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Cuentos para pensar…

Historias que llegan al corazón de la mano de los alumnos de 1ºESO. Relájense, dejen volar su imaginación y disfruten…

Emilio Hueso Romero y Adrián Palazón Lillo, 1ºESO A y 1ºESO B

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Jorge Serrano Arratia y Roberto Molina Martínez, 1ºESO A

 

Ángela Vilaplana Verdú y Nicolás Payá Martínez, 1ºESO A y 1ºESO B

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Elena Verdú Cerdá y Marina Chorro Alcaraz, 1ºESO A

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Roberto Teruel Chorro, Cristofer Montero Leyme y Esthiven Velepucha Arévalo, 1ºESO A

CAMPAMENTO DE RAP NAVIDEÑO

Sandra Yago Regidor y Estela Ortega Bernabéu, 1ºESO B

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Ángela Mínguez Bernabéu, Denisa Turcu, Verónica Gisbert Ruiz, 1ºESO A

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Recital de Poesía

EL CONTRABANDISTA

José Zorrilla

Subiendo la negra roca
 de embarazosa montaña,
contrabandosta español
bridón andaluz cabalga.

 Lleva el trabuco a su lado,
el cuchillo entre la faja,

 y con el humo del puro
su voz varonil levanta.

» Que brame en la peña el viento,
 que se arda el monte vecino,
que rompa el inhie
sto pino
el aquilón violento.

 Yo desprecio sus furores;
y aquí solo, sin señ
ores,
de pesadumbres ajeno,
oigo el huracán sereno

 y canto al crujir del trueno
mis amores

Elena Verdú

» El albor de la mañana,
en sus matices de rosa,
me trae la imagen graciosa
de mi maja sevillana,
y en sus variados colores
me pinta las lindas flores
del suelo donde nací,
donde inocente reí,
donde primero sentí
mis amores.»

» Cuando la enemiga bala
chilla medrosa a mi oído,
ya mi contrario caído
el alma rabioso exhala.
¡Qué me importan vengadores
cien fusiles matadores
que amenacen mi cabeza!
Con mi Moro  y mi destreza
yo les canto en la maleza
mis amores.»

Por Elena Verdú Cerdá, 1ºESO A

CAMPO

Antonio Machado

La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.

Allá, sobre los montes,
quedan algunas brasas.

Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.

Melchor 2

¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!

¿Lloras?… Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.

Por Melchor Pérez Ortuño, 1ºESO B

A MARGARITA DEBAYLE

Rubén Darío

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,

un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vió una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

Mila

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así…

Por Mila Ferrero Martínez, 1ºESO B

LA PINTURA

Rafael Alberti

A ti, lino en el campo. A ti, extendida
superficie, a los ojos, en espera.
A ti, imaginación, helor u hoguera,
diseño fiel o llama desceñida.

A ti, línea impensada o concebida.
A ti, pincel heroico, roca o cera,
obediente al estilo o la manera,
dócil a la medida o desmedida.

Estela

A ti, forma; color, sonoro empeño
porque la vida ya volumen hable,
sombra entre luz, luz entre sol, oscura.

A ti, fingida realidad del sueño.
A ti, materia plástica palpable.
A ti, mano, pintor de la Pintura.

A ti, lino en el campo. A ti, extendida
superficie, a los ojos, en espera.
A ti, imaginación, helor u hoguera,
diseño fiel o llama desceñida.

A ti, línea impensada o concebida.
A ti, pincel heroico, roca o cera,
obediente al estilo o la manera,
dócil a la medida o desmedida.

A ti, forma; color, sonoro empeño
porque la vida ya volumen hable,
sombra entre luz, luz entre sol, oscura.

A ti, fingida realidad del sueño.
A ti, materia plástica palpable.
A ti, mano, pintor de la Pintura.

Por Estela Ortega Bernabéu, 1ºESO B

LA GENTE DICE

Gloria Fuertes

La gente dice:
«Pobres tiene que haber siempre»
y se quedan tan anchos
tan estrechos de miras,
tan vacíos de espíritu,
tan llenos de comodidad.

Cristina

Yo aseguro
con emoción
que en un próximo futuro
sólo habrá pobres de vocación.

Por Cristina Gosálbez Beneyto, 1ºESO A

LA LUNA, SIEMPRE

Ana María Rodas

Ángela

Redonda, hinchada de frotarse contra el cielo
rasga mi piel con su delgada luz
Cae sobre mi pelo
con la levedad de una sirena
que no se hubiera dado cuenta
que no posee piernas
Solivianta mi sangre
me enciende de locura
me regala una piel fosforescente
y me convierte
aceite hirviendo
en fauna
(cascos y cuernos y cabello desbocado
bajo el lúbrico soplo de lo oscuro).

Por Ángela Vilaplana Verdú, 1ºESO A

CAMPOAMOR

Rubén Darío

Adrián

Éste del cabello cano,
como la piel del armiño,
juntó su candor de niño
con su experiencia de anciano;
cuando se tiene en la mano
un libro de tal varón,
abeja es cada expresión
que, volando del papel,
deja en los labios la miel
y pica en el corazón.

Por Adrián Palazón Lillo, 1ºESO A

PAZ QUE ES JUSTICIA

Gloria Fuertes

Pescador, poeta,
minero, torero.
Los cuatro oficios
que yo prefiero.
Y más que el oro,
dorado y negro,
quiero la Paz,
para los pueblos.
¡Paz,  que es justicia
es lo que quiero!

Sandra

Por Sandra Yago Regidor, 1ºESO B

ABRIL

Juan Ramón Jiménez

Abril, sin tu asistencia clara, fuera
invierno de caídos esplendores;
mas aunque abril no te abra a ti sus flores,
tú siempre exaltarás la primavera.

Eres la primavera verdadera;
rosa de los caminos interiores,
brisa de los secretos corredores,
lumbre de la recóndita ladera.

Noemí

¡Qué paz, cuando en la tarde misteriosa,
abrazados los dos, sea tu risa
el surtidor de nuestra sola fuente!

Mi corazón recogerá tu rosa,
sobre mis ojos se echará tu brisa,
tu luz se dormirá sobre mi frente…

Por Noemí Sáez Ramírez, 1ºESO B

RIMA IV

Gustavo Adolfo Bécquer

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Gara

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

Por Gara Guillem Estupiñán, 1ºESO B

ANOCHE CUANDO DORMÍA

Antonio Machado

Inés

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.


Por Inés Díaz Peñalver, 1ºESO A

LA CANCIÓN DEL PIRATA

José de Espronceda

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:

«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

David Verdú

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar…

Por David Verdú Cerdá, 1ºESO A

CAMINANTE NO HAY CAMINO

 Antonio Machado

 Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

David Rus

Por David Rus, 1ºESO A

RIMA LXI

Gustavo Adolfo Bécquer

Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho,
        ¿quién se sentará?

Cuando la trémula mano
tienda, próximo a expirar,
buscando una mano amiga,
        ¿quién la estrechará?

Cuando la muerte vidríe
de mis ojos el cristal,
mis párpados aún abiertos,
        ¿quién los cerrará?

Marina

Cuando la campana suene
(si suena en mi funeral)
una oración, al oírla,
        ¿quién murmurará?

Cuando mis pálidos restos
oprima la tierra ya,
sobre la olvidada fosa,
        ¿quién vendrá a llorar?

¿Quién en fin, al otro día,
cuando el sol vuelva a brillar,
de que pasé por el mundo
        quién se acordará?

Por Marina Chorro Alcaraz, 1ºESO A

 

Dedicado a todos los maestros del mundo…

No han pasado tantos años desde que nosotros estuvimos sentados en el mismo lugar que vosotros, nuestros alumnos, ocupáis hoy…y es por ello, aunque tal vez os cueste creerlo, que nos sentimos identificados con vuestra mirada tímida, vuestra sonrisa pícara, vuestra inocencia y vuestra incipiente madurez, y al miraros recordamos con especial añoranza el porqué un día decidimos elegir esta profesión, que entendemos como nuestra forma de vida…Decidimos ser maestros porque encontramos una razón ineludible: vosotros, los niños, nuestros niños. Y esa fue, es y será razón más que suficiente para levantarnos cada mañana con la misma ilusión, sacar fuerzas de nuestros corazones para poder ofreceros lo mejor de nosotros mismos; y sabemos que aunque a veces no es fácil, no cesaremos nunca en nuestro esfuerzo por conseguir que seáis grandes personas.

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Creo que soy muy afortunado porque por mi vida han pasado muy buenos profesores. Pienso que la figura del profesor es muy importante en la vida de una persona, porque pasamos mucho tiempo juntos y de ellos depende nuestra formación para el futuro y nuestra educación. Pero además de educarnos y formarnos, también es muy importante que un profesor tenga valores como la empatía, el respeto, la amistad, la lealtad y que sepa transmitirlo a sus alumnos; y por supuesto, que sepa valorar el esfuerzo del alumno y lo motive a seguir estudiando.

Aunque también es muy importante que el alumno sea respetuoso con su profesor y haga uso de los valores que ha aprendido.

Con esta carta quiero dar gracias por todo lo que me habéis ayudado y me estáis enseñando.

Luis Bernabeu Martos, 2ºESO B

Un rap…Con Encarni en Matemáticas, ella está elevada al cuadrado y yo estoy elevado al cubo, y por eso el nivel de clase siempre lo subo. En Lengua con Aida, las sílabas pueden ser tónicas, con las notas que saco la dejo catatónica. Con Asun en Geografía, que es lo que más me gusta estudiar, ella es una gran profesora cuando se trata de enseñar. Luis es mi tutor, y para mí es un gran profesor, si digo esto es porque me sale del corazón. Con María José en plástica y tecnología un proyecto cada día, también se me dan bien las acuarelas y las pinturas…y cuando se trata de hacer algún trabajo, yo hago esculturas. Yo sólo hago rap, no hablo, esto va dedicado a los profesores del San Juan y San Pablo.

Christopher Daniel Montero Leyme, 1ºESO A

Queridos maestros, para mí todos sois grandes personas a las que quiero, que me ayudan y me apoyan. Sois uno de los grupos de personas que más me importa en la vida, porque he aprendido y sigo aprendiendo mucho de vosotros.

Claudia Santonja Beneyto, 1ºESO A

Queridos profesores: Este año nos estáis enseñando mucho, cada vez aprendemos más cosas y también estamos interesados por aquello nuevo que nos enseñáis. Estamos muy orgullosos de teneros.

Paola Martínez Moltó, 1ºESO A

 Sé que no estudiamos mucho, que no nos comportamos en ocasiones muy bien…Por eso, os quiero dar las gracias por esforzaros día a día en las clases, por demostrar paciencia, sabiduría y respeto.

Elena Verdú Cerdá, 1ºESO A

Este mensaje va dedicado a todos los profesores y profesoras que se esfuerzan mucho por enseñarnos todo lo que hoy sabemos y lo que sabremos. Gracias profesores.

Nicolás Verdú Seguí, 2ºESO A

Queridos maestros. Soy Cristina, y quiero deciros que muchas gracias por estar con nosotros para enseñarnos todo lo que sabéis, aunque estemos de mal humor, enfadados, seamos pesados…tenéis paciencia con nosotros, y aunque a veces os enfadéis, sabemos que lo hacéis por nuestro bien.

Muchas gracias profesores por enseñarnos matemáticas, inglés, lengua, naturales, porque sin vosotros no sabríamos por qué las palabras son agudas, por qué se hacen multiplicaciones, por qué…Por eso os dedico esta carta, para agradeceros todo lo que hacéis por nosotros.

Cristina Gosálbez Beneyto, 1ºESO A

Sólo quiero decir que muchas gracias por todo. Sinceramente, no entiendo cómo nos podéis aguantar a veces: chillamos, hablamos mientras explicáis…Y aun así, desde que entramos por la puerta del colegio, os convertís en nuestros padres, nos enseñáis cosas, nos orientáis, nos corregís, y nos ayudáis a ser mejores personas, y de vez en cuando organizáis divertidas excursiones. Sólo digo una cosa e insisto: Muchas gracias por todo. Sois los mejores.

Ángela Mínguez Bernabéu, 1ºESO A

Los profesores, aparte de ser como de nuestra familia, son las personas que nos enseñan a ser mejores. Ellos nos ofrecen todo lo que saben en cuanto a conocimientos y comportamiento.

Alejandro Esteve Díaz, 2ºESO A

El maestro es la persona que se esfuerza diariamente por nosotros para ayudarnos, aunque y aunque nosotros ahora no le damos la suficiente importancia, dentro de unos años nos daremos cuenta.

Pablo Amorós Gámez, 1ºESO A

Queridos maestros os escribo esto porque quiero que sepáis que estoy muy agradecido por lo que habéis hecho año tras año; siempre habéis estado ahí cuando lo he necesitado, pero no sólo conmigo, sino también con todos mis compañeros. Gracias por lo que hacéis por todos nosotros, y gracias por vuestro trabajo.

Adrián Palazón Lillo, 1ºESO A

Los maestros tienen una gran responsabilidad, ya que son como unos segundos padres para nosotros. Son los que nos han enseñado a leer, a sumar, a escribir…Gracias a ellos conseguiremos algún día ser alguien importante y tener un trabajo decente, es por ello que nuestros padres están tan agradecidos, ya que nos enseñáis una buena educación y os preocupáis por nosotros. Muchas gracias por todo lo que hacéis por nosotros y la paciencia que demostráis. Os estaremos eternamente agradecidos.

Lidia Ibarra Roldán, 1ºESO A

Los profesores son como una luz en nuestras vidas. Sin ellos no sabríamos qué hacer.

Katherine Tanaí Tanaí, 2ºESO A

Queridos maestros: A vosotros que cuando no entiendo me explicáis las cosas con paciencia, que cuando me peleo me corregís; a vosotros que me enseñáis a aprender, que siempre os habéis preocupado por nosotros, que siempre habéis estado ahí, cuando lloro y cuando estoy alegre. Un beso a todos los maestros.

Ismael Boronat Aculal, 1ºESO A

Hoy es el día del profesor, los cuales nos han enseñado todo lo que sabemos. Gracias a ellos en un futuro tendremos posibilidades de conseguir un trabajo digno.

David Verdú Cerdá, 1ºESO A

El día del profesor es el día en el que damos gracias o celebramos la suerte que tenemos de tener a profesores que no sólo nos enseñan, sino que se esfuerzan para que saquemos buenas notas.

Carolina Chacón Quirant, 2ºESO A

Para mí un profesor es como un segundo padre o madre. Te han enseñado desde muy pequeños cosas sobre el mundo, cosas nuevas para mí, al igual que mis padres, que han estado siempre a mi lado: en mis primeras palabras, en mis primeros pasos…Los profesores siempre dan consejos para la vida, al igual que nuestros padres; por ello tenemos que estarles siempre agradecidos.

Marta Cortés Vera, 2ºESO B

Para el alumno, el mejor profesor no es el más inteligente, sino el más paciente.

María Castillo Berlanga, 2ºESO A

Para mí un profesor es una persona más en el mundo, pero de ellos aprendes cosas que de nadie más aprendes.

Lucía Palau Almarche, 2ºESO B

Los profesores son personas que nos ayudan a solucionar problemas, a veces pueden ser un poco duros, pero siempre quieren lo mejor para nosotros

David Bernabeu Verdú, 2ºESO B

Los profesores son un ejemplo a seguir, son como mis segundos padres. Los profesores nos enseñan cosas que no sabemos, nos hacen ser personas maduras, nos guían por el camino de la felicidad y nos ayudan en todo.

Javier López Vilaplana, 2ºESO B

Los maestros son personas que conocemos a lo largo de nuestra vida. Algunos nos dejan huella, otros nos gustan, otros menos, pero su función no se limita a la de enseñarnos sólo el contenido de los libros, sino también valores humanos que nos ayudarán a ser mejores personas. Son los maestros los que nos guiarán en nuestro caminar. Muchas veces no valoramos su esfuerzo, así que hoy: Día del Maestro, reflexionemos y seamos mejores alumnos.

Carla Juan Beneyto, 2ºESO B

Para mí un profesor es una persona que con mucho esfuerzo y dedicación ha podido llegar al trabajo que más le gusta: enseñar. Un profesor lo primero que debe tener es paciencia y, sobre todo, con los adolescentes; también tiene que tener carácter para saber reñir en el momento en que los alumnos se pasen. Yo a veces pienso en los profesores que me dan clase e intento plantearme lo que haría yo en su lugar, y lo cierto es que yo no podría aguantar tanto la compostura; por eso, todas las veces que yo hablo o me porto mal, veo al profesor enfadado y me siento mal, pues pienso en todo lo que ellos hacen por nosotros…

María Saavedra Guillem, 2ºESO B

Los profesores son una parte imprescindible de nuestra vida porque ellos nos han enseñado todo lo que sabemos. Felicidades.

Paula Ruiz Masegosa, 2ºESO A

¿Qué puedo decir de esos maestros que siempre están ahí cuando los necesitas? Un buen maestro es aquel que te ayuda, te repite las cosas y está a tu lado. Darles las gracias a todos esos profesores que me enseñan tanto y se preocupan por mí. Por eso se celebra el día del maestro, porque os lo merecéis, hacéis un trabajo muy significativo para nuestras vidas. Todo lo que sabemos es gracias a vosotros, y por vosotros celebro con orgullo este día.

Silvio Treviño Mira, 2ºESO B

Los profesores son muy importantes porque la educación es primordial, y cuando eres mayor se refleja todo el esfuerzo que han hecho.

Pepe Pastor Valero, 2ºESO A

Los profesores ponen todo su empeño para que nosotros atendamos, aprendamos y podamos llegar a alcanzar nuestros sueños. Hay veces que me voy feliz a casa porque he descubierto cosas nuevas de las que aprender, y gracias a ellos llegaremos a ser los mejores.

Especialmente dedicado a todas y todos los profesores que han creído y creen en mí. Gracias

Omar García Expósito, 2ºESO B

Dedicado a todos los niños del mundo…

Muchos la recuerdan como la etapa más feliz de su vida, tal vez porque por entonces gozábamos de algo que perdimos al crecer: esa inocencia desde la cual lo contemplábamos todo, tanto lo triste como lo maravilloso. De hecho, no sería extraño pensar que alguien desease con todas sus fuerzas volver de nuevo a ser un niño y recuperar parte de su infancia, para poder así sonreír por las cosas más cotidianas: abrazar, besar y en definitiva, manifestar cariño con la fuerza y la naturalidad con la que solíamos hacerlo de pequeños; soñar, llorar, saltar y gritar con la libertad de un tiempo pasado que se fue perdiendo con la madurez.

 Sin embargo, aunque nunca podamos volver a ella, sí conservaremos parte de su esencia el resto de nuestra vida. Una suerte que, desafortunadamente, no podremos compartir con aquellos niños que nunca pudieron serlo en realidad, obligados por sus desdichadas circunstancias a renunciar a su derecho a la inocencia, al derecho a reír, a jugar, y en definitiva, al derecho a ser feliz. Hoy, Día Internacional del Niño, pedimos porque todos esos pequeños a los que les fue arrebatada su infancia reciban algún día la merecida oportunidad de sentir la emoción, la vitalidad y la alegría del niño que nunca pudieron ser.

Es misión de todos velar porque cada niño del mundo tenga garantizado algo tan elemental y necesario como es la infancia, pues como dijo Nelson Mandela, “No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que trata a sus niños”.  Son los más débiles, los más vulnerables, pero sin duda lo más preciado que tenemos, es por ello que debemos ser la voz de aquellos que no pueden alzarla para defenderse.

Little girl looking through window

Siempre me había planteado lo importante que es la infancia, pero nunca hasta qué punto. La infancia no solo es una etapa de la vida, sino toda la vida en sí. La infancia es como el comienzo de una historia,y el principio es la base de todo. Yo he tenido una gran infancia rodeada de mis amigos y mi familia, pero me paro a pensar en esos niños que no han tenido una infancia digna. No han podido ir al colegio, ni aprender, ni jugar.. y lo peor de todo es que no han podido alimentarse correctamente y han tenido que trabajar para poder vivir. Hoy he tenido que escribirle una tarjeta de felicitación de Navidad a un niño que mis padres tienen apadrinado en África. Iba a desearle una feliz Navidad y como de costumbre poner la típica frase de “y que te traigan muchos regalos”, pero he pensado que sería una tontería poner algo así, porque su familia no tiene nada, sólo he podido desearle que sea feliz estas Navidades y decirle que siga esforzándose en esa escuela a la que gracias a mis padres y a la ONG, puede ir. El no tiene nada que poder regalarnos, pero con mucha felicidad y esfuerzo el nos responde con un trabajito que han hecho en la escuela, y nosotros nos alegramos mucho. Y eso demuestra las ganas de aprender de esos niños y lo poco que aprovechamos y valoramos lo que nosotros tenemos. Por eso la infancia es una etapa tan importante, porque gracias a los estudios este niño tendrá un futuro con más oportunidades.

 Esther Bornay Balaguer, 2ºESO B

 La infancia es, sin duda, una de las etapas más importantes de nuestra vida. Es en ella cuando comenzamos a aprender, a descubrir… Hacemos cosas que marcarán nuestra vida. Cuando somos pequeños, nuestro mayor regalo es estar en el brazo de nuestros padres, y las preocupaciones no existen. Pero, desgraciadamente, no para todos los niños es así de fácil. Hay niños que luchan por sobrevivir cada día y no pueden disfrutar de su familia. ¿Acaso no es suficientemente triste ver como millones de niños tienen que vivir en la calle sin ningún tipo de protección, y sin poder ser felices? Por ello, hoy en el día de los derechos del niño, recemos por aquellos pequeños valientes, para que puedan salir adelante y vuelvan sonreír. “Mira a tu alrededor con los ojos de un niño y descubrirás miles de cosas nuevas cada día.”

 Carla Juan Beneyto, 2ºESO B

La infancia es ese momento en el que lo tenemos casi todo, en el que la libertad es hacer lo que nos plazca, en el que somos pequeños. Pero la infancia no sólo es eso, es una etapa de nuestra vida que nos marcará para siempre, tanto en nuestra forma de ser, como en la forma de expresarnos. Por eso hay que aprovechar ese momento, porque sólo se vive una vez, pero siempre queda presente en el pensamiento. Es ese momento en el que más tiempo estamos con nuestros padres, porque conforme vamos creciendo pasamos más tiempo con los amigos que con nuestra propia familia; por eso siempre hay que hacer de la infancia el mejor momento, porque algunos niños no la pueden disfrutar plenamente, y siempre vivirán con esa pena interior. En la infancia es cuando nos formamos, y nuestros padres son los que nos dan ejemplo, por eso no hay que presenciar ningún acto de violencia ni de maltrato, porque la infancia tiene que ser el mejor momento de la vida.

 Ana Carbonell Prieto, 2ºESO B

La infancia es muy importante en la vida de una persona. Es la etapa en la que conoces casi o prácticamente todo. Durante la infancia aprendemos a leer, a querer, a apreciar las cosas, por eso es importante ayudar a los niños que lo han perdido todo, porque se les ha privado de la grandeza de la infancia.

Cristina Gosálbez Beneyto, 1ºESO A

Mi infancia ha sido feliz porque yo siempre he tenido a mi familia conmigo, y si me pasaba algo ellos estaban ahí para ayudarme, al igual que ahora. Pero si te paras a pensar que un niño de Filipinas puede que ya no tenga nada de eso porque ha perdido a su familia…es algo muy triste. Yo desde aquí quiero enviar un beso enorme a todos esos niños, niñas y bebés.

Arantxa Pérez Tamarit, 2ºESO B

Esta carta se la dedico a todos aquellos niños que han perdido su infancia debido a trágicas experiencias, que por desgracia son reales. Los niños nacemos con ojos dispuestos a ver todo lo precioso, a abrazar todo lo alegre y a ser queridos de todo corazón, y no a ser maltratados o juzgados por cualquier razón.

Elena Verdú Cerdá, 1ºESO A

La infancia es una etapa muy importante de la vida. Es la base que le da sentido completo a nuestra existencia.

Ángela Mínguez Bernabéu, 1ºESO A

Esta semana es la semana de la infancia, algo tan valioso que por desgracia le fue arrebatado a muchos niños. Esta carta se la quiero dedicar a esos pobres niños marcados de por vida tras sufrir violaciones, discriminaciones, abusos, burlas y malos tratos, pues eso no lo merece ninguna persona, ¡NINGUNA!

David Verdú Cerdá, 1ºESO A

¡Hola! Sé lo que os está sucediendo…Yo nunca he pasado por eso. De pequeña pedía, pedía, pedía, pero nunca agradecía lo que tenía y otros niños no podían tener. Me imagino que no haber disfrutado de la infancia debe ser algo muy duro, de hecho, creo que de mayor no piensas tanto en lo que vas a hacer, sino en lo que ya has hecho y has pasado de niño, por eso para mí tener infancia y ser pequeño es el regalo más maravilloso de esta vida.

Angie Pabón Peinado, 1ºESO A

 ¡Hola soy Lidia!, y quiero deciros que deberíamos ayudar a aquellos niños que lo están pasando mal, como los de Filipinas, y también a todos aquellos que no tienen familia, que están pasando hambre, que son maltratados, que desde pequeños trabajan…Yo creo que todos debemos tener una infancia divertida, ya que sólo vivimos una vez. Desde aquí animo a que todos nosotros pongamos nuestro granito de arena para que no lo pasen mal y que todos esos niños lleguen a ser en algún momento de su vida felices. ¡Apoyemos a estos niños!

Lidia Ibarra Roldán, 1ºESO A

Yo opino que la infancia es la etapa más importante de nuestra vida, ya que es donde más nos divertimos y aprendemos cada día algo nuevo. Sin embargo, existen personas que por desgracia han arrebatado la infancia de algunos niños, como es el caso de aquellos que viven en la extrema pobreza y se ven obligados a trabajar para mantener a sus familias. Ellos se merecen una buena infancia.

Verónica Gisbert Ruiz, 1ºESO A

Yo pienso que la infancia es una cosa muy importante que necesitan tener todos los niños y niñas del mundo. Según como hayas vivido dicha etapa, sabrás enfocar la vida de una manera o de otra.

Jorge Serrano Arratia, 1ºESO A

La infancia es el momento más mágico en la vida de una persona, cuando lo más importante es no salirse de la rayita al pintar y lo más duro enfadarse con un amigo y que no te invite a su cumpleaños; pero por desgracia hay niños que tienen problemas más graves. A diferencia de nosotros, hay niños que, o bien no tienen para comer, o bien padecen graves enfermedades, o un fenómeno natural les ha dejado sin nada. Por ello tenemos que dar gracias, porque aunque a veces no nos demos cuenta, somos muy afortunados.

Natalia Peydró Medina, 1ºESO B

La infancia es la mejor época en la vida de cualquier persona, porque puedes disfrutar y no tienes tantas obligaciones como los mayores, pero algunos pobres y desdichados niños se ven obligados a trabajar para poder vivir. Eso es injusto, porque todos los niños merecen una infancia en la que divertirse.

Abraham Rico Lorente, 1ºESO B

Yo creo que lo más importante es la infancia es tener una familia que te quiera y te cuide, y te aporte los valores que te acompañarán durante toda la vida. Y la infancia es tan importante porque cuando somos pequeños, somos como esponjas y absorbemos todo lo que nos rodea.

Mila Martínez Ferrero, 1ºESO B

 La infancia es básicamente como los cimientos para construir nuestra casa. En ella ocurren los hechos que siempre recordaremos y que nos marcarán. Somos felices, despreocupados, divertidos e inocentes. Pues qué más da lo que piensen los demás, si somos niños. Así que si eres un niño y me estás escuchando, aprovecha cada momento y no quieras crecer, y si no eres un niño físicamente, sé que tienes una pequeña semilla de niñez que perdurará en ti por siempre.

María Castillo Berlanga, 2ºESO A

La infancia es un regalo de la vida que todos los niños deberían tener, pero por desgracia, en este mundo, hay niños y niñas que no pueden vivirla porque tienen que trabajar, y nunca habrán podido disfrutar de la más tierna inocencia. Lo lamento mucho por ellos.

Laura Santonja Carricondo, 2ºESO A

La infancia es la etapa de tu vida en la que aprendes todo lo que necesitas para el resto de tus días, por lo tanto es la más importante, y al fin y al cabo sólo se vive una vez.

Carolina Chacón Quirant, 2ºESO A

Este mensaje va dedicado a todas las personas que debido a su situación no pueden, ni han podido disfrutar de su infancia. Por ello, todas las personas que puedan disfrutar de ella que lo hagan, porque la infancia es la base de la persona.

Nicolás Verdú Seguí, 2ºESO A

Para mí la infancia es algo muy importante, es algo que se debería de aprovechar al máximo, ya que de hecho, a muchos jóvenes y adultos les gustaría volver a ser niños y poder jugar con sus juguetes favoritos, sus amigos, o simplemente volver a ser alguien inocente con la capacidad de imaginar todo lo que más desean. Por eso quiero pedir por aquellos niños que no tienen infancia, para que alguna vez puedan experimentar la sensación de ser niños.

Cristina Ferrero Miró, 2ºESO A

Para mí la infancia es un regalo, un tesoro, una riqueza que se gasta rápidamente y que realmente casi nadie aprovecha. La infancia es una época sin preocupaciones, feliz, con pocas obligaciones y donde se determina nuestra personalidad, pero que por desgracia, no pueden gozar todos los niños.

Toni Vicedo Pina, 2ºESO B

 La infancia es como una rosa que al llegar el otoño se seca y cuando llega la primavera se hace un fruto, hasta que madura y se cae. Es decir, la infancia te prepara para convertirte en adulto.

Javier López Vilaplana, 2ºESO B

La infancia es la etapa más importante de nuestra vida porque hace de cada persona lo que es.

David Bernabeu Verdú, 2ºESO B

Vive tu infancia de la forma más feliz posible, ya que sólo se vive una vez. En esta etapa de la vida aprendes a formarte como persona y marca la base de cómo serás en un futuro.

Eduardo Payá Martínez, 2ºESO B

Vive tu infancia llena de felicidad y diversión, porque ésta sólo sucede una vez en la vida, y no se debe desperdiciar, pues dentro de unos años ya no podrás vivir esta dulce etapa. Y además, hay que sentirnos afortunados porque no todos los niños pueden gozar de ella.

Carlos Micó Giner, 2ºESO B

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Reseñas de libros

Estimados alumnos y alumnas aquí os dejo, tal y como os prometí, algunos ejemplos de reseñas de libros. Espero os gusten y os ayuden…

Esclavos del silencio (La piel de la memoria)

La piel de la memoria

Kalil Mtube era un niño como cualquier otro. Había nacido en un continente desdichado y en un país aún más pobre: Malí, en el seno de una aldea que ni tan siquiera figuraba en los mapas: Mubalébala; sin embargo, y a pesar de las circunstancias, Kalil era feliz, feliz porque tenía a sus padres, a sus hermanos y porque en su pequeño mundo, el único que había podido conocer, la gente había aprendido a vivir, como él, de las pequeñas cosas.

Pero los sueños y sobre todo las esperanzas, no conocen geografías, porque residen en el corazón de las personas. Y eso le sucedía al pequeño Kalil, quien solía imaginarse a sí mismo en un futuro como una persona formada, que hubiese aprendido muchas cosas y con un buen trabajo. En definitiva, nada que no desease cualquier persona, sólo que en su caso esa era una ambición que difícilmente podría despojarse algún día del disfraz de la utopía.

Todo empezó a desmoronarse en la vida de Kalil el día en que perdió a su madre: Kebila Yasee, quien le había dado tanto cariño y le había enseñado tantas cosas de la vida. El padre se quedó entonces al cuidado de Kalil y de sus ocho hermanos, pero el sustento familiar no alcanzaba para todos y la situación empezó a ser cada vez más insostenible, hasta que el cabeza de familia decidió tomar una drástica decisión que marcaría para siempre el camino de Kalil.

Era una mañana cualquiera en el pequeño poblado de Mubalébala, y aunque era soleada, algo le decía a Kalil que la oscuridad no tardaría en cernirse sobre él. Su padre mantenía una conversación acalorada con un señor al que Kalil nunca antes había visto. Kalil no entendía apenas nada, simplemente pudo deducir que estaban negociando un precio, pero lo que no sabía es que en realidad estaban hablando de él. Todo transcurrió muy rápido y antes de que pudiera darse cuenta, su inocencia estaba siendo arrastrada a trompicones por la tierra árida sobre la que tantas veces había corrido y jugado. Se desprendió así de la mano de su padre, quien le había vendido con la esperanza de que pudiera encontrar un futuro mejor, y ahora su vida, su libertad estaba en aquellas manos enemigas, cargadas de odio e incomprensión.

Así comienza el desgarrador testimonio de Kalil Mtube, la historia real de un niño al que la vida privó sin miramientos de todo aquello que un día le había hecho feliz, arrastrándole a una carrera sin fin por la supervivencia. Jordi Sierra i Fabra vuelve a sorprender, aunque esta vez con mayor fuerza si cabe, con esta obra de emotivo título: La piel de la memoria.

Durante sus treinta años viajando por el mundo, este autor catalán, tal y como se recoge en el prólogo de esta novela, tuvo la oportunidad de conocer a niños protagonistas de crudas y conmovedoras vivencias. Kalil Mtube fue uno de esos niños a los que la suerte no acompañó; tras ser vendido por su padre, algo que él nunca pudo entender aunque sí llegó a perdonarle, fue conducido hasta una plantación de cacao en Costa de Marfil. Allí pasó dos años de su vida marcados por el horror que infundía el propietario de aquellas tierras: Manu Sibango, quien se limitaba a explotar a todos los niños que habían llegado hasta allí enviados por sus familias con la ilusión de que algún día, tras recaudar algo de dinero, pudieran tener una vida mejor.

Kalil, a pesar de su tierna ignorancia, propia de un niño de once años, sabía que aquello no era justo y que tanto él, como todos los demás niños de aquel agónico lugar, merecían algo mucho mejor, pues al fin y al cabo no habían hecho nada malo para estar allí. Cada día que pasaba era para Kalil una condena y sólo le mantenía vivo sus ganas de escapar, de huir para regresar a su tierra, junto a sus hermanos y poder volver a ser feliz como un día lo había sido.

Nadie reía en aquel ominoso lugar, nadie se quejaba, todo era gris, triste, cada día era igual de duro que el anterior, y las esperanzas de que algún día todo cambiase se habían evaporado con el devenir del tiempo; pero entonces, como un sueño inesperado, llegó ella: Naya. Kalil había escuchado hablar del amor en muchas ocasiones, pero no supo lo que era en realidad hasta que la contempló por primera vez. No tardaron en hacerse amigos, sentían una conexión mágica que les ayudaba a sobrellevar mejor su compleja situación. En cuanto Kalil la vio, supo que Naya sería especial para él el resto de su vida. Y la salvó de su relación con un hombre que tras saber que se había quedado embarazada, la abandonó.

Kalil había encontrado un motivo para continuar adelante, para luchar e incluso para albergar la posibilidad de poder hallar la felicidad aun esas circunstancias; pero desafortunadamente, las cosas se torcieron y Kalil supo entonces que tenía que marcharse de aquel lugar.

Nadie se atrevía a desafiar las normas del vil y despiadado Manu Sibango, pero Kalil lo tenía claro, sabía que tenía que escapar de allí para siempre. Su experiencia le había hecho fuerte y sabía que su madre estaba con él y le guiaba; no sería fácil, pero al menos tenía que intentarlo y así lo hizo…

Resulta extraño pensar que esta historia pueda haber ocurrido en pleno siglo XXI, donde hablar de esclavitud es hablar de una lacra del pasado más remoto, a la que teóricamente un día se consiguió poner fin; sin embargo, no es así. La piel de la memoria es el testigo vivo de una de las muchas, infinitas voces que tuvieron que vivir en silencio ese calvario y de todas aquellas que siguen sufriéndolo hoy.

La piel de la memoria es un canto a la vida, a la verdadera amistad, al amor; pero sobre todo es una historia para reflexionar, llena de valores y con un mensaje claro: amar la vida. A través de un lenguaje sencillo y accesible, el mismo protagonista Kalil Mtube es quien va narrando en primera persona cada paso, cada detalle de su truculenta experiencia, y lo hace con tal naturalidad, que consigue transportar al lector a cada uno de los escenarios de su historia. Sus ojos, los ojos del pequeño Kalil se convierten desde el principio en los ojos de aquel que está siguiendo el relato, y de esta manera consigue que el lector se emocione, se conmueva, se entristezca con él, logrando la plena identificación, en definitiva, una perfecta empatía.

Una historia para pensar, para soñar, para aprender a valorar el verdadero sentido de la vida, para hacernos ver la inmensidad que se esconde en las cosas más pequeñas, una historia para emocionarnos, para hacernos crecer como seres humanos; en definitiva, una historia que nos ayudará a querer ser mejores personas cada día. Así es La piel de la memoria… una memoria, que como cuenta el sabio del poblado de Kalil, Mayele Kunasse, está nutrida y seguirá nutriéndose por todo lo que vamos recogiendo en cada escalón de la vida, para así formar las capas de la misma, su curtida piel.

Caperucita en la ciudad de la libertad (Caperucita en Manhattan)

caperucita

Todos conocemos el cuento clásico de Caperucita Roja: Una niña que vestida siempre con la misma caperuza roja y acompañada de su cesta de magdalenas, iba cada día a visitar a su dulce y tierna abuela con la que le gustaba pasar largas horas. Pero un día, la curiosa y atrevida Caperucita decide, aun a sabiendas de que con ello desobedecería a su madre, tomar otro camino para poder así cruzar el tenebroso bosque, con tan mala suerte que se encuentra a un malvado y feroz lobo que logrará engañarla con su astucia, para llegar antes a la casa de la pobre abuelita…Y el final, como ya sabéis, con adaptaciones infantiles aparte, no es precisamente feliz.

Así era la Caperucita de Perrault y también lo fue de los hermanos Grimm, aunque en una versión más dulcificada. La Caperucita de nuestro tiempo vive en Manhattan, se llama Sara Allen y sueña con la libertad. Creció rodeada por los libros que le regalaba Aurelio, el marido de su abuela, a la que tanto admira. Y esas lecturas plagadas de fantasía y sueños fueron alimentando su fe en que algún día ella sería la protagonista de una de esas historias con las que tanto le gustaba recrearse.

Sara tiene diez años y vive en Brooklyn con sus padres, pero ella no soporta vivir allí, porque desde bien niña se convenció a sí misma de que las cosas más maravillosas sólo pasaban en Manhattan, el núcleo central de la ciudad de Nueva York. Cada noche, cuando todas las luces se apagan, Sara pasa minutos e incluso horas imaginando que vaga libre por las calles de la gran manzana, descubriendo a su paso secretos e historias que jamás podrá olvidar.

Cada sábado, Sara, su madre y una gran y sabrosa tarta de fresa, la preferida de la señora Allen, cuya receta es un auténtico secreto de familia, van hasta casa de la abuelita en Morningside. Sara adora a su abuela, le fascinan las historias que siempre le cuenta, su poderosa imaginación y su carácter espontáneo e intrépido, tan diferente al de su madre, quien siempre la lleva fuertemente cogida de la mano y no la deja soltarse ni un segundo. Para Sara, el sábado es el mejor día de la semana porque es con su abuela con quien Sara puede compartir sus sueños y su afán por descubrir.

Caperucita en Manhattan

Un día, tras un fortuito accidente familiar, Sara ha de pasar el fin de semana sola, algo que ve como una oportunidad, una oportunidad para hacer por fin realidad su sueño de perderse por las calles de Manhattan, y conocer así gente, escuchar las historias que se esconden detrás de cada una de esas personas, embriagarse por el encanto y la inmensidad de cada recoveco de la isla y vivir experiencias únicas e inolvidables.

Sin pensárselo dos veces, Sara, ataviada con su habitual impermeable rojo, sale a la calle en busca de las aventuras con las que tantas veces había fantaseado. Siguiendo el ritmo alegre de su cesta, donde llevaba la ya famosa tarta de fresa que su madre había dejado preparada la noche anterior, toma el metro con la intención de ir a visitar a su abuela; no sin antes hacer una parada esencial en Central Park, una decisión que cambiaría su vida para siempre, porque aquella tarde se encontró, después de tanto tiempo de espera, con la mismísima y ansiada libertad.

Una abuelita valiente, transgresora y bella, que además fue gran artista de su tiempo, la magnífica Gloria Star. Un lobo que sólo mantiene de animal el apellido, pues se ha reconvertido en el señor Wolf, maestro pastelero. Y una niña soñadora, intrépida y con afán por aprender y saber son los protagonistas de la versión de Caperucita más actual, la propuesta por la escritora Carmen Martín Gaite.

Sin perder la esencia y la estructura genuina de la obra original, Martín Gaite supo darle la vuelta a la historia para conseguir que donde antes el lector podía leer miedo, ahora vea libertad y donde antes veía temeridad ahora vea valentía y sueños cumplidos. Perrault describió a su Caperucita como una niña demasiado atrevida y confiada para advertir con ello de los peligros que las mujeres jóvenes podían correr si se acercaban a desconocidos (utilizando para ello la metáfora del lobo). La Caperucita de la gran manzana no tiene miedo a nada, ni a nadie, aunque también ayuda el hecho de que los personajes con los que se encuentra son buenos y dulces con ella, y no viles como lo fue el lobo en el cuento clásico.

Sara, nuestra Caperucita más contemporánea, había soñado infinidad de veces con la idea de poder vivir una historia propia de los cuentos que tanto le divertían, y lo consiguió. No conocemos el final de su historia porque Martín Gaite quiso dejarlo abierto a la imaginación del lector, tal y como a la pequeña Sara le hubiese gustado.

Como todo cuento, Caperucita en Manhattan encierra no una, sino muchas moralejas, mensajes que apelan directamente al corazón de un lector inmerso en una lectura divertida, sencilla, con mucho encanto y donde cada detalle ha sido pensado con la máxima rigurosidad. La soledad en la figura del lobo, la vitalidad en la persona de la abuelita, el valor de la amistad, la niñez más inocente y pura, el poder de los sueños, el afán de libertad, la bondad y la valentía son algunos de los principales temas de la obra, valores que el lector podrá constatar en la personalidad de los diferentes personajes, lo que le ayudará a acercarse más a ellos y a empatizar con sus sentimientos.

La lectura es el placer de viajar con la mente hasta aquellos mundos que tanto nos gustaría conocer. Y Martín Gaite ha cumplido a la perfección con esta expectativa; en Caperucita en Manhattan  nos ofrece la oportunidad de vivir un entrañable y mágico encuentro con la ciudad de Nueva York, para descubrir que detrás del ritmo frenético de sus calles, de sus imperecederas luces y su espíritu trasnochador, hay muchas, muchísimas personas con sueños por cumplir, con deseos de libertad, con ganas de encontrar la paz y la tranquilidad que un día perdieron, entusiasmados por encontrar su sitio y ser al fin felices.

Ulises y su travesía literaria (Días de Reyes Magos)

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Hacerse mayor implica, de algún modo, renunciar a ciertos privilegios de los que gozábamos en la infancia, como podrían ser la inocencia y la ilusión de creer que nada es imposible y que los sueños pueden hacerse realidad de un momento a otro, pues su cumplimiento sólo depende de la fuerza y la intensidad con la que los deseemos. Sin embargo, conforme el devenir de los años se hace más y más constatable, vamos cayendo en la cuenta de que ya nunca podremos regresar a esa etapa de la que en muchas ocasiones no hubiésemos querido escapar jamás.

Pero de repente, en nuestra recién iniciada edad adulta, se cruza de manera inesperada un libro que nos devuelve un pedacito de esa magia que creíamos haber perdido y nos invita a revivir la ilusión de aquellos días en los que esperábamos ansiosos la venida de nuestros adorados y entrañables Reyes Magos, pues aunque hace ya tiempo que descubrimos su verdadera identidad; su esencia, su ternura y su amor nos seguirán envolviendo para el resto de nuestra vida, aunque a veces nos cueste creer en ello.

Días de Reyes Magos no es sólo un homenaje a nuestra literatura, pues son constantes las referencias a grandes clásicos, así como a algunos de sus personajes más emblemáticos; es también una historia dedicada a todos aquellos padres que se desviven por sus hijos y que luchan cada día por llenar sus vidas de alegría, de emoción y de esperanzas.

El protagonista, Ulises, pasa de la noche a la mañana de ser el centro de su casa a tener que convertirse a la fuerza en adulto, sin pasos intermedios que ayuden a digerir mejor ese cambio. Un día un compañero de clase, uno de los más espabilados, “El Guille”, le revela, muy a su pesar, lo que él entonces escuchó como si de un auténtico desacato se tratara, y que venía a decir que los Reyes Magos no eran quienes decían ser en realidad. Este fortuito descubrimiento marcará un punto de inflexión en la vida del joven Ulises, que pasará de ser un niño arropado y feliz a convertirse en el blanco de las continuas discusiones de sus padres, en el foco de las frustraciones de uno y otro, hasta el punto de que arrastrado por unas circunstancias que no le dejan mayor elección, empezará a sentirse profundamente perdido.

Pero lo importante y lo más reseñable es que Ulises nunca estará solo durante ese período de búsqueda y reflexión, pues contará con el apoyo incondicional de su amiga Cali, Calipso, una joven apasionada de la literatura; y de todas las personas que más le quieren, sobre todo sus padres, que sabrán reconocer su error para hacer que la vida del pequeño Uli (como le suelen llamar cariñosamente) sea lo más maravillosa posible.

Un ciego que recita largos romances a la boca del metro y que conoce de memoria largos pasajes de algunas de las obras más ilustres de nuestra literatura; una profesora de gran vocación que intenta transmitir a sus alumnos su amor por los libros y la joven Cali son algunos de los personajes más importantes de esta obra, que a buen seguro ayudará a despertar entre los adolescentes, y los no tan adolescentes, una tremenda inquietud hacia muchos títulos, acercándoles también a su temática de una forma tan sutil, pero tan bien traída al mismo tiempo, que nadie podrá resistirse.

Días de Reyes Magos se constituye como un paradigma idóneo para trabajar el intertexto lector, entendiendo por éste la capacidad de interrelacionar conocimientos previos con otros nuevos que se vayan adquiriendo y sumándose al bagaje ya existente. Ese intertexto lector, como se podrá deducir, será mucho más amplio y enriquecido conforme al nivel de competencia lectora y, con ella, la competencia literaria que tenga cada persona. Conseguir que nuestros alumnos lean, como algunos ya habrán podido comprobar, no es en muchos casos tarea sencilla y más cuando se trata de promover en ellos el interés y el gusto por lecturas más profundas y de mayor calado literario; de manera que recurrir a obras como la del prestigioso autor español Emilio Pascual, puede ser una alternativa francamente productiva.

Ulises era un adolescente, que como muchos de su generación, no sentía especial atracción por la literatura; sin embargo, desde que una mañana descubre en su buzón un ejemplar de La guerra de los botones y otro de El club de los poetas muertos, iniciándose así un misterioso juego que se prolongará durante meses, su concepto de la lectura empezará a cambiar radicalmente, hasta el punto de que su fascinación por el mundo literario y sus personajes será cada vez más significativa y encontrará en ese espacio de sueños e imaginación el calor que tanto necesitaba en ese momento de confusión y soledad.

Víctimas de su destino (Rebeldes)

Cartel peli Rebeldes

En 1967 una joven llamada Susan E. Hinton dio vida a una de las novelas que aún hoy, a pesar de todo el tiempo transcurrido, sigue siendo un referente clave dentro de las obras de literatura juvenil. Rebeldes, como así se llamó, se consagró ya por entonces como la piedra filosofal de los adolescentes de la época. Su temática atemporal, el carisma natural de sus personajes y la cercanía transmitida por cada uno de ellos; así como su fácil y atractiva lectura, reforzada por una alta calidad lingüística y literaria, fueron los factores responsables del éxito cosechado por esta novela que sigue siendo protagonista en muchas de las aulas de todo el mundo.

Ponyboy Curtis, protagonista de la historia, era el menor de tres hermanos huérfanos: Sodapop, el hermano mediano y Darry el hermano mayor. Eran pobres, siempre lo habían sido y de hecho, vivían en East Side, uno de los suburbios más conocidos de la isla de Manhattan; pero sin embargo, aún a pesar de su delicada situación económica, siempre habían sido felices, pues eran una familia humilde y muy unida hasta que un día todo se truncó. Sus padres murieron en un accidente de tráfico y ya nada volvió a ser igual en sus vidas. Darry, quien siempre había soñado con ir a la universidad, tuvo que abandonar su gran meta para convertirse de la noche a la mañana en un responsable y comprometido cabeza de familia con sólo veinte años.

Johnny Cade era hijo único, pero lejos de que esa circunstancia hubiese llevado a sus padres a focalizar en él todo su cariño y atención, éstos nunca le manifestaron ni la más mínima señal de afecto; sino todo lo contrario, su padre bebía y pagaba con él los efectos de una vida de excesos y frustraciones. Por su parte, su madre siempre guardaba silencio y sus ojos, al contrario que los de Johnny que siempre conservaban una chispa de ternura y vivacidad, miraban fría y duramente a quien no era más que un niño de dieciséis años necesitado de amor.

Dallas Winston, Dally, también era el único hijo de un matrimonio que se había desentendido por completo de él. Necesitado de afecto, de valores y de normas, Dally se había ido haciendo a sí mismo como una persona fría, agresiva y aparentemente imperturbable, víctima de la vida que le había tocado llevar cuando no era más que un adolescente de diecisiete años.

 Two-Bit Matthew y Steve Randle, el mejor amigo de Sodapop, completaban el corazón de esta pandilla conocida como los greasers (grasientos), para ellos todo un orgullo y para los socs, sus rivales, una vergüenza, un símbolo de pertenencia a una clase inferior.

Los greasers habían hecho de los vaqueros, las zapatillas de lona y sobre todo de la gomina, su sello de identidad. Daba igual en que situación pudieran encontrarse, y si ésta era más o menos compleja, siempre tenían que ir peinados al estilo que marcaba su estética: bien engominados, pues su largo y voluminoso pelo era al fin y al cabo su rasgo más característico.

Sin embargo, aunque aferrarse a las directrices genuinas de su condición les ayudaba a  sentirse vivos y orgullosos de ser quienes el destino había querido que fueran, su vida estaba marcada por el dolor, el dolor de no haber sentido nunca el amor paternal o de haberlo perdido cuando más lo necesitaban; el dolor y la impotencia de saber que difícilmente las cosas cambiarían y que no tenían más remedio que resignarse a vivir aquello que les venía impuesto. Dolor porque no sólo habían de sobrellevar la carga de su apesadumbrado y gris día a día, sino que además, se veían abocados a peleas constantes y descabelladas con los socs, la pandilla del barrio de West Side (uno de los más pudientes del corazón de la gran manzana) en definitiva, la cara opuesta de la moneda a la que ellos representaban.

Sea como fuere, lo cierto es que greasers y socs, socs y greasers no eran más que un grupo de adolescentes a los que su núcleo social más cercano había convertido en víctimas. Los greasers pedían a gritos afecto y comprensión, amparo en los momentos difíciles y palabras cargadas de ternura para paliar la tristeza que pudiera sobrevenirles, pues no eran más que unos niños sedientos de amor. Los socs eran jóvenes a los que sus padres habían educado en la falsa cultura del materialismo, donde el esfuerzo representaba un papel poco menos que secundario, pues habían sido malacostumbrados a tener cuanto deseaban sin que ello les supusiera gran sacrificio; sin embargo, lejos de sentirse afortunados ante esa situación, ansiaban que sus padres les impusieran disciplina, normas y límites que les ayudasen a distinguir la frontera entre lo que está bien y lo que está mal, pues ellos eran demasiado jóvenes para interpretarlo por sí mismos.

De manera que arrastrados por una sociedad que de algún modo no había sido justa con ellos, encontraron en la violencia su válvula de escape. Un camino equivocado y sin retorno que Hinton quiso retratar en su obra maestra: Rebeldes, una historia sobre el valor de la verdadera y pura amistad; una historia para reflexionar sobre el peso determinante que desempeña el amor paternal en la vida de una persona. Una historia sobre el honor, sobre la capacidad de supervivencia. En definitiva, una historia dedicada a todos aquellos niños a los que la vida obligó a convertirse en adultos sin pasos previos, condicionados por unas circunstancias desfavorables que no jugaron en su favor.

Hinton reflejó en su obra a una parte de la sociedad juvenil neoyorquina de finales de los sesenta, que adolecida de muchos males: marginación, familias desestructuras, falta de valores y atención, etc. optaron por la senda peligrosa del vandalismo, haciendo verídica la premisa de que “la violencia sólo engendra más violencia”. Pero lo que esta autora no sabía, es que esa realidad viviría hasta nuestros días con la misma o mayor intensidad que la de aquel momento. Y de nosotros, del conjunto de la sociedad, depende que esa indeseable situación cambie.

Rebeldes es una historia de ayer y de hoy, cuya lectura puede ser determinante para que nuestros alumnos empiecen a tomar conciencia del peligro que implica cualquier enfrentamiento y que la violencia sólo traerá más violencia, pero nunca solucionará nada. El reputado cineasta Francis Ford Coppola llevó a la gran pantalla en 1982 la adaptación de esta novela que todos los jóvenes deberían leer al menos una vez en su vida.

Nuestro corazón está con vosotros, ¡ÁNIMO FILIPINAS!

Es difícil encontrar calor en las palabras cuando el dolor se ha apoderado del corazón, cuando la razón no se explica el porqué de tanto sufrimiento, cuando se ha perdido todo cuanto importaba en la vida; pero aunque cueste creerlo siempre hay una razón para seguir adelante, para luchar y no rendirse.

El sol brillará de nuevo en Filipinas, y vosotros, sus valientes habitantes, encontraréis la energía y la fuerza en el recuerdo indeleble de las personas a las que tanto quisisteis. Ellas os ayudan y os protegen desde el cielo.

Nuestro corazón está con vosotros, y en lo más profundo de nuestro interior deseamos que estos mensajes, que con tanto amor hemos escrito, os den aliento para empezar a construir los cimientos de una nueva vida, en la que seguro podréis volver a sonreír.

En memoria de todas las víctimas…

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«No hay palabras para explicar el dolor que sentís, no hay palabras para expresar el vacío y la impotencia. Almas infantiles que vagáis sin rumbo, ser fuertes, no estáis solos, quizá sintáis que no sois de nadie, pero ahora nosotros os tenderemos la mano. No perdáis la esperanza y luchar por ser felices».

María Castillo Berlanga, 2ºESO A

«Me intento poner muchas veces en vuestra piel, y daría lo que fuese para que os recuperéis pronto. Deciros que de esta catástrofe saldréis, será una de las pruebas mas difíciles de vuestra vida, pero con ayuda de todos lo conseguiréis».

Raúl Requena de la Bella, 2ºESO A

«Desde España os apoyamos y hemos mandado atención médica. Estaremos pendientes de todo lo que ocurra. ¡Ánimo y que el Señor os acompañe en esta etapa de vuestra vida tan complicada!»

Mila Martínez Ferrero, 1ºESO B

«Hola soy Lidia y os deseo suerte a todos los afectados por el tifón, ya que ha sido una gran tragedia para las familias que se han separado, padres que han perdido a sus hijos… Seguramente habrá personas que estén buscando a alguien y se rendirán, pero yo si estuviera en su lugar seguiría buscando hasta encontrarlos, que seguro que así será y podrán seguir siendo felices en un futuro. Espero que este sufrimiento pase muy rápido y que recuperéis vuestra vida cuando antes. ¡Mucha suerte!»

Lidia Ibarra Roldán, 1ºESO A

«Ahora es cuando tenéis que ayudaros entre todos. Es normal que lo estéis pasando mal, pero si lucháis juntos podréis salir adelante y ser felices, porque os lo merecéis. Os deseo lo mejor».

Thais Mirón Fernández, 2ºESO A

«Desde España, doy apoyo a los que han perdido familiares, amigos, vecinos, hermanos, padres…Hay que mirar hacia delante, tratar poco a poco de rehacer la vida, y recuperar de nuevo la ilusión».

Lucía Vicedo Márquez, 1ºESO B

«Lo que os ha pasado a vosotros nos puede pasar a todos, por eso os deseo mucha suerte y que os recuperéis muy pronto».

Roberto Bernabeu Sanjuán, 2ºESO A

«Dedico este mensaje a todos esos niños que se han quedado sin familia, sin hogar……Sólo quiero decirles que intenten no derrumbarse, que sean fuertes. Yo desde lejos les envío todo mi apoyo, ¡y ojalá todo pase pronto!».

Katherine Tanaí Tanaí, 2ºESO A

«El pasado 8 de noviembre un tifón llamado Yolanda arrasó Filipinas destruyendo a su paso pueblos enteros y dejando a muchas personas sin absolutamente nada. Desde aquí le mandamos fuerzas y apoyo para que sigan luchando y que no se rindan nunca, porque como dice el dicho si todos ponemos nuestro granito de arena al final haremos la playa entera».

Elena Verdú Cerdá, 1ºESO A

«Sólo desearos que la tristeza que ahora sentís se os vaya poco a poco y que vuestro país vuelva a ser como antes».

Paula Ruiz Masegosa, 2ºESO A

«Sé que por muchas cosas que digamos el dolor y el sufrimiento que estáis pasando en estos momentos no se puede curar con palabras. No obstante, desde aquí os animamos para que no os rindáis y para que luchéis por volver a salir adelante, porque realmente será el tiempo el que se encargará de dejar esta tragedia en un mal recuerdo del pasado».

Natalia Peydró Medina, 1ºESO B

«Sé que mi mensaje de apoyo no hará que los habitantes de Filipinas ni el país se recuperen al instante, pero tal vez sí que les anime un poco y les ayude a recobrar la esperanza. Espero que con la ayuda de otros países y del nuestro, Filipinas se pueda reconstruir pronto y la gente pueda salir adelante. ¡ Ánimo Filipinas!» 

Carla Juan Beneyto, 2ºESO B

«Siento mucho lo que os ha pasado, pero intentad no desesperaros. Sé que es fácil decirlo porque yo no lo estoy viviendo, pero entiendo vuestro dolor. Me gustaría ayudaros y si con estas líneas puedo hacerlo, pues me sentiré muy contenta».

Angie Ponce Ibarra, 2ºESO A

«Hola me llamo Ángela. Siento mucho lo ocurrido e intentaré ayudar de alguna forma. Desde aquí, desde España, os mando mucho amor y muchas esperanzas para que podáis reconstruir lo destruido por el tifón Yolanda, para que encontréis a vuestros seres queridos y estéis más unidos que nunca. Mucha suerte y ánimo».

Ángela Mínguez Bernabéu, 1ºESO A 

«Este homenaje es para las personas que están sufriendo tanto estos días en Filipinas, desde que ocurrió el tifón, para esas personas que se quedaron sin casa, sin familia, sin nada, y que ahora mismo lo estarán pasando tan mal. Yo les doy mi apoyo para que sigan adelante».

Adriel Sánchez Quiles, 1ºESO B

«La naturaleza puede ser muy cruel con nosotros, pero nunca hay que perder la esperanza de vivir, porque desde aquí todos os apoyamos. Nunca os deis por vencidos y seguir luchando por vuestros sueños. ¡Ánimo Filipinas!»

Ana Carbonell Prieto, 2ºESO B

«Los tifones pueden destruir hogares, hospitales, vidas y varias cosas más, pero nunca destruirán la fe y la esperanza. 

¡Ánimo Filipinas!»

Toni Vicedo Pina, 2ºESO B

«Este mensaje va dirigido a los pobres niños de Filipinas que se han quedado sin casa, sin dinero y sin alimentos…Tenéis que ser fuertes y pensar que todo se va a solucionar, porque en el mundo hay mucha gente que quiere ayudaros, mandando productos de primera necesidad. Muchos de vosotros habréis perdido a familiares y amigos, muchos otros estaréis refugiados con vuestras familias en alguna parte, pero debéis hacer un gran esfuerzo por continuar adelante, aunque lo veáis difícil. Vuestros padres harán lo que puedan porque os quieren y os querrán siempre. Desde el cielo o la tierra siempre estarán en vuestro corazón.

¡Espero y deseo que lo superéis, y que consigáis coger fuerzas para construir de nuevo vuestro hogar!»

Pablo Amorós Gómez, 1ºESO A

 

Sueños…

¿Quién no ha soñado alguna vez que volaba libre por el cielo, que se perdía entre la suavidad de las nubes, que cumplía al fin su gran meta, que se encontraba de nuevo con sus seres queridos para decirles lo mucho que les quería y la falta que le hacen, quién no ha soñado alguna vez con el mar, o se ha encontrado de frente con sus grandes temores?…¿Por qué soñamos lo que soñamos? Tal vez necesitemos escapar por unas horas de esa realidad que en ocasiones no nos es grata, o simplemente porque necesitamos creer que en algún lugar de nuestro subconsciente nuestros sueños más profundos tienen la posibilidad de cobrar vida.Conozcamos algunos de los sueños de los alumnos de 1ºESO…

Steve Jobs

El sueño que me hizo reflexionar…

Una noche me acosté pensando en las personas que siempre están tristes porque no tienen todo lo que necesitan y soñé con un cuento:

Una vez había una familia que tenía mucho dinero debido a la herencia que habían recibido de sus antepasados. La familia estaba formada por tres hijos y la madre de éstos. El día del cumpleaños de la madre, cada hijo le regaló una cosa: el primer hijo era el que menos dinero tenía, pero sin embargo, era el más feliz de los tres y con el dinero que poseía le regaló unos pendientes y un perfume con amor. El segundo hijo tenía más dinero que el anterior, éste era menos feliz que el primero, pero estaba conforme y siempre sonriendo, y le regaló un buen viaje. El tercero era el que más dinero tenía, pero sin embargo, nunca en su vida había sonreído y siempre estaba triste, él le regaló una isla, aunque a la madre no le gustó, el hijo se quedó muy sorprendido, porque con los anteriores se había puesto muy contenta.

Estuvo toda la noche sin dormir, con lo agradecida que era su madre le parecía irreal su reacción. A la mañana siguiente, en los primeros instantes de luz del día, le preguntó a su madre qué quería y ella le dijo que sólo quería que estuviera feliz y le regalase una sonrisa, así que el hijo aliviado y contento se la regaló con mucho amor.

Cuando me desperté me di cuenta de que ese sueño me había hecho reflexionar, y a partir de ese momento, todas las noches doy gracias a Dios por todo lo que tengo.

Mila Martínez Ferrero, 1ºESO B

Mi sueño…

Un día soñé que me despertaba en medio de una pista de baloncesto y que de repente escuchaba a la gente de mí alrededor gritar mi nombre y decir: ¡Vamos Lidia que eres la mejor!  Sentí entonces un escalofrío y me di cuenta de que estaba jugando al baloncesto en medio de la selva, contra unos monos y en mitad de la noche .Yo no entendía nada, era todo muy real, pero en realidad no podía serlo. Me acuerdo que mi equipo y yo íbamos ganando, y me decían que querían que jugara en un equipo muy famoso, y que al día siguiente podría empezar así que les dije que sí y me fui a mi casa (que estaba cerca de una catarata en la que me duchaba).

Al día siguiente, -cuando la luz ya iluminaba mi habitación-, me levanté,  cogí el supuesto equipaje del equipo en el que iba a jugar. Nuestro contrincante era un equipo formado por payasos que daban mucho miedo; al principio íbamos perdiendo, pero luego yo empecé a meter canastas sin parar y finalmente ganamos, fue entonces cuando me nombraron capitana. Pero de repente desperté, y me di cuenta de que todo había sido un sueño, y me quedé con las ganas de seguir soñando…La próxima vez no me quedaré jugando en el ordenador a mi juego favorito de baloncesto. 

Lidia Ibarra Roldán, 1ºESO A

Mi sueño

Era un día como tantos otros, fui al colegio, descansé un rato después de comer, hice los deberes, y cuando llegó la noche me dormí, y a partir de este momento empezó una aventura inolvidable…

Mi cuerpo volaba por el cielo, atravesando las nubes como un avión, y desde ahí podía ver a todos los pueblos de alrededor, estaba siendo una experiencia espectacular. Iba cruzando los bosques y volaba cada vez más rápido, y aunque me daba miedo, al mismo tiempo era muy divertido. Me acercaba a las ciudades, estaba todo iluminado y desde el cielo era fantástico. Vi a unas niñas jugar, miraron hacia el cielo y se quedaron con la boca abierta al mismo tiempo que asustadas, yo me di cuenta que podía detenerme y saludarlas y me entonces me preguntaron:

-¿Tú eres real o irreal?

Y yo contesté…

-Yo soy real no tengáis miedo ¿Queréis venir conmigo?

Aceptaron y nos fuimos las tres volando por todo el mundo y nos lo pasamos muy bien, fuimos hasta unas cascadas de agua increíbles, pero justo en ese momento me desperté, abrí los ojos y vi que estaba en mi cama. Me dio pena, pero al mismo tiempo alegría. Miré el reloj y eran las 7 de la mañana, estaba a punto de levantarme pero eso sí, estaba deseando que viniera la noche para seguir ese sueño que parecía tan real y tan fantástico.

Estela Ortega Bernabéu, 1ºESO B

La misteriosa llanura

Aquella noche parecía normal, lo que no sabía era que iban a pasar cosas tan extrañas.

Yo trabajaba en la cafetería del pequeño pueblo en el que vivía, un pueblo de montaña aislado por altas cordilleras.

Salí del trabajo, y me dirigí a mi casa. Aquel día, atajé por calles por las que no solía pasar muy a menudo. Empezó a hacer viento, y de repente se fue la luz, dejando todo el pueblo a oscuras. Me quedé paralizada pensando en que no tenía ninguna linterna, ni nada que me alumbrase el camino, solo la pálida luz de la luna, que solamente realzaba la silueta de los árboles que habitaban entre la lejana maleza. Seguí caminando, hasta que me di cuenta de que no conocía nada de lo que me rodeaba. Me había perdido, estaba en el claro de un bosque, rodeada de arbustos y hierbajos, a lo lejos se veía una pequeña llanura. Pensé en bajar para ver si se podía observar un poco más de lo que desde allí se veía. Bajé corriendo, hasta que llegué hasta abajo, y como no, no se veía nada hasta que una potente luz que se acercaba rápidamente me alumbró por detrás, me giré, miré al suelo, y me di cuenta que estaba sobre unas vías de tren, y lo que venía hacia mí era un convoy. Me quedé petrificada, no podía mover ni un músculo, y no podía salir corriendo que era lo primero que se me pasó en aquellos instantes por la cabeza. Escuché a una pequeña niña, hablándome entre sollozos, pero no recuerdo bien lo que intentaba decir.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo, se me quedó la mente en blanco, y me desperté ya en el pueblo, de camino a mi casa. No sabía si lo que había pasado era real o irreal, era como si me hubiese tele-transportado a otro sitio, como cuando el viento se lleva volando las hojas secas de los árboles y nunca sabes dónde van a parar, me sentí como una de esas tantas hojas que cada otoño se pierden por los lugares más remotos del mundo.

Ángela Mínguez Bernabéu, 1ºESO A

Uno de mis sueños                 

Esa noche estaba viendo un episodio de C.S.I bastante interesante cuando de repente se fue la luz, yo me quedé con la intriga, y no tuve más remedio que irme a dormir, pero pronto empezaría un sueño de lo más extraño…

Estaba en mi casa como cualquier día, cuando de pronto se oyeron en la calle unos disparos, yo salí a ver qué ocurría, y sin darme cuenta, presencié un acto de asesinato, me dio tiempo a ver cómo echaba a correr el asesino. Éste llevaba guantes, parecía que ya lo había hecho antes, pues nada más torcer una esquina sacó de una gran bolsa negra una especie de disfraz, y en cuestión de unos instantes adquirió de nuevo la presencia de un chico normal, que a mí me sonaba de algo. Al poco tiempo todo se llenó de policías, yo curiosa me asomé y comprobé que la víctima era una joven con el pelo castaño, que a parte del impacto de bala presentaba otras heridas leves por el cuerpo. Minutos después algunos policías llamaron a la puerta de mi casa y yo les conté todo lo que había visto, me llevaron a comisaría para que indicase cuál de los allí presentes concordaba con mi descripción, enseguida lo vi, estaba justo enfrente de mí,  lo llevaron a juicio donde le declararon culpable. Aquella mujer, como tantas otras, había sido una víctima más del maltrato.

En ese momento desperté, ya era por la mañana, había sido un sueño horrible, pero un sueño al fin y al cabo, lo triste es que la violencia de género es real.

                                                                                                                          FIN

 Celia Sanjuán Cantos, 1ºESO B

¿Sueño o pesadilla?

Supuse que eran alrededor de las 8 de la tarde, porque ya era prácticamente de noche. Salí de casa. No había nadie por la calle, todas las tiendas, bares etc. estaban cerrados. Me pareció muy raro, pues no era un día de fiesta. Escuché un ruido extraño, pero no vi nada, me asusté y empecé a andar. Sentía que algo o alguien me seguía, pero no veía a nadie a mi alrededor. Empecé a correr. Asustada no sabía qué hacer, no podía meterme en ningún sitio y me daba la sensación de que estaba dando vueltas todo el tiempo. Después de un rato corriendo me di cuenta de que no había salido de mi calle, asustada y confundida quise entrar en casa, pero la puerta había desaparecido. Ahora sí que no sabía qué hacer estaba al borde del pánico y ese ruido no paraba de meterse en mi cabeza como una taladradora. Ya era absolutamente de noche y la calle sólo estaba alumbrada por  una farola con una bombilla que parecía que se iba a fundir de un momento a otro. En la esquina distinguí una sombra acercándose a mí. De repente supe lo que era aquel ruido, no era un ruido, sino palabras… me estaban llamando. No podía salir de allí, estaba atrapada. Cuando sólo estaba a unos centímetros de mi, vi una luz y me desperté. Mi padre estaba en mi habitación me decía: «¡Natalia, Natalia, despierta que se te va a hacer tarde para ir al cole!´´ Me dijo que me había movido mucho, pues la sábana y la colcha estaban en el suelo. Yo estaba sudando no entendía nada, todo había sido tan real…

Natalia Peydró Medina, 1ºESO B

Sueño fantástico

Un día de esos en los que tienes mucho sueño, y sólo piensas en que cuando acabes de cenar te irás enseguida a la cama, pues así me sentía yo aquella noche. Dicen que siempre se sueña, pero unas veces lo recuerdas y otras no, ese día yo tuve un sueño que sí recordé…

Estaba en una calle desierta y era de noche, en la calle sólo había una farola con luz. De repente sentí un escalofrío, una fuerte brisa me arrastró hasta Yellow, el país amarillo. Todo era amarillo en aquel lugar, hasta las flores. Había una bruja mala, que fue la que ordenó la llegada de aquel fuerte viento que me llevó hasta su país. Una ciudadana buena me dijo que casi todas las almas del país de Yellow las tenía la bruja Otily, que las quería para poder hacerse más poderosa, pero le faltaba un alma y justamente me toco a mí. Cuando estaba hablando con la ciudadana llamada Zora vinieron los guardianes de la bruja Otily, y me llevaron hasta el castillo de la bruja. Cuando entré en él me di cuenta de que todas las almas estaban encerradas en el interior de un collar que llevaba. Me maniataron con unas cuerdas, pero me las pude quitar y le arranqué el collar  a Otily, y pude liberar a todos los ciudadanos. En ese momento me desperté y pude seguir durmiendo con tranquilidad…

Ángela Vilaplana Verdú, 1ºESO A

Fin de semana en la montaña:

Eran las 22:30 horas cuando me fui a dormir y me adentré en un sueño muy profundo, en el que viví una aventura maravillosa…

Era fin de semana y mis amigas y yo decidimos irnos a la montaña y dormir allí. Montamos nuestras tiendas de campaña y preparamos los sacos, pues pronto empezó a anochecer y  teníamos ganas de irnos a dormir. Estaba muy cansada, ya que durante todo el día estuve haciendo los deberes para poder irme de camping.

Todas dormían profundamente, pero una amiga y yo no pudimos dormir en toda la noche, estuvimos contándonos nuestros secretos y nos dieron la 3:00 de la madrugada. Como estábamos muy cansadas, decidimos irnos de allí y nos fuimos a mi casa;  cuando llegamos todos dormían, y al día siguiente volvimos a la acampada para que no se preocuparan. Era sábado y ese día nos lo pasamos genial, fuimos a pescar y exploramos el lugar, bajamos al pueblo, cogimos nuestras bicicletas y fue muy divertido.

El sábado por la noche decidimos dar una vuelta por el pueblo y de nuevo regresamos a la acampada, y al día siguiente nos despertamos a las 11:00 de la mañana, ¡por fin era la hora de volver a casa!…

De repente oí la voz de mi madre llamándome ¡baja, por favor, a desayunar!, ¡esta niña no se despierta!… y entonces respondí: ¡ya voy mamá!. Todo había sido un sueño.

Lucía Vicedo Márquez, 1ºESO B

Mi sueño…

Todo empezó a las doce de la noche cuando no podía dormir, encendí entonces mi lucecita de color ámbar y empecé a soñar…

Aparecí en una mansión muy colorida, las paredes eran naranjas, los techos azules, los muebles multicolor, un  gato amarillo chillón … No sabía dónde estaba pero tenía que investigar, la casa mareaba mucho ya que no tenía una forma recta si no todo lo contrario. Los suelos eran a cuadros de color blanco y negro, formando al mismo tiempo una ondulada espiral sin ningún sentido, pero lo más extraño era que parecía real, y que por mucho que me pellizcara no iba a despertar, así que no perdí el tiempo y me puse a cotillear aquella mansión. Cada puerta tenía una forma diferente, pero ninguna era recta, las había redondas, otras tenían forma de animal…pero ninguna cuadrada.

 En la puerta número uno, (que tenía forma circular) había una mujer cosiendo un gato de lana, ésta cantaba una canción muy alegre, pero cuando yo le hablaba diciéndole si ella también se había perdido, ella no me escuchaba y seguía cantando, yo insistí e insistí hasta que al final pegué un grito y dije: ¿Te has perdido? ¡Yo no encuentro la salida! Ella se giró y dijo: ¡no me interrumpas mientras canto! , así que yo tristemente respondí: por favor, no sé adónde ir, me he perdido… Ella dejó de cantar, tiró el gato de lana al suelo, se giró y dijo gritando: ¡Ya está bien, déjame en paz, aquí no hay salida, no vuelvas más! Empezó a correr tras de mí y cerré la puerta de un portazo. No podía contener las lágrimas y sollozos, opté por no abrir ninguna puerta más, ya que creía que me pasaría lo mismo, pero había una puerta que llamó mi atención, una con mucha luz, brillaba como una estrella, estaba al final del largo e inmenso pasillo, abrí la puerta con delicadeza y ahí estaba yo misma, dormida en mi cama, al principio me resultó muy extraño pero poco a poco me fue dando más y más miedo, respiré hondo y me toqué y pellizqué el brazo izquierdo, pero nada pasó… hasta que al tocar la segunda vez desperté y vi a mi madre con una sonrisa diciéndome que me despertara que llegaba tarde al colegio.

                                               Sandra Yago Regidor, 1ºESO B

El sueño

Una vez hace tiempo tuve un sueño. Estaba en una isla de noche, me tumbé en la orilla pensando que nadie vendría a buscarme.

Me tumbé en la orilla para poder ver las estrellas, cuando de repente vi una luz, ¡era una estrella fugaz!. Pedí un deseo: que vinieran a por mí. Pero está claro que eso no podría suceder, por el simple hecho de que una estrella no puede cumplir un deseo. Pero esto es un sueño, y por tanto todo se puede hacer realidad, hasta lo imposible. ¿Quién sabe?…

De repente me dio un escalofrío. No sabía cómo había llegado a ese lugar, y tampoco si era real o irreal, pero parecía lo primero. Estaba confusa, y en ese mismo momento me desperté.

Al despertar me encontré sollozando y sudando. Fue muy raro y el sueño también.

Angie Pabón Peinado, 1ºESO A

        

 

La gran clave de la vida…

Hay algo en lo que todo ser humano coincide, y es en la necesidad de encontrar la felicidad, de hecho todos venimos al mundo con ese firme propósito. John Lennon contaba como anécdota que cuando de niño una maestra le preguntó que quería ser de mayor, él respondió: FELIZ, ante lo cual la maestra le dijo que no había entendido la pregunta, y él respondió con agudeza: quizá usted no haya entendido la vida…

La familia, el amor, la amistad, el cariño, la confianza, los recuerdos…son algunos de los principales ingredientes para conseguir la felicidad plena, pero luego cada persona añadirá a esta receta su toque especial…¡Conozcámoslas!

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Recetas de la auténtica FELICIDAD

LA RECETA DE LA FELICIDAD por Carla Juan Beneyto (2ºESO B)

Ingredientes:

Para poder elaborar la felicidad, necesitamos esta serie de ingredientes:

250 gramos de alegría

500 gramos de sonrisas (deben ser sonrisas verdaderas, las falsas no tienen sabor)

3 cucharadas de optimismo y otras 3 de positividad

Una buena dosis de familia y amigos

Una pizca de empatía

100 gramos de experiencias (sirven las buenas y las malas también, se pueden incluir fotos, canciones, sueños, libros…)

150 gramos de amor (de cualquier tipo y hacia cualquier persona o cosa)

2 cucharadas de sencillez y modestia

Preparación:

En primer lugar, debes mezclar la alegría y las sonrisas y asimilarlas muy bien.

En otro recipiente a parte, echa las 3 cucharadas de optimismo, las 3 de positividad y las 2 de sencillez y modestia. Cuando estén bien mezcladas, añade la empatía.

A continuación, pon en el recipiente a todos tus amigos y a toda tu familia, y después los 100 gramos de experiencias.

Por último, mézclalo todo, hornéalo y después decóralo con amor.

Presentación:

Se sirve dentro de ti mismo y es bueno tomar todos los días. Así es como se conserva la felicidad, tomándola todos los días.

Consejo:

Esta receta puede variar dependiendo de la persona que la tome y de la ilusión con la que la elabore. “Con los ojos cerrados, los sueños despiertos”.

LA RECETA DE LA FELICIDAD por Ana García Juan (2ºESO A)

No hay una receta específica para la felicidad, sino que cada persona tiene sus ingredientes para hacerla más jugosa. Pero en general, casi todas las personas tienen en su lista: una sonrisa, para nunca estar triste y alegrar a los demás con ella; un recuerdo especial, para cuando te pongas a pensar siempre te acuerdes de aquel buen momento y recrees en tu mente y en tu corazón la sensación que sentiste cuando ocurrió; no ser rencorosos, porque la gente no es perfecta y te puede fallar, pero lo importante es sobreponer lo bueno a lo malo y pensar en todo lo que esa persona hizo en su día por nosotros; tener fuerza de voluntad, para cumplir las metas que uno se propone y en el futuro no tener la frustración de no haber cumplido aquello que tanto anhelamos; esperanza, con ella podrás esperar a que tus deseos se cumplan.

Todo esto es lo básico, a partir de aquí cada uno añade sus propios ingredientes para hacer su propia e intransferible receta de la felicidad. Por ejemplo, al final algunos ponen una sonrisa para no olvidar las mejores cosas de la vida; otros aumentan la cantidad de recuerdos para saber quiénes eran y cómo han llegado donde están ahora; y hay gente que agrega una pizca de inocencia a esta receta para jugar como lo hacían cuando eran niños y así se podría continuar… porque como he dicho antes cada uno tiene su propia receta. Y tú, ¿qué le añades?

LA RECETA DE LA FELICIDAD por María Castillo Berlanga (2ºESO A)

Comenzaré diciendo que esta “receta”, si es que se puede llamar así, no es como las demás: en las que las medidas deben ser exactas, pues cuando se trata de la felicidad todo es relativo, precisamente porque en la vida casi todo es impredecible y no es posible planear exactamente todo como nosotros queramos. De hecho, no es bueno planearlo todo porque quizás las mejores cosas son las que ocurren gracias al destino o la casualidad. Tomando como referencia ese punto de partida, para mí la clave de la auténtica felicidad está en superar o afrontar con la mayor tolerancia posible situaciones que en nuestra vida no nos son favorables, y por otro lado, saber aprovechar esos buenos momentos que no deberíamos dejar escapar de ninguna de las maneras.

Comenzaré hablando de la primera razón: Afrontar situaciones desfavorables con tolerancia. Yo creo que cuando nos encontramos ante situaciones difíciles, deberíamos de acordarnos de todas esas experiencias agradables vividas anteriormente y sacarles el mayor jugo posible; con esto quiero decir que quizás deberíamos restarle importancia a cosas que sabemos que no las tienen y centrarnos en lo que sí merece la pena, pues lo realmente importante, y lo que nos causa dolor, llega sin buscarlo, y es ahí cuando debemos de luchar y exprimir nuestras fuerzas, de manera que sea como sea, nos sintamos orgullosos de nosotros mismos. Y respecto a la segunda idea: Aprovechar los buenos momentos. Considero que debemos de aprovechar cada segundo y vivirlo como si no hubiera un mañana, ya que esos segundos jamás volverán de la misma manera y después no querremos quedarnos con la “espina” de no haber disfrutado.

Yo creo que ambas premisas están de algún modo relacionadas entre sí, pero tampoco hay que asumirlas al “pie de la letra”, ya que siempre hemos de adaptar las cosas a nuestras circunstancias. Esta es mi particular “receta de la felicidad” y creo que sería bueno que cada persona se crease una propia para ser feliz.

LA RECETA DE LA FELICIDAD por Pablo Galiano Durá (2ºESO B)

Yo creo que no tengo ningún momento feliz en especial. Desde que nací he vivido momentos muy felices y otros no tanto, pero ninguno destaca por encima del resto. Cada mañana me despierto con una sonrisa porque quizá, quién sabe, durante ese día viva algún suceso muy especial que sobrepase los vividos hasta ahora.

Yo soy de ese tipo de personas que piensan que la vida es un regalo y hay que aprovecharla, si en momentos de tu vida no te ocurre nada bueno no es por nada en concreto, ya llegarán momentos mejores, porque la vida es como una caja de bombones, no sabes lo que te va a tocar vivir; también suelen decir que la vida es como una montaña rusa, llena de momentos malos en los que te apetecería bajar y de momentos magníficos en los que repetirías una y otra vez.

La vida a veces da reveses en los que piensas: “para que levantarme si me voy a volver a caer”, pero eso no es lo que hay que pensar, lo que hay que pensar es: “me voy a levantar para superarme y no volverme a caer jamás “, pensando así será muy difícil que algo o alguien se interponga entre tú y tu felicidad, porque la vida suele dar golpes, pero hay que saber enfrentarse a ellos y combatirlos con coraje.

Para ser feliz es necesario saber elegir nuestro camino y ser sensato y coherente en las decisiones que emprendamos.

Yo pienso que la receta de la felicidad no precisa de muchos, ni de caros, ni elaborados “ingredientes”, pues basta con ponerle ilusión, entusiasmo, energía, dedicación, cariño y una pizca de locura a la vida para alcanzar la felicidad plena.

 LA RECETA DE LA FELICIDAD por Cristina Ferrero Miró (2ºESO A)

A mí hay muchas cosas que me hacen sentir muy feliz (los postres dulces, las buenas notas, las risas, muchas risas, las canciones…), pero si tuviera que quedarme sólo con algunos ingredientes elegiría:

  • 250 gramos de actividades o aficiones. Yo creo que es importante, ya que hacer actividades entretenidas y que te gusten te mantiene distraído en muchas ocasiones en las que necesitas olvidarte de tus problemas. Además es una forma de pasártelo bien.
  • 270 gramos de escapaditas o planes especiales. A mí, por lo menos, me encanta salir de casa los fines de semana, ya sea con mi familia a Alicante, Valencia o algún pequeño viaje fuera de Ibi o con mis amigos a dar una vuelta por el pueblo.
  •  300 gramos de amistad. Para mí tener amigos es muy importante. Con ellos puedes hacer un montón de cosas divertidas, y contar con ellos cuando más lo necesitas es algo fundamental. Siempre van a estar ahí, aunque alguna vez haya una pequeña pelea o no nos entendamos, lo vas a pasar bien con ellos, te van a hacer reír y vivirás con ellos recuerdos inolvidables.
  •  350 gramos de familia. La familia es muy importante. Desde que naces hasta que ellos mueren siempre van a estar ayudándote, enseñándote importantes lecciones y apoyándote en todo momento. Tu familia, pase lo que pase, te va a querer, por eso hay que mantener buena relación con ella, y hay muchas formas divertidas de hacerlo: pequeños viajes familiares, comidas familiares, paseos…

Si todo esto lo mezclas bien con todas tus fuerzas, lo pones en un buen horno y lo decoras con pequeños, pero especiales detalles, habrás preparado un precioso y delicioso pastel de la felicidad, que poco a poco te lo irás comiendo, y cuando se acabe, con esfuerzo e ilusión lo volverás a preparar con todos esos ingredientes que a ti te hacen tan feliz.

No hay que olvidar que al igual que en la elaboración de un pastel, las cosas no siempre salen como tú esperabas, pero todo se puede volver a intentar, y cuando al fin lo consigas, te sentirás genial.

LA RECETA DE LA FELICIDAD por Luis Bernabeu Martos (2ºESO B)

La felicidad es algo que todos buscamos y a veces no nos damos cuenta de que ya la tenemos.

La felicidad es ver la parte buena y positiva que tienen las cosas y en definitiva la vida, saber valorarlas, apreciarlas y  disfrutarlas. Como cuando suena el despertador, que nos avisa de que debemos levantarnos cada mañana, y decimos: ¡jooo, otra vez! cuando en realidad deberíamos decir: empieza un día más para disfrutar y aprender. Me asomo a la ventana y  llueve, es invierno, hace un frío que pela, ¡pero qué más da!, si tengo una casa donde no me voy a  mojar. Voy al colegio, ¡qué suerte tengo!, hay cantidad de niños que no tienen esa suerte,  pues tienen que ir a trabajar para poder comer; y allí encuentro gente con la que charlar, jugar y que me quieren enseñar.

Pasada la mañana, vuelvo a mi casa y por la calle me encuentro a mi abuelo esperándome para preguntarme, ¿Cómo te ha ido hoy?…y por fin llego a mi casa, abro la puerta y digo ¡hooola! y mi familia, todos a la vez, contestan ¡hooola! ¿qué tal?, y me siento en la mesa, y mientras comemos, comentamos cómo nos ha  ido la mañana. Esto es tener mucha suerte, pues hay familias que no todos los días pueden disfrutar de este rato.

Para mí esto es la felicidad, disfrutar del momento, con mi familia y con mis amigos y no pensar en el mañana, pues hay gente que está toda la vida pensando en el mañana y se olvidan de vivir hoy.

Mi receta sería la siguiente:

Ingredientes: mis padres, mi hermano, mis abuelos y mis amigos.

Preparación: mucho amor, cariño y comprensión, juntamos todos los ingredientes y nos sale la receta perfecta de la felicidad.

Espero que esta receta la copie todo el mundo.

 

Dedicado a todos nuestros Ángeles…

Alguien dijo una vez que las buenas personas nunca se van para siempre, pues permanecen eternamente en el corazón de los que tanto las quisieron. Pensar en todo lo vivido junto a ese ser querido nos reconforta, nos llena de paz, y le da sentido a nuestra existencia…hasta el momento en que podamos reencontrarnos en esa gran familia llamada Cielo.

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