta ver a mis seres queridos tristes, por eso intento sacarles siempre una gran sonrisa y cuando lo consigo y escucho sus carcajadas o veo su rostro de felicidad me siento la persona más alegre del mundo. Además, cuando son ellas las que me sacan una sonrisa a mí, pienso en lo afortunada que soy de poder tenerlas a mi lado y de poder compartir tantos momentos junto a ellas.
Uno de mis mayores sueños es poder tener una gran familia. Creo que esto se debe a que soy hija única, cosa que puede estar bien, pero preferiría poder tener hermanos con los que compartir aventuras, secretos, momentos… A veces veo como mis amigas o familiares hablan con sus hermanos, comparten consejos o se cuentan anécdotas y pienso en lo bonito que sería poder hacer lo mismo.
Yo pienso que he venido a este mundo para poder disfrutar y saber valorar los buenos momentos junto a mis seres queridos. Lo que quiero conseguir es dejar de lado la tristeza, que en muchas ocasiones llega sin razones suficientes y no me deja aprovechar mi vida.
¿Cuál es tu porqué, tu razón de ser? Por Elisabeth Carrasco:
Mi porqué en esta vida es ser una buena persona, hacer muchas amistades, ayudar y ser empática con los demás y sobre todo, saber escuchar y tener paciencia.
También parte de mi porqué, es estar con mi familia, ir de vacaciones, estudiar, para, en un futuro, tener mi carrera, casarme, tener hijos…
Creo que para la mayoría de la gente su porqué son los objetos materiales y el dinero, porque sin el dinero es evidente que no podríamos vivir y por eso trabajamos para conseguirlo, pero no es el todo la mayoría de gente está equivocada, porque la gran parte del porqué de todos, es la felicidad, pues aunque solo sea un sentimiento, la felicidad la podemos encontrar en todos los sitios, hasta en las cosas más sencillas, creo que es algo que nos caracteriza, algo que nos hace únicos y especiales. Y sí… Eso creo que el porqué de la vida es sacar lo mejor de ti, intentar que tú te sientas orgulloso de ti mismo, quererte tal y como eres, no dejar ningún gesto de cariño para otro día o momento, sacar los valores que te han inculcado, es decir, tú mejor parte y, sobre todo, lo más importante de todo, disfrutar cada día y cada momento como si fuera el último.
¿CUÁL ES MI PORQUÉ? Por Irene Villar:
Nunca me había planteado esta pregunta, considero que en la actualidad mi porqué de vivir son mis amigos y familia.
Creo que ellos son realmente mi porqué, ya que por ellos muchas veces hago unas cosas u otras.
Siempre han estado ellos conmigo en casos buenos y malos, entonces yo también estoy con ellos casi siempre porque me han hecho ver que yo no podría vivir sin ellos.
Normalmente cuando me pasa algo malo, o estoy indecisa, u otros muchos motivos por los que no estoy bien suelo pedir consejo a mi familia y a mis amigos. Y eso me ha dado mucho que pensar, ya que no podría vivir sin ellos y sin esos consejos.
Otro pilar de mi vida es la danza. Me gusta porque combina la música y la expresión facial. Muchas veces cuando estoy agobiada suelo poner música y bailo por mi casa.
Dentro de la danza el tipo que más me gusta es el ballet, ya que te suele enseñar muchas disciplinas sobre tu cuerpo. También me encanta por el motivo que puedes crear la historia que quieras puedes expresar la tuya propia.
En un futuro me gustaría trabajar en un laboratorio especializado en reproducción in vitro y creo que eso me llenaría personalmente.
Todos estos motivos se resumen en un solo sentimiento, que es la felicidad.
MI PORQUÉ por Mar Mira
Creo que todos tenemos una misión especial en la vida y dependiendo de las capacidades y habilidades que vayamos desarrollando a lo largo de nuestra vida nos inclinaremos hacia lo que más nos guste o nos sintamos atraídos. Hay personas a las que les gusta crear, pintar… Otras que inventan e investigan, otros son felices ayudando a los demás. Conforme vayamos madurando, nos daremos cuentan de que es lo qué queremos ser o a qué queremos dedicar nuestro tiempo.
A mí personalmente, me gusta ayudar a la gente, me llama la atención el campo de la medicina, aunque también me inclino mucho por la música con la cual me siento muy cómoda, me hace muy feliz y me ayuda a desconectar de los problemas, pero, por un lado es una disciplina muy estricta y requiere muchas horas de estudio, y por otra parte, es lo que me hace feliz y no voy a parar de pelear hasta conseguir lo que yo quiero. Aparte creo que estoy aquí para apoyar a las personas de mi entorno, ya que no soporto ver tristeza en ellos e intento animarlos para que se sientan mejor. Como todos, también tengo mis defectos y uno de ellos es que me agobio demasiado y no veo lo positivo en muchas ocasiones, aunque a lo largo de esta vida intentaré afrontarlo con mucha paciencia.
Todavía es muy pronto para saber a qué me quiero dedicar (pero tengo cierta idea), lo más importante es que estamos en este mundo para intentar hacer felices a los demás pero sobre todo ser feliz uno mismo.
¿CUÁL ES MI PORQUÉ? Por Miguel Monzó
Hola, me llamo Miguel Ángel Monzó Guillem, y nací el 28 de febrero del 2005. Vivo en Ibi, y por ahora quiero seguir aquí.
El por qué estoy aquí, claro está que es por mis padres. La verdad es que yo llegué sin avisar, por sorpresa, pero como me dice mi madre siempre, llegué en el momento justo, no tenía pensado quedarse embarazada tan pronto, pero así fue.
Ella siempre me dice que cuando nací solo me faltaban un par de alas para ser un ángel, su ángel de la guarda, por eso lo de mi nombre compuesto, MIGUEL ÁNGEL, aunque todos me llaman Miguel.
Y además por parte de mi familia materna, desde que nació mi tío Paco no habían nacido más chicos, así que mi abuelo y mi tío dieron las gracias. ¡por fin un chico!.
Yo creo que en esta vida todos nacemos con un motivo, sea el que sea…y el destino y la forma de vida que luego decidamos seguir será lo que marque nuestro camino. Soy muy joven pero ya he vivido experiencias que me han hecho madurar y que me han hecho saber decidir por mí mismo lo que quiero y no quiero no en mi vida.
¿Cuál es mi porqué? Pues ahora mismo pienso que ser feliz y disfrutar de mi gente y encargarme de que ellos también lo sean.
Ya que sin querer el tiempo pasa, las personas cambian y la vida también.
¿CUÁL ES TU PORQUÉ, TU RAZÓN DE SER? Por Claudia Juan
Estoy convencida de que todos venimos a este mundo para aportar aquello que nos hace únicos y especiales.
Cuando somos pequeños, no somos conscientes de que nuestro paso en este mundo es limitado, pues nacemos, vamos creciendo hasta que llega un momento en el que aprendemos que algún día finalizará nuestra vida. Creo que es en ese momento cuando empiezas a plantearte, cuál es tu papel contigo misma y con los demás.
En un plano más personal, yo me di cuenta cuando me enfrenté por primera vez a la pérdida de un familiar cercano, mi abuelo, fue en ese instante, cuando vi y sentí, que nuestra vida puede cambiar en un segundo. Ese hecho me hizo replantearme muchas cosas, valorar los pequeños detalles, permanecer feliz y compartir mi alegría con las personas que me rodean, y ,sobre todo, no dejar de vivir ningún momento que la vida nos ofrece. Aunque no es fácil permanecer siempre contento, cuando tengo malos momentos, comienzo a pensar en mis planes de futuro, si se cumplirán mis sueños, si alcanzaré mis logros… No tengo muy claro qué quiero estudiar ,pero lo que tengo muy presente es que quiero seguir rodeada de gente a la que adoro, e intentar hacer sentir bien a mi familia, amigos, compañeros…
Me vuelvo a replantear el título de esta redacción, e intento imaginar mi vida cuando cumpla cuarenta años, me gustaría compartir mi vida con alguien, y poder formar una familia llena de felicidad y amor, pudiendo disfrutar momentos juntos.
Respecto a mi afición, quizás me imagino como una profesora de Historia, o en cualquier profesión en la que un futuro me guste y quiera disfrutar de ello.
Me gustaría viajar, conocer nuevas culturas y poder enriquecerme y nutrirme de las diferentes formas de vivir de otras personas, y aprender a valorar y conformarnos con lo que tenemos.
En definitiva, mi objetivo y el de todas las personas, es ser feliz y disfrutar de los pequeños momentos.