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Todo lo que sé lo aprendí de ti…

Cada día se nos brinda la oportunidad de poder conocer personas, algunas sencillamente pasarán por nuestro camino como un suspiro; otras, sin embargo, serán como un halo de luz en mitad de una asfixiante oscuridad; otras nos enseñarán grandes lecciones y luego se irán dejando perenne la estela de su valioso legado; otras tal vez se marchen, pero algo en su interior les hará volver y disfrutar de lo que en su momento no pudo ser, y desde ese preciso instante será maravilloso. Otras nos amarán con tal fervor que tomarán nuestros besos, abrazos y cálidas palabras como recuerdos siempre vivos en su corazón. Otras cambiarán nuestro rumbo, nos harán reír y llorar, volar sin soltar los pies del suelo. Otras verán en nosotros aquello que creíamos haber perdido, devolviéndonos así la fe y la ilusión.

Sólo el ser humano tiene en sus manos la compleja, pero valiosa posibilidad de poder cambiar el mundo, o al menos, su pequeña parcela. Debemos saber que todas las personas a las que conocimos, a las que conocemos y a las que conoceremos no aparecieron, ni aparecerán en nuestra vida por casualidad, llegaron y vendrán para enseñarnos algo que de un modo u otro, nos cambie: quizá porque nos haga más fuertes, porque nos sirva para reflexionar, porque nos ayude a abrir los ojos, porque sea el mejor de los consejos, porque nos haga ser quienes somos…Quizá sin esas enseñanzas caminaríamos frágiles y desconcertados, perdidos y necesitados de algo tan valioso como es el hecho de aprender.

Dedicado a todas esas personas que ponen su experiencia al servicio de los demás para hacer de esta aventura, un viaje único y gratificante…Padres, hermanos, abuelos, amigos, compañeros, profesores…GRACIAS.

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A veces pienso en todo lo que sé: sumar, restar, compartir, querer y en la gente que me ha ayudado a poder conseguirlo: abuelos, profesores, tíos, hermanos, pero sobre todo tú, mi madre, esa personita tan especial que siempre me ha apoyado y lo seguirá haciendo para animarme a conseguir mis metas. Desde que nací te has preocupado por mí, hablas conmigo, me aconsejas y me ayudas a vivir el día a día de una forma más fácil.

Lo que más me gusta de ti es que me entiendes en todos los sentidos y es una de las mil características que tienen las mejores madres del mundo. No eres perfecta, porque nadie lo es, pero para mí eres la mejor.

En ocasiones pienso en cómo podría compensártelo y lo cierto es que tendría que hacer muchas cosas para agradecer el amor y el cariño que me das, porque sin ti todo sería más difícil, sin ti no sería yo…

Eres una gran mujer y una gran persona que me entiende y me ayuda…Te quiero y desde aquí me gustaría darte mil gracias de todo corazón, porque TODO LO QUE SÉ LO APRENDÍ DE TI

Lucía Tárraga Romero, 1ºESO A

Mamá, cada paso que doy lo aprendí de ti, cada gesto, cada mirada, cada sonrisa…

Tu rostro es el que ilumina mi caminar, sin ti no sería así, todos los días serían negros, nada tendría sentido. Contigo aprendí lo que es la felicidad y la diversión; contigo aprendí lo que era amar a alguien y tener miedo a perderlo, y por eso entendí que sin ti no sería nada.

La verdad es que al principio no se me ocurría nada para esta redacción, pero al oír tu voz se me llenó la cabeza de ideas, y es que eres tan especial para mí… Te doy las gracias por ser mi madre. Sé que nunca podré querer tanto a alguien como te quiero a ti.

Matilde Reig Albero, 1ºESO B

Cuando nací erais las personas que mas cariño me dabais. Os conocí como mamá y papá. Me inculcasteis desde bien pequeño una educación, me disteis un hogar y una familia a la que querer. Siempre me habéis aconsejado lo mejor y por muy descabellado que para mí pareciera el consejo, al final os hacía caso y siempre me iba mucho mejor. Gracias a vosotros he podido viajar a muchos lugares. He conocido nuevos países, culturas, paisajes…

Juntos hemos pasado momentos muy buenos, otros regulares y algunos un poco malos, pero al final, unidos, hemos salido adelante.

Me acuerdo una vez que viajamos a Escocia y el día que volvíamos perdimos el avión, estábamos con los tíos a punto de llorar, pero aparecisteis vosotros y dijisteis: “¡No pasa nada. Tomarlo como una aventura más!” Y nos animasteis a todos.

A veces en televisión se dan casos de padres que han sacado a sus hijos adelante con mucho sacrificio, y lo lograron gracias al amor, porque se querían mucho. Y para mí vosotros sois uno de esos grandes ejemplos, los mejores padres del mundo.

Me llamo Javier Latorre Martí y estoy orgulloso de mis apellidos porque los llevan mis padres.

                                        Javier Latorre Martí, 1ºESO A    

Voy a hablar de una de mis bendiciones más preciadas: mi madre. Ella es una persona única en mi vida y también muy especial. Con ella he pasado cada momento de mi vida, y pasito a pasito me ha ayudado a llegar donde estoy. Desde mi nacimiento hasta el día de hoy. Ella me ha formado como persona.

Todas las madres son irrepetibles. La vida es corta y a las madres hay que aprovecharlas todo lo que podamos, porque un día ellas nos dejarán y tendremos que aprender a vivir sin su amor. Recordar que madre solo hay una, y que daría su vida por nosotros. Yo a mi madre la quiero tanto que daría lo que fuera porque nunca se separara de mí. Las madres siempre nos quisieron, nos quieren y nos querrán para siempre.

Carla Valero Ruiz, 1ºESO B

Todo lo que sé se lo debo a toda mi familia, pero en especial a mi madre. Desde chiquitina me ha estado enseñando cosas, y sigue haciéndolo hoy. Y sé que no dejará de hacerlo porque todavía no me ha enseñado todas las que me tiene que enseñar, y estoy convencida de que seguiré aprendiendo de ella toda la vida. E incluso me iré sin haberlas aprendido todas ellas, porque no hay personas así de fascinantes en cualquier parte del mundo.

Mi madre me enseñó a caminar, a hablar, a leer, a coger el hábito de estudiar sola, a hacer los deberes, a comportarme bien, a tener buenos modales en la mesa, a respetar cuando alguien está hablando…y muchas cosas más que no puedo enumerar porque necesitaría infinidad de hojas para decir todo lo que me ha enseñado.              

Claudia Hidalgo Bañón, 1ºESO A

Mamá, todo lo que sé lo aprendí de ti y de papá. Valoro y entiendo todo lo que hacéis por nuestro bien. Aprendí que el hijo, bueno o más revoltoso, merece aún así toda vuestra ternura. Aprendí que estaréis ahí siempre, que nunca nos dejaréis de cuidar. Aprendí con vosotros que nadie muere, pues aquellos a quienes tanto quisimos vivirán siempre en nuestro corazón y nunca se irán de nuestro lado.

Nos inculcasteis la importancia de cuidar y querer a la familia. Y siempre nos recalcasteis el mismo mensaje: ¡no hagas rabiar a tu hermano! porque os gusta ver que nos llevamos bien. A veces nos enfadamos con vosotros sin motivo, y no somos conscientes de que sois los únicos con los que nos sentimos completamente queridos. Sin vosotros no seríamos nada. Vuestra energía y amor me han dado fuerzas para escribir esta redacción y volar libre por este viaje llamado vida.

Nerea Giner Aguado, 1ºESO B

A mi madre. Gracias a mi madre aprendí muchas cosas desde que nací hasta hoy. Me enseñó a leer y a escribir (con la ayuda de las profesoras de infantil), también a tener modales y educación, a comprender las complejidades, a comportarme, a ser optimista, a cuidar plantas y animales, a valorar y a comprender a las personas, a ser responsable, a tener buenos sentimientos, e incluso me inculcó el amor por nuestra lengua: el valenciano. También me enseñó a afrontar la vida, me ha ayudado siempre en mis deberes, cuando no me aclaraba. En una palabra: Me regaló una gran educación, y me guía.

Carlos Asensio Alal, 1ºESO A

Yo todo lo sé lo aprendí de mi padre y de mi madre. A ellos les debo la vida. Desde que nací me fueron enseñando todo lo que hoy sé.

Esta aventura comenzó el 4 de Abril de 2002, cuando yo nací. Desde ese momento mis padres me ayudaron a caminar, a hablar, a correr, a ir al baño yo sola…Cuando era pequeña mis padres me llevaron a muchos sitios, allí me enseñaron cosas que no conocía, como el mar, los animales, las montañas, así como grandes lugares.

Pasaron los años, y me fui haciendo cada vez más mayor, y así comprendí el sentido y la fuerza de regalos tan importantes como el amor, el compañerismo, la amabilidad, la fraternidad, la felicidad y la madurez. Valores que me fueron inculcados en el seno de una familia tan divertida y maravillosa como la mía. Y por todo ello les debo a mis padres y a mi familia todo lo que soy.

Lucía Valls Hernández, 1ºESO B

Todo lo que sé lo aprendí de ellos: mis padres. Gracias a ellos soy quien soy hoy. De su mano empecé a caminar. En su presencia pronuncié mis primeras palabras, y a su lado comencé a ir diferenciando objetos, sonidos y gestos. Cuando nos mudamos a Ibi, como ya era más mayor y por tanto más consciente de todo, me inculcaron el valor de saber compartir, de hacer amigos…

Cuando empecé primaria, que era por supuesto un nivel superior, me ayudaron a poder entender mejor las cosas, y me enseñaron a repasar, a escribir, a estudiar, a hacer las cosa aseadas, etc. Y ahora que he empezado la secundaria, me van a seguir apoyando, y confío en poder aprender tal como ellos lo hicieron en su momento.

Todo esto, sin duda, se lo debo a ellos y todo lo que sé también.

Adrián Pradell Huertas, 1ºESO A

Yo a lo largo de mi vida he aprendido muchas cosas de mucha gente: de mi madre, de mi padre, de mi abuela, en general de toda mi familia, pero creo que de quien más he aprendido ha sido de mi abuelo. Pese al poco tiempo que pasé con él, pude aprender aún así muchas cosas, tal vez porque al ser el más mayor había vivido más experiencias.

Él me inculcó muchísimas cosas, como por ejemplo el arte de memorizar mejor ciertos datos de cara a un examen, o cómo montar cosas muy difíciles, así como miles de cosas más que me han servido de mucho y me servirán a lo largo de mi vida. Y por todo ello te doy las gracias abuelo.

Pau Verdú Palau, 1ºESO B

Mi madre y mi abuela son las personas que me han hecho valorar las cosas tal y como son. Ellas me hicieron ver que el físico no es lo más importante, pues lo que realmente cuenta y vale es lo de dentro, pues tu aspecto no define cómo eres, es tu interior el que habla de ti, de quién eres.

Mi madre dice que la vida es corta y que hay que vivirla al máximo. Vivirla sin miedo a que la gente opine mal de ti, porque uno debe ser fiel a sí mismo y ser consciente de que la vida sólo se vive una vez. Y por ello, los momentos hay que compartirlos con la gente que te quiere y  te valora.

Mi abuela dice que hay que ser fuerte, muy fuerte, luchar sin rendirse, porque destilas energía y felicidad cuando deseas llorar y estás sufriendo, pero peleas porque sabes que puedes conseguirlo. Aunque las personas a las que quiero estén lejos, yo aún no me he rendido y nunca lo haré, porque ellos creen en mí y no querrían  que pasara eso.

Para mí la vida es un camino con un destino, y ese destino que la gente busca con impaciencia durante tanto tiempo no es otra cosa que la felicidad compartida al lado de las personas que más quieres.

Aprendí a vivir a pesar de las dificultades. Hay obstáculos que se presentan de forma inesperada, pero al fin y al cabo la vida es preciosa. Y cabe pensar que después de cada derrota vendrá una victoria con momentos mucho mejores.

Soraya Aracil Seco, 1ºESO A

Todo lo que he aprendido en estos doce años que tengo se lo debo a diferentes personas: a mi madre, a mi padre, a mis abuelos, a mis profesoras y a muchas otras personas.

Cuando era pequeño siempre estaba con mis abuelos, ya que mi madre y mi padre trabajaban. Ellos me enseñaron muchas normas de educación. Cuando salía a dar una vuelta con mi madre, ella me enseñaba a respetar los semáforos, a pedir las cosas con educación… Mi padre me enseñó un poco de inglés.

Cuando nació mi hermano todo cambió: yo iba a la guardería, mi madre dejó de trabajar, así que dejé de pasar el día con mis abuelos… A los tres años entré en el colegio, y hasta los cinco mi profesora me enseñó a comportarme, a leer y a escribir. Mi profesora de inglés particular me enseñó mucho, ya que empecé cuando tenía tres años.

En definitiva, todo lo que sé lo aprendí de los que me rodean, y espero seguir aprendiendo mucho más en lo que me queda de vida.

Jordi Vilaplana Sola, 1ºESO B

Mamá, yo aprendí de ti que no hay que rendirse nunca, aunque el destino te lo ponga difícil. Tú siempre me enseñaste a distinguir lo que se debe hacer de lo que no. Tú eres un gran ejemplo para mí y para mi hermano. Eres una persona fuerte que se crece ante las dificultades. Siempre me ayudas y te dejas la piel trabajando para darnos todo lo que necesitamos. Sin ti no seríamos quienes somos. Eres nuestro modelo a seguir.

Pepe Fernández León, 1ºESO A

Hoy en clase, cuando la profesora nos dio el título de la redacción, muchos nombres me pasaron entonces por la cabeza: mi madre, mi padre, mi hermano, mi abuelo… de todos ellos aprendí algo muy importante, pero de la persona que de verdad he aprendido muchísimo es de mi ídolo: David Martin Lafuente. Os parecerá absurdo que lo llame “ídolo” y más absurdo aún, el hecho de que él me haya enseñado algo, pero por extraño que parezca me enseñó muchas cosas.

Hoy, ahí donde lo veis subido en un escenario y rodeado por millones de fans, tuvo que realizar un gran esfuerzo previo. Desde bien pequeño quería dedicarse a la música, y fue tras su sueño. Con tan solo veinte años cogió su maleta y cien euros, y de Granada se trasladó a Madrid con la intención de buscarse un ansiado hueco en el mercado musical. Fue dejando copias de su currículum por diferentes lugares, pero no hubo suerte, así que en alguna ocasión se le pasó por la cabeza abandonar su sueño y volver a Granada, pero no lo hizo.

Su suerte cambió una noche en la que le invitaron a una fiesta y allí conoció a cuatro chicos: Carlos, Dani, Álvaro y Blas. Los cinco perseguían curiosamente el mismo sueño, así que se pusieron a componer y años más tarde nació el grupo Auryn. ¿Os sigue pareciendo ridículo? Él lo dejó todo por conseguir su sueño, nunca se rindió, y con ello me dio una gran lección que me acompañará siempre.

Sara Martínez Aracil, 1ºESO A

La persona de la que más estoy aprendiendo es mi madre. Ella es muy buena, trabajadora, agradable y simpática. Le gusta el orden. Y también practicar deporte, sobre todo caminar e ir en bici y muchas veces salimos juntas. Nos enseña a mi hermana y a mí normas de educación para saber cómo debemos comportarnos delante de la gente. Pero sin duda, de lo que más contenta y orgullosa me siento es que me haya enseñado a tocar el piano, y de haber entrado en el conservatorio, porque me gusta mucho, me relaja y me ayuda a concentrarme, y además siempre me divierto. Aunque es muy sacrificado, vale la pena. Espero seguir aprendiendo muchas cosas de mi madre y de todas las personas que tengo alrededor.

                                                                                     Inés Mira Pérez, 1ºESO B

La persona que más me ha ayudado en mi vida ha sido mi madre. Desde enseñarme a dar mis primeros pasos hasta el día de hoy.

Ella es quien me lo ha dado todo, y por ella soy lo que soy. Por eso le dedico esta redacción, aunque ella se merezca más. Cuando me riñe, se enfada y me castiga, me cuesta entenderlo, pero al final me doy cuenta de que tiene razón y que todo lo que hace es por mi bien, y cuando dice que estudie es porque quiere que tenga un buen futuro.

Mi madre es maravillosa, pero también está mi padre, que como no, él también me ha enseñado muchas cosas, ¿y quién podría hacerlo mejor?.

Esas dos grandes personas son las que más me han ayudado y apoyado en mi vida, y gracias a ellos he aprendido todo lo que sé, pero lo más importante es que sin ellos no sería nada.

Los quiero mucho y son lo mejor. No los cambiaría por nada.

Natalia Teruel Santoyo, 1ºESO B

Una de las personas de las cuales más he aprendido en mi vida es mi madre.

Todo el mundo sabe que cuando eres pequeño no pensamos y hacemos muchas tonterías, y ahí están todas las madres para ayudarnos a rectificar. Y así aprendemos los niños. Conforme vamos creciendo las madres nos enseñan castigándonos por aquello que hacemos mal, y de esta manera llegamos a entender que la próxima vez no caeremos en el mismo error. Cuando nos hacemos aún más mayores las madres nos dejan más libertad, pues ya somos personas maduras.

Bueno, como yo todavía no me he ido de casa, porque soy aún pequeño, no sé del todo bien lo que eso puede significar, pero lo que sí sé es que cuando me haga mucho más mayor seguro que seguiré aprendiendo cosas de mi madre y siempre la tendré en mi corazón.

Carlos Reche Vicent, 1ºESO B

Para mí la persona que más me ha influenciado en mi vida ha sido mi madre. Quizá fue así porque era ella, quien por horario, siempre podía llegar a hora de recogerme, mientras que mi padre tenía diferente horario y salía mas tarde. Pero quiero que sepan que a los dos los quiero por igual.

Todo lo que sé se lo debo a ellos por diferentes motivos. Mi madre me ha ayudado más en el tema de los estudios, a la hora de hacer los deberes, y también en relación a los problemas de amigas, aunque no han sido frecuentes. Mi padre, por su parte, como es diseñador se ha centrado más en asignaturas como plástica o matemáticas que en otras. También me gustaría agradecer a mis profesores de primaria que han sido para mí unos grandes mentores en todo este trayecto. De mi hermano no puedo decir que ha sido un gran guía, pero porque aún es muy pequeño, aunque a su manera ha hecho mucho por mí y se lo agradezco infinitamente.

Mis padres siempre han estado ahí tendiéndome su abrazo o recibiéndome con una sonrisa cuando hace falta. Yo creo que todo lo que les debo no puede ser compensado con ningún regalo ni con escribirles un poema bonito o diciéndoles mil veces te quiero, aunque la intención cuente, lo que les debo, y yo creo que todos les debemos a nuestros padres mucho, nunca se podrá explicar con palabras. Mi amor hacia ellos es sobrenatural, traspase toda frontera, es imposible de expresar.

Aitana Palao Peydró, 1ºESO B

Todo lo que sé lo aprendí de ti, abuelo. Tú eres el que me ha cuidado desde muy pequeñita, el que me ha acompañado a todos los sitios a los que yo quería ir, el que me ha mimado como si fuera su pequeño tesoro, el que me ha querido como si fuera su hija. Como no tengo más abuelos ni abuelas, pues yo te quiero y te querré más que a ninguno.

Tú me has enseñado a valorar las cosas, a decirme que los sueños que tenía de pequeña los tendría de mayor y, que sino los llegaba a cumplir, que no pasaba nada porque la vida sigue. Si tú no existieras, yo no sería igual, mi vida sería apagada y un poco triste. Eres bueno, humilde, sincero, gracioso… En definitiva, lo que todo ser humano quisiera tener y, por suerte, yo te tengo a ti.

Gracias por enseñarme lo mejor de la vida abuelo.

Lucía Brotons Sarabia, 1ºESO B

Yo he aprendido mucho de mi madre. Ella siempre me dice lo que está bien y lo que está mal.

Es ella la que me enseñó a comportarme educadamente en todos los sitios. Y me inculcó grandes valores, como el de la educación y el respeto hacia los demás.

Me hizo ver lo importante que es compartir, y saber estar a la altura de las circunstancias.

Ella me ha enseñado que si me marco una meta, un objetivo, con esfuerzo y constancia lo conseguiré.

Aitana Prats Parra, 1ºESO B

Todo lo que sé lo aprendí de mi madre, ella me ha enseñado a hacer muchas cosas: a vestirme, a comer, a ducharme…, pero lo más importante es que me ha enseñado a vivir. Ella es la mejor persona del mundo, hace unas cocas insuperables, es una gran profesora de inglés, me apoya en los peores momentos…

Lo que más me gusta es que ella es una de mis mejores amigas, no me da vergüenza ir por la calle cogidas de la mano y dándonos besitos, porque le quiero tal y como es y no me importa lo que diga la gente.

Gracias a ella estoy en el Club Teixereta de Baloncesto, “El Teixe”, porque me paga las fichas de juego, y me permite seguir adelante con mi sueño. Y sobre todo, gracias a ella vivo.

Nosotras nos queremos mucho y un día acordamos que ella cuidaría de mí para siempre y yo cuidaría de ella para siempre.

En conclusión, ¡ella es la mejor del mundo!

Silvia Casanova Llinares, 1ºESO A

Desde que era pequeña mis padres han estado conmigo. Mi madre fue la que me hizo distinguir aquello que estaba bien, de lo que estaba mal. Me enseñó cosas que no sabía , y me ayudó a ser como soy hoy. Siempre ha sido como mi amiga, mi modelo de comportamiento a seguir. Mis amigas siempre me dicen que es encantadora, muy simpática.

Es muy buena persona, procura buscar solución a todos los problemas. Mi madre es muy especia para mí, tal y como es, y siempre será para mí la mejor. Por eso hoy he decidido hablar de ella, porque me siento orgullosa de mi madre. De hecho, todo lo que sé lo aprendí de ella, de mis padres.

Lidiana Martínez Pérez, 1ºESO A

Lo más maravilloso que me ha pasado en la vida…

Desde que nacemos hasta que nos vamos, la vida nos sorprende en el sentido más amplio de la palabra, regalándonos en ocasiones momentos que no quisiéramos olvidar, por la emoción, la alegría y la felicidad con que nos embelesaron; pero también nos hace probar la amargura, el dolor y una tristeza que puede hacernos dudar de que la vida sea tan bonita como un día la imaginamos. Sin embargo, ella que es muy sabia, nos confiere en la aflicción, algo tan valioso como la fortaleza, para poder así seguir adelante con valor, sin miedo, y disfrutando de las bondades de esta aventura llamada vida.

Pedacitos buenos y pedacitos no tan buenos van completando el puzle de nuestra existencia, y lo creamos o no, todos ellos encajan. Y si algún día nos detenemos a observar esa obra, nuestra obra, veremos seguro en ella algo tan maravilloso como es el hecho de haber vivido y compartido con nuestros seres queridos instantes que dejaron huella en nuestro corazón, tesoros que son tan nuestros que no nos dejarán nunca.

Veamos, de la mano de nuestros alumnos de 1ºESO, algunos de los hechos que marcaron su vida…

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Lo más maravilloso que me ha pasado en la vida son múltiples cosas, que contaré en esta redacción.

Una de ellas es mi familia. Ellos son algo esencial para mí, porque sin ellos habría un vacío en mí que nadie podría llenar. A su lado he vivido momentos maravillosos y esos tesoros son parte de mi esencia.

Mis amigas son otro maravilloso regalo. Ellas también son parte de mi vida. No se fijan en mis defectos y me apoyan y valoran tal y como soy.

Y por último, un momento que me ha marcado mucho han sido estas fiestas, porque a lo largo del año hemos trabajado todos juntos , y hemos estado disfrutando y compartiendo alegría y entusiasmo con la gente que más queremos.

Soraya Aracil Seco, 1ºESO A

Lo más maravilloso que me ha pasado en la vida ha sido conocer a mis mejores amigos. Los conocí en Infantil, siempre jugábamos juntos, al principio no estábamos tan unidos, pero con el tiempo nos fuimos conociendo mejor unos a otros y congeniamos a la perfección. Mis mejores amigos son las personas en las que puedo confiar, las que me pueden ayudar si tengo problemas y son las personas que están a mi lado en los momentos malos y en los buenos. Aunque a veces hemos tenido nuestras peleas y nuestras discusiones, siempre nos hemos perdonado y nos hemos respaldado unos a otros. Hemos ido juntos a muchos sitios: a las excursiones que hemos hecho con la clase, a TERRA MÍTICA, a Olocau, a La Font Roja, al Campamento de SILOS, a la nieve…

Los mejores momentos de mi vida los he pasado a su lado, y por eso quiero darles las gracias por ser amables, graciosos, valientes, cariñosos y muy buenos amigos. Gracias a todos.

Lucía Valls Hernández, 1ºESO B

Lo más maravilloso que me ha pasado en la vida fue cuando me enteré de que iba a tener un primo. Al principio, cuando mi tía Nuria me lo dijo, no me lo creía, pero después soñé con que fuese un niño, porque yo ya tengo una prima hermana y me quedé con ganas de un chico.

Al pasar los cuatro primeros meses, mi tía me confirmó que iba a ser niño y yo salté, grité, me emocioné muchísimo. Mi hermano y yo al conocer la noticia pensamos nombres para él, pero mis tíos sabían desde el primer momento que nombre le iban a poner: Álvaro. Al principio a mí no me agradaba mucho, pero poco a poco me fue gustando cada vez más. Nueve meses después allí estaba él.

Ahora ya tiene casi 2 años y es el mejor primo del mundo. Pero lo bueno es que esa gran maravilla se vuelve a repetir, porque mi tía está otra vez embarazada. No sé qué será, pero niño o niña lo querré igual.

Laura Salvador Sanjuán, 1ºESO A

El mejor momento de mi vida fue cuando nacimos mis hermanas y yo. Ojalá pudiera haber visto la cara de mis padres al verme, pero claro, era muy pequeña y aunque la hubiera visto no me acordaría.

Mis padres tuvieron que sufrir mucho para poderme tener entre sus brazos, pero el esfuerzo valió la pena. Cuando me vieron por primera vez, seguro que pensaron: esta será clavadita a su abuela. Y así fue, soy su viva imagen.

Cuando tenía tres años, les pregunté a mis padres por qué algunos de mis compañeros tenían hermanos y yo no. Entonces pensaron, pues para que Nerea no esté sola le traeremos una hermanita, y para su sorpresa, vinieron dos mellizas.

Nerea Giner Aguado, 1ºESO B

Lo mejor que me ha pasado en la vida, aparte de mi familia y mis amigos, fue la pasada semana santa. En el transcurso de aquellos días pude darme cuenta de lo que es ser feliz, de lo que es disfrutar y divertirse de verdad, pues fue tan agradable la sensación de ver a tus amigos sonreír y ver en sus ojos emoción y entusiasmo.

El primer día quedamos a las 9:30 de la mañana en el parque de Les Hortes, y todos llegamos puntuales a la cita. Éramos ocho personas (cinco chicas y tres chicos). Y una vez reunidos, iniciamos la marcha hacia la trompa del elefante, que sería donde iríamos a comer y a tomarnos la mona. Había dos caminos para llegar, el que pasa por el lavadero y el que pasa por la carretera de Bañeres; los chicos dijeron de hacer una carrera haber quién llegaba antes, o nosotras o ellos, pero obviamente llegaron ellos primero.

Una vez allí hicimos una guerra de agua con botellas, y después los chicos se subieron a lo alto de la trompa, buscando la sombra y poder así hablar tranquilamente, mientras nosotras seguimos abajo mojándonos. Más tarde nosotras también subimos arriba, sacamos nuestros bocadillos y conversamos, nos hicimos fotos y comimos. Enseguida que acabamos, bajamos a tirarnos por la trompa con cartones, nos caímos muchísimas veces, pero no dejamos de sonreír. Acabándose ya la tarde, los chicos dijeron de hacer una prueba que consistía en correr descalzo por la acequia, el agua estaba realmente fría, pero fue divertido.

Fue un día espectacular. Y así fueron pasando los días en aquella semana única, y los supimos disfrutar al 100%. Repetiría cada momento, día, hora, minuto y segundo 1.000.000 de veces más.

Laura Pérez Bernabeu, 1ºESO A

Lo más maravilloso que me ha pasado en la vida fue el nacimiento de mi hermano pequeño Rubén y la experiencia de viajar a París. Cuando nació mi hermano yo tenía apenas tres años, pero jugaba muchísimo con él y siempre tenía ganas de cogerle en brazos y ponerle el chupete.

Cuando fui a París tenía diez años, fue una experiencia muy divertida, entré en el parque Disney y subí a muchas cosas, también paseamos por la torre Eiffel, subí a la segunda planta y ya me pareció muy alto. Dentro de la torre había muchas tiendas: desde heladerías hasta una tienda de recuerdos, fue muy divertido e incluso aprendí a contar hasta diez en francés. Esas experiencias son una parte importante de mi vida que nunca olvidaré.

Irene Picó Samper, 1ºESO B

El 18-4-04 fue el día más feliz de mi vida. Yo había sido del Athlétic de Bilbao desde pequeñito, como lo era mi bisabuelo y mi tío abuelo. Así que ese día, después de mucho tiempo esperando, fuimos a ver un partido mi tío abuelo Jesús, mi padre, mi madre, y mi hermano, que aunque aún no había nacido, también estuvo allí de alguna manera.

Athlétic club vs Levante. El partido se disputó en el campo del Levante, en Valencia, y ganó el Athlétic 0-2. El encuentro estuvo muy emocionante. El primer gol fue de Fernando Llorente y el segundo de Iraola.

Después del partido, me fui a un restaurante de Valencia. ¡Fue una experiencia única e inolvidable!

Álvaro Guillem Fernández, 1ºESO A

Lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido conocer a unas personitas maravillosas: ellas son mis amigas, con las que he podido compartir millones de momentos de felicidad y algunos de tristeza. Ellas siempre han estado ahí en todo, y eso nunca sabré cómo agradecérselo. Yo a ellas se lo debo todo, porque sin ellas no sabría lo que es una verdadera amistad. No tenemos gustos ni pensamientos parecidos: unas juegan a baloncesto, otras hacen gimnasia rítmica, otras juegan al fútbol, también algunas bailan, o tocan algún instrumento y cantan. Pero fuera de todo eso todas pensamos igual y somos como hermanas.

Me siento orgullosa de las amigas que me han tocado y ojalá siempre estemos todas unidas. Me encantaría al hacerme mayor poder recordar miles de momentos compartidos juntas. Les estoy muy agradecida y desearía que nunca cambiase nuestra amistad y pudiéramos hablar de toda una vida compartida, porque me pongo a pensarlo y no sé qué haría yo sin ellas.

Para mucha gente seremos un grupo de niñas cualquiera y ellas serán unas chicas más, pero para mí es el mejor grupo de amigas que ha podido existir. Tal vez pasemos por momentos difíciles, pero a su lado todo será más sencillo de sobrellevar. Las quiero más que a nada. Y como se suele decir: «No todas las hermanas son de sangre´´. Una afirmación que cada vez creo más, pues ellas son eso para mí: hermanas, mi segunda familia.

Clara Valero Cespedosa, 1ºESO B

Lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido poder ver como mi abuelo se ponía mejor, después de haber estado bastante enfermo durante mucho tiempo.

Yo que lo llegué a ver fatal, ahora cuando lo miro me emociono muchísimo, porque aunque sé que no volverá a estar como estaba antes, está muy recuperado.

Otro hecho que me marcó especialmente fue poder conocer a mis cantantes favoritos: Los Gemeliers. Ese día para mí fue muy importante porque esperé mucho tiempo para que llegara el momento.

Desde que me pasara lo de mi abuelo y lo de Los Gemeliers estoy muy contenta y considero que mi vida es todo un regalo. Aunque lógicamente no todo siempre ha sido todo bonito, pues también he tenido muchos disgustos, aprendí que ante todo hay que sonreír, pase lo que pase todo hay que tomárselo con una GRAN SONRISA.

Clara Rivas Boronat, 1ºESO A

Cuando iba en el avión vi como despegábamos hacia el cielo. Y después de dos horas llegamos a París.
Del aeropuerto nos fuimos directos al hotel a dejar las cosas y sin más nos dirigimos hacia las atracciones. Vimos la cabalgata de personajes Disney y me monté en la atracción de Toy Story, donde coincidimos con las ardillas Chip y Chop.
Al final del día vimos los fuegos artificiales, que fueron espectaculares, y después nos fuimos a cenar a un restaurante donde estaban: Mickey, Minnie, Pluto, Goofy y Pinocho.
Me subí a muchas atracciones y me lo pasé muy bien, también montamos en un barco grande donde me encontré una moneda de Disney.
El último día fuimos a ver a las princesas Disney a su castillo y a comprar algunos regalos.

Sin duda, fue el momento más maravilloso de mi vida.

Aitana Prats Parra, 1ºESO B

Cuando yo nací no era consciente de la familia que tenía. Por parte de mi madre ésta era y es muy numerosa. De hecho, al principio éramos 6 primos y catorce tíos. Y a medida que fui creciendo nacieron más primos y ahora somos 13. Por suerte, tengo a mis cuatro abuelos, por lo que he podido disfrutar mucho de su presencia. Y es por ello por lo que voy a contar mis momentos felices al lado de estas grandes personas; pues los recuerdos más maravillosos de mi vida siempre han sido junto a mi familia: en comuniones, cumpleaños, en navidad, en fiestas, en las casetas, en la playa, en casa de mis tíos, en la feria, etcétera….

A mí me gusta juntarme con todos ellos porque hago cabañas, me divierto, me baño con ellos y cuando acaba el día me acuerdo de todos y cada uno de esos instantes que he pasado junto a ellos y eso me reconforta.

Carlos Reche Vicent, 1ºESO B

Una mañana mi padre me dijo que por la tarde íbamos a ir al estadio del Elche, a ver el partido que disputaría contra el Atlético de Madrid. Entonces llamé a mi primo Dani y éste me dijo: “¡Yo también voy!”. Así que nos fuimos los tres.

El partido acabó con un 1-0 como resultado, a favor del Atlético de Madrid, gracias a un gol de Diego Costa, que tardó en llegar tras varios intentos fallidos.

Después salimos y vimos el autobús del Atlético de Madrid. Salimos corriendo y nos quedamos en la valla que nos separaba de los jugadores, entonces empecé a gritar con todas mis fuerzas al jugador Courtois. Hasta que me escuchó, se acercó y pude hacerme una foto con él. Y eso es lo mejor que me ha pasado.

                                                            Javier Latorre Martí,1ºESO A

Mis padres me recogían siempre de la guardería, por eso cuando vinieron a por mí aquel día, no me sorprendió. Sin embargo, cuando llegamos a casa, mis padres me dijeron que iba a tener un hermanito o hermanita, y eso me alegró inmensamente. Fue pasando el tiempo y fui guardando juguetes para el bebé que ya no utilizaba, y ropa que me venía pequeña.

Después de cinco meses mis padres me dijeron que iba a ser un niño, ¡Fantástico, era un niño! Yo quería que fuese niño porque así podría jugar al fútbol con él. Mis padres dudaban entre llamarle Nacho, Hugo o Beltrán, pero era difícil ponerse de acuerdo, porque uno quería uno, y otro quería otro, hasta que al final buscaron un nombre que les gustaba a los dos, y ese nombre fue Alejandro. Cuando me lo dijeron salté de alegría porque ese nombre era uno de mis favoritos.

El 21/3/2006 nació Alejandro, le compraron y le prepararon la habitación, yo ya iba al cole y me cambiaron la cama a mí y se la pusieron a Alejandro para cuando fuera mayor.

Aunque nos enfadamos con frecuencia, él siempre será mi hermano.

Pascual Chamorro Sánchez, 1ºESO B

Lo más maravilloso que me ha pasado en la vida fue la primera vez que asistí al estadio de mi equipo favorito El Elche C.F. En aquel encuentro se decidía si finalmente subiría a primera división, y por esa razón, había un gran ambiente, alrededor de unas 25 mil personas. Nada más llegar empezamos a cantar “Aromas Ilicitanos” (nuestro himno).

Íbamos perdiendo 0-1 contra el Deportivo de la Coruña, cuando de repente conseguimos empatar. Yo salte de alegría y me abracé a una persona que no conocía de nada. Terminada la primera parte, estaba impaciente porque empezara la segunda. Cuando ésta arrancó, no dejamos de animar al Elche para que metiera gol. Al final, cuando sólo quedaban unos minutos, lo conseguimos, y saltamos de emoción.

¡Al año que viene jugaríamos por fin en primera división!, así que me hice socio. Después de esa temporada seguimos en primera, y como soy socio voy a todos los partidos gratis, y estoy ansioso porque empiece la nueva temporada de liga BBVA 2014-2015.

Eduardo Vicedo Ortega, 1ºESO A

Si te dijera que es lo más maravilloso para mí sería, sin duda, mi hermano. Me adora, me cuida, me quiere como amiga y me admira como hermana. Cuando nos peleamos siempre al minuto nos perdonamos, no todas las veces me hace el mismo caso, pero yo le miro y él me mira a mí, y se detiene el mundo. Cuenta historias sin sentido con las que todos nos reímos, nos habla de algún sueño, de su tiempo en la guardería…y nos encanta escucharle. Y aunque sé que es muy inquieto, y eso no siempre es fácil de sobrellevar, nosotros le adoramos.

Matilde Reig Albero, 1ºESO B

Hace tres años, en Navidad (el día de la cabalgata) vinieron los Reyes Magos, y nos trajeron unas entradas para mi hermano, mi madre, mi padre y yo (algo que me sorprendió porque mis padres están divorciados) para ver el musical de Disney en Madrid.

Una vez llegamos a la capital, nos dirigimos hacia el hotel y nos instalamos en la habitación.

Por la noche fuimos a un teatro y nos sentamos casi en la primera fila. Mis padres se llevaron muy bien, ¡y eso fue fantástico!

Al acabar regresamos al hotel a dormir. Al día siguiente hicimos de todo: fuimos a ver museos, al palacio real, al Congreso de los Diputados, a la Cibeles, etc.

También subimos en metro, ¡y me encantó!

Cuando fue hora de volver tenía ganas de quedarme, porque me lo había pasado estupendamente, pero había que volver para deshacer las maletas y descansar, ya que al día siguiente teníamos colegio…Fue genial, aunque realmente lo que me gustó especialmente es que mis padres estuvieran juntos.

Lucia Tárraga Romero, 1º ESO A

Vivir es lo mejor que me ha pasado en la vida. Mis padres me dieron ese regalo hace 12 años y espero poder conservarlo durante mucho tiempo.

Mi vida está llena de alegrías y tristezas, sonrisas y lágrimas, pero supongo que de eso se trata. Y estaré eternamente agradecida a mis padres.

Pero la vida no es eterna, aunque personalmente me gustaría que lo fuera, llegará un día en el que este fantástico viaje se acabará, y todo pasará a ser ceniza, habrá un día en el que nadie recordará a nadie. Y entonces llegará otra vida, y esa sí que será eterna, y me sentiré orgullosa porque todo valió la pena, valió la pena vivir, porque así como pisas piedras también encuentras diamantes, porque las personas que me acompañan en este trayecto me hacen feliz, porque al fin y al cabo estamos en la vida de paso, así que no te preocupes por el mañana, disfruta del hoy y se feliz porque estás en posesión del mejor de los regalos: la vida.

Sara Martínez Aracil, 1ºESO A

Recuerdos…

El curso 2014-2015 ya ha arrancado, y nuestro blog da la bienvenida a nuevos y veteranos alumnos con la misma ilusión que comenzó su andadura hace ya un año…Y ha querido hacerlo en un día muy especial, una fecha significativa para muchas familias que cada 21 de septiembre aunan sus voces y su energía para conmemorar el Día Mundial del Alzheimer. Una triste y desgarradora enfermedad que va borrando a su paso los recuerdos de una vida.

Nunca sabemos qué nos puede deparar esta impredecible aventura que emprendimos al nacer, pero de lo que sí estamos seguros es que nuestro camino se irá atesorando de muchos momentos, algunos buenos, algunos no tan buenos, algunos que desearíamos rememorar una y otra vez en nuestro corazón y otros que quisiéramos olvidar y no podemos; momentos que irán conformando nuestra esencia y que les dirán a aquellos a los que tanto quisimos y que tanto nos quisieron quiénes fuimos, dejando una huella indeleble en su trayecto.

Por esta razón, porque todos los caminos son inescrutables y nunca podremos saber qué piedras encontraremos en nuestro camino, hemos querido recopilar algunos de nuestros grandes recuerdos, para que si algún día no podemos seguir cuidándolos, aquellos que nos aman lo hagan por nosotros, pues como un sabio dijo una vez: «Los recuerdos que hoy terminan en ti, empiezan en nosotros».

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Puedo afirmar que los mejores recuerdos que tengo los viví junto a mis primos (Emma, Jaume, Joan y Andrea) y mis abuelos. Pasé gran parte de mi infancia con mis abuelos, los veía todos los días, me quedaba a comer en su casa, ya que mis padres trabajaban. Me pasaba horas y horas jugando, montando un »Castillo» con las piezas del ajedrez, montando torres con piezas de puzzle grandes y blanditas, me salía al patio y cavaba un agujero para enterrar semillas de flores, y alguna vez incluso recogí alguna cría de gorrión y la cuidé en el patio de la casa, hasta que aprendía a volar y se iba…

¿Y lo bien que lo pasábamos los primos en las comidas familiares? ¡Eso no tiene precio! Antes poníamos una pequeña piscinita de apenas un metro de longitud y nos bañábamos, jugábamos y lo pasábamos genial, y cuando llegaba la hora de irse, todos no enfurruñábamos y alguno que otro se ponía a llorar… Claro, y con todo lo bueno, llega lo malo… Éramos muy trastos, y siempre nos metíamos en algún lío, rompimos más de un jarrón, arrancamos más de una de las cuidadas y añoradas plantas de mi abuela, y una vez, hicimos una guerra de cojines entre nosotros y mi abuelo, y él salió perdiendo, pues un cojín le dio en la cara y le tiramos las gafas al suelo, y para postre, uno de nosotros, no recuerdo bien quién fue, las pisó y las dobló enteritas.

¿Y cuándo comíamos en el Alamí? Sacábamos la cocinita y mi prima Andrea y yo empezábamos a servir »Café», que en realidad era tierra, con césped, y agua…A mí me encantaba coger un cubo de metal, llenarlo de agua y hacer una »pócima secreta» con agua, arena, plantas, cáscaras de almendras, sal y también azafrán, y luego, cuando mi abuela me encontraba, me regañaba por coger el azafrán. Recuerdo también que en un armario había una caracola enorme que pertenecía a mi abuela, tenía un montón de años, ella dice que se la regaló una vez su abuelo. Nos dejaba cogerla, pero con muchísimo cuidado, ya que para ella era algo muy valioso.

Ahora ya nos hemos hecho mayores, y apenas nos reunimos, y cuando vamos a la caseta, muy a la larga, después de comernos las riquísimas paellas de mi abuela, cada uno se va. Uno porque tiene que estudiar, el otro porque quiere jugar a la consola en su casa, otro porque tiene sueño, otro porque ha quedado con los amigos… Pero bueno, con el tiempo las cosas pasan pero los recuerdos nunca se olvidan.

Ángela Mínguez Bernabéu, 2ºESO A

Tengo muchos recuerdos…buenos, malos, bonitos, emotivos, tristes, alegres…Pero hoy voy a contar unos de los recuerdos más preciados que tengo y que nunca quisiera olvidar.

Una tarde de verano tranquila, cuando yo tenía tan solo 5 años, me dieron una gran noticia: iba a tener una prima. Como yo no tenía a nadie con quien jugar en mi familia, porque todos eran adultos y yo era la única niña, me puse súper contenta, porque así tendría a alguien con quien divertirme, pasármelo bien, contarle secretos y muchas cosas más. Cuando mi tía estaba embarazada siempre le preguntaba, que cómo se iba a llamar, que si sería chico o chica, etc. y cuando me dijeron que iba a ser una chica me alegre mucho, tenía unas ganas enormes de que naciera y por suerte el día que tanto esperaba llegó. Yo estaba en mi casa porque era de noche y tenía que ir al día siguiente al colegio, pero recuerdo que mis tíos le enviaron una foto a mi padre por el ordenador, cuando la vi, me puse a saltar y tenía unas ganas enormes de verla en persona.

Al día siguiente fui al hospital, estaba muy nerviosa y cuando la vi me emocioné, me daba un poco de miedo tacarla por si acaso le hacía daño. Los meses pasaron, y todavía recuerdo cuando la cogí en brazos por primera vez y disfruté entonces de los mejores minutos de mi vida. Con el paso del tiempo, ese bebe, al que tanto quería, aprendió a hablar, caminar y de eso han pasado ya 7 años, y es que el tiempo pasa volando. Me gustaría que mi prima supiera, que a pesar de lo pequeña que es, tiene un corazón enorme. He pasado los mejores momentos de mi vida a su lado, y también algunos tristes, aunque ella ha sabido ayudarme para intentar que no piense en ellos. Para mí ella es como mi hermana pequeña, porque ni ella ni yo tenemos hermanos, así que nos tratamos como si lo fuéramos, aunque tenemos nuestras peleas y enfados, como todo el mundo. Ella me ha enseñado muchas cosas y yo a ella también, espero estar a su lado toda la vida y  seguir compartiendo risas, enfados, lloros y alegrías. Y ese es el gran recuerdo que nunca quiero olvidar.

Estela Ortega Bernabéu, 2ºESO B

Un día como otro cualquiera, mi hermana y yo estábamos en casa preparando la comida, ya que mis padres estaban trabajando. Después llegaron, y como todos los lunes, comimos macarrones. Más tarde, mi padre se fue a trabajar, pero mi madre libraba por la tarde, así que como al día siguiente yo me iba de campamento y teníamos que preparar varias cosas y comprar otras muchas, mi madre aprovechó para ir a comprar. Sin embargo, cuando apenas había transcurrido media hora, mi madre llegó a casa preocupada y llorando. No sabíamos qué le pasaba, le preguntamos y ella decía que nada, pero al final nos lo acabó contando. Era lo peor que me podía haber pasado; mi padre había tenido un accidente con la moto. Me asusté y pensé que me había quedado sin la persona más maravillosa de este mundo.

Mi madre salió corriendo de casa para seguir a la ambulancia que llevaba dentro a mi padre. Yo me quedé con mi hermana, estábamos las dos muy muy tristes, agobiadas porque no sabíamos nada y sobre todo asustadas por lo sucedido. En esos instantes empecé a pensar en los maravillosos momentos que había pasado junto a él, en las aventuras vividas y en las cosas que aún me quedaban por vivir. Me había dado la vida, y me dijo que siempre estaría conmigo, me enseñó a comprender las cosas, lo que estaba bien y mal, pero sobre todo a valorar lo que tengo, que son él y mi familia. Pensé que no le iba a ver más, pero en ese momento llamó mi madre diciéndonos que estaba vivo y estaba bastante bien, a mí ese bastante me sobraba ya que quería que estuviese bien. Tras aguantar largas horas de desesperación y angustia, mis tíos llamaron diciendo que íbamos a Alcoy a verlo. Cogimos el coche y nos dirigimos a Alcoy. Llegamos al hospital, entramos mi hermana y yo a la habitación donde estaba mi padre, estaba todo magullado. De repente me saltaron las lágrimas de aquellos ojos vidriosos, él me dijo que estaba bien, que se recuperaría… Me despedí de él cuando ya le subieron a planta, yo le dije que no iba a ir al campamento, él dijo llorando que fuera, que si le quería ver bien, tenía que ir, así que acepté. Me quedé a dormir a casa de mis tíos, ya que mi madre estaba en el hospital, cogí mi maleta y me fui. Al día siguiente cogimos el coche y nos dirigimos hacia el campamento, me lo pasé genial, llamé a mi padre todos los días. Cuando se acabó el campamento por fin regresé a casa, él me dijo que me quería mucho y que me había echado de menos. Pasaron unos días, al final se recuperó, y gracias a la rehabilitación está mejor, muchísimo mejor. Es mi padre y no le hubiera dejado caer nunca, porque es lo más preciado que tengo.

Te quiero Papá.

Ángela Vilaplana Verdú, 2ºESO A

¿Qué es lo primero que me viene a la cabeza cuando pienso en la palabra recuerdo? Pienso en las cosas más bonitas que existen en mi mente, pienso en mi familia, en mi perro, en mis amigos, en los viajes que he hecho; pero como en todo ser humano, en nuestra mente también hay recuerdos malos, como la muerte de una persona importante, un suspenso, o las regañinas de tus padres. Por eso procuramos llenar nuestra vida de felicidad, para olvidar los momentos malos de nuestra vida, o al menos para no recordarlos.

Este recuerdo especial está dedicado a una persona, que aunque tuviese más años que yo, era mi amigo. Esa persona era Don Antonio. Me encantaba su voz, sus cantos y sus misas.

Recuerdo como si fuese ayer aquel trágico día. Mi amigo Luis se acercó a mí y me dio la mala noticia. Aquel día no pude evitar convertirme en un mar de lágrimas. Fueron pasando las horas, salí del colegio y me detuve a mirar la iglesia pensando en Don Antonio. Pensé en todos los buenos momentos que pase junto a él; como la vez que fue a vernos al campamento de postcomunión, o cuando todos los niños asistíamos a la misa de doce que él celebraba, o como la vez que me dijo que fuera a la casa Abadía para regalarme una foto de San Nicolás (patrón de Alicante); cuando me bautizó, aunque no me acuerdo de eso, y cuando me dio mi Primera Comunión, pero lo cierto es que también me hubiese gustado que hubiera celebrado la misa de mi confirmación, o que me hubiera casado y bautizado a mis hijos…

No sé cuánto tiempo pasé frente a la Iglesia, pero algo dentro de mí me hizo saber que estaría en un lugar mejor.

¿Qué sería de este mundo sin los malos recuerdos? Los malos recuerdos te hacen más fuerte.

Nicolás Payá Martínez, 2ºESO B

Lo que más me ha marcado en mi vida ha sido la muerte de mi abuela Iluminada, los momentos que pasaba junto a ella eran especiales, era como tener un ángel a tu lado y saber que siempre estaría ahí para ayudarte.

Mi abuela tenía cáncer, una enfermedad que yo veía que cada vez le hacía más daño, casi todos los días mi madre o algún hermano o hermana la llevaban al hospital para hacerle todo tipo de pruebas, pero todos los médicos decían que no se podía hacer nada contra la enfermedad, aún así una parte de mí sabía que se podía hacer algo.

Mi prima y yo escuchamos muchas conversaciones en las que se decía que mi abuela no estaba muy bien, así que nos preocupamos, y aceptamos con resignación el hecho de que más pronto o más tarde iba a fallecer. Todos los días por la tarde me iba a casa de mi tía, y allí mi prima y yo jugábamos a investigar cosas para poder curar a mi abuela, buscamos piedras especiales, rezábamos… soñábamos con encontrar soluciones. Y después, al caer la tarde, me iba a casa a dormir y rezaba esta oración:

Antes de dormir señor quería decirle que tengo una abuela enferma y quisiera que me ayudaras a que se recupere, por favor.

Más tarde, cuando acababa, me iba a dormir pensando en ella.

Claudia Santonja Beneyto, 2ºESO A

Para mí el recuerdo que de momento más ha marcado mi vida tuvo lugar el día en que me anunciaron que iba a entrar en primer grado de elemental en el conservatorio de música y danza de Alcoy, cuando tenía nueve años.

Fue un día de Septiembre, al salir del colegio me dirigí al coche de mi abuela, quien me llevó a su casa, ya que ese día comía allí, y cuando llegamos me dio la noticia. Ese momento fue muy especial, sentí una profunda alegría, gratitud hacia mis padres que habían hecho lo imposible por llevarme a esa prueba, sentí gozo, pensaba que entrar allí me haría conocer a mucha gente, hacer más amigos y me abriría puertas hacia mi ilusión, que era ser pianista. En ese momento nadie podía hacer nada para que estuviera triste o desanimada, pero a la vez empecé a darme cuenta de que todo eso requería mucho esfuerzo, dependía de mí y tenía que estudiar mucho para conseguir lo que me gustaba tanto.

Lo primero que hice fue llamar a mi madre, no le dije que ya sabía lo de la prueba porque seguro que a ella le hacía ilusión contármelo, pero le pregunté cuánto tardaría en llegar, y pocos minutos después se presentó en la puerta con una sonrisa que me llenó de satisfacción porque sentí que estaba orgullosa, y por lo tanto yo también me sentí así. Entró en casa y comimos mientras ella me contaba todo lo ocurrido, me dijo que mientras ella estaba en el instituto la llamaron y le dijeron que había entrado y que mi profesor a partir de ese momento sería Juan Antonio. Entonces la curiosidad me invadió porque quería saber cómo era todo aquello y quería conocer a mi profesor, pero tenía que esperar para poder saberlo todo.

Al terminar de comer nos despedimos de mi abuela y nos fuimos a casa. Yo ya no podía ni hablar, no sabía lo que hacer, porque estaba pensando en todos esos sentimientos que me habían hecho reír, emocionarme, reflexionar y sobre todo agradecer.

Ese día es un recuerdo que no se va a ir jamás porque no lo permitiré.

Mila Martínez Ferrero, 2ºESO B

Cuando me desperté parecía una mañana de invierno como todas, pero recibí una gran noticia y todo cambió: mi tía me dijo que mi madre estaba en el hospital porque había roto aguas. Cuando me lo dijo me quedé paralizada, no podía creer que por fin tenía un hermano.

En ese momento fui a casa de mi tía a comer, y cuando acabamos fuimos directos al hospital para ver cómo estaban mi madre y mi hermano. Cuando entré por la puerta allí estaba él, era muy pequeñito y lloraba desconsoladamente, pero aun así a mí me pareció el bebé más tierno que había visto. La primera vez que le cogí en brazos estaba nerviosa, pensaba ¿y si se me cae?, ¿y si no le gusto y empieza a llorar?, o quizá no me quiera tanto como yo a él. Me ponía en lo peor. Cuando por fin le cogí reaccionó de una manera muy distinta, me sonrío y hasta pareció que me guiñaba el ojo. Me emocioné mucho, empecé a llorar, no quería irme de su lado quería estar más tiempo con él, pero no me podía quedar a dormir en el hospital, porque había más gente.

Desde ese día mi mundo cambió por completo, ahora es muchísimo mejor y le quiero más que a nada, y sí, nos peleamos como todos los hermanos, pero aun así yo no imaginaría mi vida sin él.

 Denisa Turcu, 2ºESO A

Yo no he podido elegir un recuerdo concreto. En vez de eso he escogido una etapa llena de recuerdos bonitos.

La infancia es una de las etapas más bonitas de la vida. Se podría decir que muchos de los recuerdos más valiosos que tengo son de mi infancia. De pequeños es cuando somos más revoltosos, más cabezotas, pero sobre todo más inocentes. Es ese tiempo donde nada te da vergüenza y las cosas más simples son las que más feliz te hacen, todos tenemos una infancia llena de recuerdos, de momentos, que aunque eras muy pequeño, recordarás toda tu vida, porque son precisamente esos recuerdos (ya sean buenos o malos) los que te marcan y te hacen ser como eres. Por eso son los más valiosos. En mi caso tengo muchos y nunca los quiero olvidar.

Natalia Peydró Medina, 2ºESO B

El recuerdo que no quisiera olvidar fue cuando pude viajar a Ecuador a ver a mi familia después de 5 años sin verlos. Fuimos en vacaciones y pude disfrutar junto a mis abuelos y tíos durante dos meses, también celebrar mi cumpleaños y a la semana siguiente el bautizo de mi hermano. Tuve la oportunidad de conocer ciudades como Quito, Guayaquil, Salinas y Baños, que es un pueblo donde hay balnearios que tienen agua que se calienta al pasar por un volcán. Pude conocer además la ciudad Mitad del Mundo, que es uno de los lugares más turísticos, al igual que también visité un sitio que antiguamente era un volcán, y ahora está habitado, aunque dicen que éste aún está activo y podría entrar en erupción.

Visitamos también a mi bisabuela que vive en la capital y su casa estaba junto al aeropuerto, de hecho se escuchaba y se veía como despegaban los aviones. Una de las cosas que más me sorprendió de este viaje fue que en una roca estaba esculpida la cara del diablo y se dice que detrás de ella se encuentra un gran tesoro. Este recuerdo no lo quisiera olvidar jamás, porque aparte de conocer muchos sitios, pude disfrutar cada momento con mi familia, ya que no los puedo ver todos los días. Me gustaría volver a visitarlos, y espero que el siguiente viaje sea tan inolvidable como este.

Lidia Ibarra Roldán, 2ºESO A

El día 10 de Julio de 2013 fue una fecha que me marcó. Todo empezó cuando el grupo One Direction anunció que iba a actuar en España el 8 de julio de 2014, en Barcelona, y el 10 y 11 en Madrid. Las entradas saldrían a la venta el 28 de Agosto. Ese mismo día fuimos al Corte Inglés y las compramos. Las guardé en un cajón y allí permanecieron durante más de 10 meses.

Cada mañana contaba cuántos días faltaban para que llegase ese día tan especial. Cuando por fin llegó, fuimos al Estadio Vicente Calderón a las 10 de la mañana y estuvimos haciendo cola, y allí conocí a unas chicas muy especiales: Nerea 1, Nerea 2, Isa, Carolina y Paula… Estuvimos hablando y me contaron que muchas de ellas estaban esperando desde mayo para que no les quitasen el sitio, e incluso se saltaron los exámenes para verlos. Todo era una locura. Los bomberos, como hacía tanto calor, nos tiraban agua y nos reíamos mucho con ello.

Cuando se hizo la hora de entrar, se formó un gran alboroto.

El escenario estaba genial, porque al tiempo que iban cantando lanzaban cohetes al ritmo de la música. Fue una noche inolvidable.

Paola Martínez Moltó, 2ºESO A

Un día como otro cualquiera sucedió lo que estaba deseando desde hacía varios años…

Yo estaba tranquilo en casa, cuando de repente aparecieron por la puerta mis padres y me dejaron sobre la mesa unos papeles. No tenía ni la menor idea del contenido, no sospechaba nada. Lo abrí poco a poco hasta que descubrí lo que era. Era un billete de tren y una entrada para ver al equipo de mis sueños, a mis ídolos, a los mejores jugadores del mundo. Me quedé anonadado después de que me dieran la gran noticia, por un instante me quedé paralizado, pero a la vez me dio una gran alegría.

Parecía que los días no pasasen y que todavía quedara mucho para el gran momento. El día al fin llegó, y por la mañana temprano marchamos hacia Alicante, allí cogimos el tren hasta Barcelona, llegamos más pronto de lo que esperábamos. Nada más llegar a la esperada ciudad de Barcelona, nos fuimos rápidamente al hotel. Llegamos, dimos una vuelta por el hotel, visitamos la piscina que estaba en el tejado, también había spa… Cuando terminamos de comer nos echamos una siesta y después, una vez relajados, nos fuimos al Camp Nou que estaba a tan solo unos pasos del hotel. Nada más entrar nos dimos cuenta de que era más grande en vivo que en las fotos. El partido empezó genial, en los primeros minutos el Barcelona, dirigido por Pep Guardiola, se hizo con el partido y lo demostró con un gran gol de Messi, el juego estuvo animado, la posesión fue la mayor parte del encuentro para el Barça, y además de ser quien en todo momento dominó el juego, también el equipo contó en su favor con los goles, con un resultado final de 3-0.

Pasadas las doce de la noche nos acostamos y al día siguiente al despertarnos dimos una vuelta por la fantástica ciudad de Barcelona, y más tarde dejamos la ciudad y vinimos de vuelta a Ibi. Vine encantado, ese día fue genial y espero que se pueda repetir. A parte de una experiencia increíble, también fue maravilloso porque pude pasar un fin de semana con mi padre y un amigo al que aprecio mucho y supongo que será una vivencia, un gran recuerdo que nunca olvidaré.

Jorge Serrano Arratia, 2ºESO A

Desde que nací has estado a mi lado, siempre dándome todo el cariño que un bebé, como era yo entonces, tanto deseaba. Me acuerdo que siempre estabas ayudándole a mi madre en las tareas de la casa, y siempre me ofrecías lo mejor de ti, siempre con esa sonrisa que nos regalabas a toda la familia, aunque en ese momento no te sintieras feliz. Aun me acuerdo de esas tardes que me contabas cuentos, veíamos la tele juntas, compartíamos multitud de experiencias como abuela y nieta que tanto valorábamos. También me acuerdo que siempre a la salida del colegio tú estabas esperándome para ir a merendar al parque.

Pero llegó el día, fue el peor de mi vida…Era sábado y estaba en mi casa tranquila, cuando de repente llegó mi cuidadora a mi casa diciéndonos que la abuela se había desmayado, mi madre te llevó al médico y al final detectaron que era Alzheimer, una enfermedad que no tiene solución, y poco a poco te fuiste olvidando de nosotros, y es muy duro ver a una nieta preguntarte ¿Quién soy? Y quedarte mirándome con la vista perdida sin saber quién soy. Ahora todo ha cambiado, ya no es como antes, que sonreías siempre que veías a tu hija y a tus nietos felices. Me gustaría volver al pasado, que todo retrocediese y que pudieras reconocerme y dijeras mi nombre, que sacases tu sonrisa otra vez, pero sé que eso nunca volverá a pasar, porque esta enfermedad te ha borrado todos los recuerdos que tenías, incluso has olvidado a las personas que más te quieren, pero nosotros no nos cansaremos intentando que estés bien y luchando por esa sonrisa y esa alegría que siempre nos regalaste.

Lucía Vicedo Márquez, 2ºESO B

Yo creo que mi recuerdo más bonito es mi madre, desde que nací ella me dio todo su amor, durante el tiempo que pudo. En realidad, mis únicos recuerdos buenos sucedieron durante cuatro años, porque unos años antes de morir se empezó a poner mala, esa enfermedad se apoderaba de su cuerpo y más de su corazón, y no me podía cuidar como hubiese querido, yo aun no sabía por qué cada vez se alejaba más de mí…

Cuando yo tenía cuatro años me enteré de que estaba enferma y que no se podía curar, pero con cuatro años no podía ser totalmente consciente de ello, porque no sabía qué era una enfermedad, aunque sí que debía ser algo malo. Cada vez que llegaba a casa de mis abuelos, donde estaba mi madre, me acostaba a su lado desde que venía del colegio hasta que me iba. Esos cinco años con ella fueron los mejores, los que más disfruté. Según lo que me ha contado mi familia, mi madre y yo nos poníamos a ver películas durante toda una tarde. Ella hacía todo lo que le pedía y me gustaba, a pesar de que le costara mucho esfuerzo por la enfermedad.

Adriel Sánchez Quiles, 2ºESO B

La verdad es que me ha costado un poco hacer esta redacción; pero finalmente me decidí, voy a hacer esta redacción sobre el mejor viaje que realicé, aunque es muy difícil expresar en una hoja y con un bolígrafo todas las emociones y experiencias vividas en él…

Era un día normal y corriente, cuando a punto de terminar de cenar, mis padres sacaron una hucha y nos dijeron que empezáramos a contar el dinero, pero de pronto, no había dinero en la hucha, sólo había una nota diciendo que ese insignificante papelito valía por cuatro billetes de avión para viajar a París. ¡No me lo podía creer!, el sueño de todo niño, de mi infancia entera se iba a cumplir. Llegó el día y todos estábamos muy nerviosos, o por lo menos yo, seguía sin creérmelo, había esperado ese viaje desde hacía años. Las dos horas en el avión se me hicieron eternas, no veía el momento en el que pudiera ver, tocar, y abrazar a Mickey, Donald, Minnie, Daisy… Pero por fin llegamos, seguidamente fuimos al hotel, dejamos las maletas y me fui corriendo a esperar al autobús que nos llevaría a “DisneyLand”.

Cuando llegamos al parque de atracciones me volví loca, no podía parar de hacerme fotos con todos los personajes de las películas y subirme a todas las atracciones, las que podía claro. En definitiva, fue una experiencia inolvidable, y ojalá se vuelva a repetir.

Elena Verdú Sánchez, 2ºESO A

Un recuerdo que me gustaría conservar siempre fue un viaje que hice a Santa Pola, más concretamente a la casa de una amiga mía: Noemí. Estábamos ella, Noa (que es otra amiga) y yo.

Pasamos todo un fin de semana, y nos lo pasamos muy bien.

Intentamos hacer granizado con un artilugio que tenía ella allí para hacer granizados. Así que leímos las instrucciones. Seguimos los pasos uno por uno, pero no nos salió. En las instrucciones decía que había que poner sal al hielo y en el interior de un bol, el sabor que queríamos. Lo escogimos de Coca-Cola. Estábamos desesperadas porque el granizado se hiciese, pensábamos que habíamos hecho algo mal, así que mezclamos el hielo y la sal junto con la Coca-Cola. La primera que lo probó fui yo, estaba muy muy malo, pero dije que estaba bueno para que las demás lo probaran; la segunda que lo probó fue Noemí, y suerte que estábamos enfrente de la pila de la cocina…

Al llegar su madre a casa y ver todo el desastre que habíamos montado, nos regañó y nos mandó limpiarlo todo.

Esa misma noche nos fuimos a Mc Donal’s donde había una cola inmensa, pero valía la pena por volver a degustar el sabor de sus famosas hamburguesas.

Fue un fin de semana irrepetible.

Cristina Gosálbez Beneyto, 2ºESO A

Grandes Cortometrajes…

Bienvenidos al lugar donde la frontera entre los sueños y la realidad se vislumbra incierta, donde todo es posible, donde al amparo de una tenue luz, casi imperceptible,  nos encontramos con nuestros propios miedos, nuestras esperanzas, reímos y lloramos, creemos y nos mostramos escépticos, somos nosotros mismos y queremos estar en la piel del otro, nos emocionamos y disfrutamos. Y por un momento, la vida nos parece diferente…Y al volver a la clara luz del día nos envuelve una nueva e inolvidable sensación…Es el cine.

Cierra los ojos y déjate llevar…

Pablo Amorós, Marina Chorro, Cristina Gosálbez, Ángela Mínguez, Angie Pabón y Roberto Teruel

Mila Martínez, Natalia Peydró, Adriel Sánchez, Elena Sánchez y Celia Sanjuán

Inés Díaz, Iván Guill, Noemí Sáez, Claudia Santonja y Ángela Vilaplana

Gara Guillem, Paola Martínez, Adrián Palazón, Nicolás Payá y Daniela Toledo

Luis Arnedo, Emilio Hueso, Melchor Pérez, Fernando Verdú y Carlos Vicedo

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Reportajes 2ºESO

Detrás de cada persona hay una historia que merece ser contada, y sólo aquellos que poseen una habilidad especial encuentran la forma de hacerlo para que resulte sencillamente maravillosa…

servicios

María Castillo Berlanga y Rebeca Berlanga Juárez

María Mira Sanjuán, María Saavedra Guillem, Lucía Palau Almarche y Carla Juan Beneyto

Cristina Ferrero Miró, Thais Mirón Fernández, Paula Ruiz Masegosa y Raúl Requena de la Bella

Sandra López Martínez, Marta Palazón Laurí, Marta Cortés Vera y Esther Bornay Balaguer

Juan Lozano Mira

Angie Ponce Ibarra, Laura Santonja Carricondo y Anelhy Kleebatt Barrín

Ana García Juan, Kathy Tanaí Tanaí y Carolina Chacón Quirant

Pablo Galiano Durá,  Javi López Vilaplana, Héctor Martínez Parra y Eduardo Payá Martínez

Roberto Bernabéu Sanjuán, Ximo Valero Navarro, David Delgado Parra y Pepe Pastor Valero

Leidy Zumba Yanza y María García Rico

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Informativos 2ºESO

¡Silencio, que empieza el Informativo!…

3, 2, 1…Entramos en Directo…

 

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Entrevistas

Os emociona su voz al cantar y conocéis todas y cada una de sus canciones; vivís con pasión cada una de sus jugadas y sufrís cuando las cosas se complican en el terreno de juego; habéis seguido su trayectoria cinematográfica desde que empezaron…Son cantantes, futbolistas, actores…personas que despiertan una atracción especial, ¿qué les preguntaríais si un día se os plantease la oportunidad de hacerles una entrevista?

Esto fue lo que le sucedió a nuestros alumnos, y así de bien lo hicieron…

 

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Recital poesía

El pasado viernes 21 de Marzo celebramos el Día Mundial de La Poesía, ¿y qué mejor manera para conmemorar una fecha tan especial que recordando a los grandes, a través de la voz de nuestros alumnos? La magia, el poder de los sueños, la cruenta realidad, la melancolía, la pasión, la tristeza, la satisfacción se combinan en este regalo para los sentidos llamado POESÍA, donde todo, absolutamente todo, es posible…

Escuchémosles y dejémonos llevar por la belleza de las palabras…

 

 

Las mujeres de mi vida…

Su seña de identidad es la fuerza innata, difícilmente se rinden ante las adversidades, es más, se crecen ante ellas. Llevan siempre por bandera una gran e irresistible sonrisa, que aun en los momentos más difíciles, intentan hondear con garra y determinación. Su emblema es el amor, y creen en su poder incondicional, y así lo demuestran en tantas y tantas ocasiones. Sin ellas la vida perdería todo sentido, a ésta le faltaría el color, la alegría; el mundo dejaría de encontrar razones para seguir su marcha, pues ellas son su motor, su energía.

A todas ellas, a las mujeres de nuestra vida, por acompañarnos en este fascinante viaje…

 DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

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La mujer de mi vida siempre ha sido una persona que me ha apoyado tanto en los momentos buenos como en los malos, me ha aconsejado en todo momento sobre lo que debo hacer y lo que no, y me ha enseñado a hacer muchas cosas: a andar, a hablar, a decir que no cuando es necesario, a pensar antes de hacer las cosas… Esa persona es mi mamá Sara. Ella es muy trabajadora, porque de estar en el instituto, me lleva a Valencia, a Alcoy y me ayuda en lo que necesito.

No existen palabras para demostrar lo que la quiero, estas dos palabras siempre reconfortan, pero lo que yo quiero e intento es ayudarla para demostrárselo.

Pienso que todo lo bueno que le pueda suceder es porque se lo merece, nunca se queja de nada aunque haya días en los que se le nota que está cansada.

Me gusta ver películas antiguas con ella, porque a veces las veo sola, pero sin ella no es lo mismo, voy con ella a hacer recados, vamos juntas al cine…

Nunca me separaré de su lado y ella seguro que tampoco del mío, lloramos juntas, reímos juntas y nos ponemos enfermas a la vez, ya que tenemos mucha empatía la una por la otra.

Sara, significa princesa, lo que significa que es fiel y responsable ante todo; mamá significa que es cariñosa y respetuosa hacia sus hijos; profesora significa que es paciente y trabajadora, todos estos adjetivos la definen a la perfección pero el que nunca le faltará será el de humilde, porque los es en todos los aspectos y siempre me ha enseñado a mí a serlo.

Mamá, solo decirte que te quiero y que siempre estaré a tu lado porque eres la mujer de mi vida. Gracias por serlo.

Mila Martínez Ferrero, 1ºESO B

En mi vida hay muchas mujeres importantes, pero una destaca sobre todas ellas: mi madre.  Es y siempre será la más importante para mí, porque ella me lo ha dado todo, desde la vida hasta el capricho más tonto. Es de las pocas personas que siempre ha pensado en mí antes que en ella, y nunca ha dudado en anteponer su felicidad a la mía. Siempre me saca una sonrisa cuando me ve y por mucho que me enfade con ella, nunca se lo toma enserio. Y aunque hay ratos en los que estamos peleadas, después ella continua como si nada hubiera pasado. Mi madre siempre me dice una frase que ocupa un lugar muy importante para mí: “la vida es una rueda que no para, un día arriba y otro abajo”. Nunca le he preguntado por el significado que ella le da, pero yo le encuentro varios: que un día puedes estar aquí y al siguiente no sabes dónde vas a estar. Otro es que podrás estar a mayor o menos distancia de la meta que te hayas propuesto, pero no debes pensar en lo lejos que está, e ir a por ella, pues quien la sigue la consigue. Y el último es que el mundo no se para ni un segundo, ni por ti ni por nadie, y por ello si quieres hacer algo tienes que aprovechar la oportunidad, con determinación y sin que te importe lo que digan los demás. Y por todo esto y mucho más, mi madre ocupa el primer escalón de las mujeres más importantes de mi vida.

El segundo escalón lo ocupan dos grandes personas: mis abuelas, porque una no es más que la otra, me cuidan como a su hija y siempre que me ven o voy a su casa se les iluminan los ojos como a un niño pequeño el día de reyes. Son las que más me defienden cuando me peleo con mis hermanos, porque como soy la pequeña de la casa confían en mí y saben que ellos pueden defenderse solos. Se preocupan mucho por mí, por cómo estoy, si me hace falta ropa… Y por todo lo que hacen por mí, tienen tan tienen bien merecido ese segundo escalón.

En mi tercer escalón, un escalón muy, pero que muy grande, hay dieciséis chicas, todas exactamente a la misma altura, ninguna por encima de otra. Ellas son mis amigas, personitas que desde pequeñas han estado conmigo en todo, cuando he llorado, cuando he reído, porque ellas son unas de las pocas personas en las que puedo confiar de verdad. Pasamos de compartir clase a ser un grupo de amigas casi inseparable, a pesar de las  discusiones que podamos tener.  Éramos diecisiete desconocidas y ahora con una sola mirada podemos intuir que algo no va bien, y sin hablar ya nos entendemos. Hemos llegado a ser como los tres mosqueteros: todas para una y una para todas, es decir, que si una tiene algún problema, todas le ayudaríamos encantadas e incluso sin necesidad de que nos lo pidiera. Ellas son una gran parte de mí.

Hay más escalones en los que también hay personas importantes, pero creo que si estas mujeres están en los tres primeros es porque se lo han merecido. Que no han ocupado este lugar porque sí,  están ahí por todo lo que han hecho por mí, y estoy muy agradecida por ello.

Ana García Juan, 2ºESO A

Mujer, esa palabra que utilizamos tan a menudo, pero que casi nunca la sabemos valorar como merece. Una mujer es una persona capaz de lograr lo que se proponga, capaz de animar a los de alrededor, capaz de estar pendiente de todos… Capaz de ser valiente.

Evidentemente, no hace falta ser mujer para tener todas las cualidades mencionadas, todos somos personas, personas iguales, pero diferentes, y el sexo no ha de importar.  Aunque la mujer tiene unas características que la hacen única, sobre todo aquellas que luchan para sacar a su familia adelante, a los suyos, a lo más importante para ella.

De hecho esto lo he podido observar en mi propia familia; he visto como las tres mujeres más importantes para mí han luchado hasta el final, han luchado por la vida.

Una de ellas quizá ni siquiera sabría que es la vida, es más, ni siquiera sentiría  impotencia por las injusticias, aunque a ella le golpeó la más fuerte de éstas.  Sin duda, ella ha sido la más fuerte de todas; ha luchado y peleado, tal vez de manera inconsciente, por mantenerse viva, aunque finalmente no lo consiguiera, pero, ¿a caso hay una acción más valiente que ésta?  No sé dónde estará mi hermana ahora, aunque solo espero que esté bien, porque los ángeles como ella merecen lo mejor.

A otra de ellas, le debo mucho de lo que soy, prácticamente todo. Me enseñó a reírme de mis propios fracasos, a saber valorar las cosas más pequeñas, que ahora tanto echo en falta, y sobre todo, me ayudó a superar mis miedos. Desde que ella se fue, mi vida dio un giro de trescientos sesenta grados y espero poder abrazarla algún día con todo el amor que llevo en mi interior.

Mi madre, a ella la considero mi ángel de la guarda en este camino llamado vida. Poco a poco me ha ayudado a crecer moralmente y ha sido mi compañera inseparable en todo momento. A ella le debo todo, me ha dado la vida y es una de las pocas personas que me querrá hasta el fin, y que nunca me dejará caer.  Y al fin y al cabo, eso es lo que importa, porque si estamos aquí es para ayudarnos, alegrarnos y hacer sentir bien al otro.

Muchas otras personas, en este caso mujeres, han entrado en mi vida, como pueden ser mis amigas, a las cuales también les debo mucho. Aunque yo resaltaría a una de ellas, a Rebeca, mi prima. Me ha demostrado que puedes tener a alguien que te haga reír, te comprenda y te acompañe siempre, desde que naces, para hacerte vivir cosas que nunca sabrías que vivirías.

Una mujer es la más bonita de las flores de un prado, la más luminosa e intensa.  Por eso, nunca hemos de dejar que se marchite, porque entonces el resto de flores no serán iluminadas, y el prado, al fin, dejará de ser un prado.

María Castillo Berlanga 2º ESO A

Tú me has enseñado a ser fuerte, a luchar por lo que quiero, a no rendirme nunca por muy dura que sea la situación; tú me apoyas cuando nadie más lo hace, tú confías cuando nadie más me cree, tú me perdonas cuando nadie más me entiende. Por todo lo que hemos pasado juntas y por lo que pasaremos, pero sobre todo por darme la vida y regalarme tu amor sin esperar nada a cambio. A pesar de la distancia que nos separa, aunque no estemos juntas, nos une el amor y la esperanza de volver a vernos.

Natalia Medina Peydró, 1ºESO B

Esta redacción la he decidido hacer sobre mi madre: Mayte Parra Almiñana.

Mayte es una gran persona que siempre ha luchado por conseguir sus metas, tiene una gran voluntad y demuestra una gran pasión por todo lo que hace. Es y será siempre una gran madre, una gran mujer y una muy buena trabajadora.

Mi madre es muy generosa, siempre piensa en los demás, y todo lo que hace es por mí y por mi hermano Jose. Es la  única persona que conozco que compra cosas no para disfrutarlas ella, sino para poder hacerlo con los demás.

 Yo admiro mucho a mi madre.

Héctor Martínez Parra, 2ºESO B

Yo tengo muchas mujeres importantes en mi vida, pero he elegido a dos: a mi madre y a mi abuela Milagros.

Mi madre es una persona muy importante para mí ya que me concedió el regalo de la vida, pero aparte de eso ha sido en todo momento un gran apoyo para mí.

Me ha querido como a su mayor tesoro, me ha enseñado e inculcado grandes valores, y también que la vida no es de color de rosa y hay que saber afrontar las dificultades, aunque duela mucho.

Aunque a veces me regañe porque soy muy desordenada y no le hago mucho caso en lo que me dice, sé que a pesar de todo siempre me querrá.

Mi abuela Milagros ha sido como una segunda madre para mí, ya que como mi madre tenía que trabajar, por las tardes siempre me dejaba en su casa.

Mi abuela Milagros me deba la merienda, me contaba sus historias, jugaba conmigo y ha querido que yo fuera una persona buena y que no fuera ni egoísta ni caprichosa.

Yo sé que ahora mi abuela no está pasando por muy buenos momentos por la muerte de mi abuelo, pero sé que ella poco a poco sabrá como soportar ese dolor que tiene en el corazón, porque ella es una luchadora.

Estas son las mujeres más importantes de mi vida y espero que estén mucho tiempo a mi lado.

Estela Ortega Bernabéu, 1ºESO B

Todas las mujeres que conozco son muy importantes para mí, pero hay una que resalta sobre todas las demás, y esa es mi madre. Ella siempre ha estado a mi lado en lo bueno y en lo malo, apoyándome y animándome en todo momento, sin molestarle nada y anteponiendo mi felicidad a la suya. Ella siempre lo ha dado todo para verme feliz y para que no me faltara nada, al igual que mi padre. Juntos me han enseñado los valores de la vida y me han educado para  ser buena persona y conseguir mis metas, por mucho que me cueste y sin rendirme en ningún momento.  A pesar de todos los enfados y caprichos, ella sigue queriéndome y yo a ella aún más, y esto no lo cambiaría por nada del mundo.

Mis dos abuelas y mis tías también son muy importantes, porque desde pequeña hasta ahora siempre que voy a verlas me reciben con mucho cariño y grandes achuchones. Y siempre que quería ir a algún sitio o jugar con ellas, aunque no les apeteciera o no quisieran, lo hacían. Mis primas son las que me hacen sentir responsable ya que soy la mayor de todas ellas. Ellas me quieren mucho y yo a ellas. Mis amigas son las mujeres que quieren estar a mi lado apoyándome y animándome y ayudándome por elección propia. Son las que me sacan una sonrisa cada día y las que me hacen reír cuando estoy triste, por eso las quiero tanto.

Carolina Chacón Quirant, 2ºESO A

La mujer de mi vida es mi madre. Desde que me tuvo en sus brazos me ha cuidado y sé que  me cuidará  siempre. Ella me daba todos sus mimos, sus caricias por sacarme una sonrisa día a día. Siempre me ha apoyado y me apoyará para lo que necesite. Esté triste o contenta, tenga un problema u otro, sé que siempre puedo confiar en ella. Antes no la veía tanto por problemas de horario en su trabajo, y ahora aprovecho cada segundo que paso a su lado.

Muchas veces me regaña, pero sé que lo que quiere es corregirme, y aunque en un primer momento me enfade, luego reflexiono y pienso que ella lo hace por mi bien. Ella me ayuda en lo que puede, ya que no es que ni ella ni yo vayamos muy sobradas de tiempo. Me da consejos sobre cómo tengo que hacer las cosas. Intenta hacer todo lo posible por cuidarme muy bien.

Cuando nos vimos, nuestros corazones quedaron unidos para siempre.

Yo he elegido a mi madre porque para mí es la persona más buena, simpática, alegre y responsable, y sé con certeza  que siempre estará a mi lado en los momentos buenos y en los malos.

 Lucía Vicedo Márquez, 1ºESOB

Hay muchas mujeres importantes en mi vida, pero qué mejor manera de empezar esta redacción que hablando de la persona que hizo posible que hoy esté aquí. Ella es mi madre, la mujer más importante de mi vida. Ella es esa fuerza que me impulsa a seguir adelante, a cumplir mis sueños. La que me levanta después de mis caídas. Simplemente, su forma de ser es lo que la hace única. Para mí es la mejor madre del mundo entero, y aunque a veces no se lo demuestre, ella sabe que la quiero muchísimo. Espero estar siempre a su lado.

Otras dos mujeres que han marcado mi vida son mis tías Asun y Maite, porque han estado siempre muy unidas a mí y he vivido tantos momentos con ellas… momentos increíbles, que siempre quedarán guardados dentro de mí. Sí, también hemos pasado por cosas difíciles, pero juntas hemos conseguido superar todo lo que se nos pusiera por delante. Son dos personas grandísimas que no cambiaría por nada.

Con las que paso momentos geniales, son mis primas Bea, María y Aida. Ellas son las que hacen que esas comidas familiares sean diferentes, siempre me hacen reír y consiguen que esté bien. Simplemente las quiero muchísimo, son tres chicas súper importantes para mí, porque estar tan unidas a ellas es algo muy especial, verlas todos los días me encanta, aunque sea poco tiempo, me ayuda a evadirme de tanta preocupación y charlar un rato con ellas ayuda a mejorar el día.

Y como no, mi pequeña. Claudia me ha enseñado a valorar la vida, a sonreír día a día y a ser fuerte. Su sonrisa cambia el mundo, es una niña tan especial… con ella he vivido tantísimos momentos, tantas sonrisas, fotos… que jamás olvidaré. Verla crecer ha sido una de las cosas más importantes en mi vida, creo que si ella no estuviera en mi vida, todo sería muy diferente. Y es que ella llena de alegría cada rincón vacío de la casa. Es traviesa, alegre… su carácter es algo que no se puede expresar con palabras. Pero eso sí, ella es capaz de hacerme sonreír en cualquier momento del día, a cualquier hora. A pesar de que nos peleemos, siempre acabamos abrazadas, un enfado con ella no dura más de una hora. Sé que alcanzará todas sus metas, porque es muy valiente y puede conseguir todo lo que se propone. No voy a dejar que nada ni nadie le derrumbe, y lo único que quiero es que sea feliz. Te quiero muchísimo pequeña.

Por último están ellas. No fueron las primeras en llegar, pero desde el día que las conocí mi vida ha cambiado muchísimo. Ellas son geniales, tal vez no seamos el mejor grupo de amigas, pero yo me conformo con verlas sonreír. Cada una es perfecta a su manera, y las quiero con sus defectos y sus virtudes, y cuando ellas necesiten ayuda yo estaré ahí, al igual que ellas han hecho siempre conmigo. No importa las peleas que tengamos, siempre conseguimos solucionarlo todo. A veces los comentarios de la gente nos afectan, la opinión de los demás hace que nos entristezcamos, pero lo que esas personas no saben es que nosotras nos queremos muchísimo y eso no lo va a cambiar nadie, y que por mucho que digan de nosotras, no vamos a cambiar por nada ni por nadie. Y es que ellas son algo imprescindible para mí, todo lo que he vivido con ellas no lo cambiaría por nada del mundo. Tantas tardes juntas, esas risas, inviernos, veranos, fotos… e incluso llantos y tristeza. Todo eso forma parte de nosotras y siempre quedará ahí por mucho tiempo que pase. Ellas siempre ocuparán parte de mi corazón y de mi memoria. Y si ahora tuviera que elegir algo, sería no separarme nunca de ellas. Os quiero muchísimo. Siempre juntas.

Todas las mujeres nombradas en esta redacción son personas que han marcado mi vida, y todas ellas se merecen lo mejor del mundo. Espero que nunca os olvidéis de mí, yo os juro que os recordaré siempre.

Os quiero

Carla Juan Beneyto, 2ºESO B

En  mi vida hay muchas mujeres, pero sin duda mi madre y mi hermana son las más importantes. Mi madre siempre ha estado a mi lado, siempre me ha sacado las mejores sonrisas en los peores momentos, ha preferido siempre mi felicidad antes que la suya y nunca me ha dejado caer, y si alguna vez he caído, siempre me ha dado la mano para levantarme. Mi hermana es muy risueña y cuando un día no es muy bueno, siempre me hace reír hasta llorar de la risa. Es pequeña, pero a la vez muy grande, y aunque otras personas no lo harían yo se lo cuento todo a ella, pues a pesar de su corta edad es el mayor pilar de mi vida. Ella siempre me defiende y nunca deja que me hagan daño, es lo mejor que tengo y si algún día me faltara no sabría cómo sería vivir sin ella.

Mis abuelas también son muy importantes para mí, las dos son ya mayores y han tenido momentos duros y momentos felices, como todo el mundo. Ellas me dan los mejores consejos, consejos que jamás voy a olvidar, consejos que siempre me han servido de ayuda. Las dos son increíbles y sin duda las mejores y las más fuertes.

Mis amigas. Son 13 chicas que están siempre sonriendo y son un pilar fuerte en mi vida. 13 chicas con las que puedo llorar y con las que sé que voy a poder contar, pues siempre me van a apoyar, ayudar y van a intentar que me sienta mejor. Todas ellas hacen de mí una persona más fuerte. Gracias a ellas he aprendido muchas cosas, como el valor de la amistad y muchas otras cosas más.

Hace poco conocí a otra chica, una chica muy parecida a mí, que hace que empiece cada mañana con una sonrisa de oreja a oreja, se llama Paula Ruiz, y en muy poco tiempo me ha demostrado que se puede confiar en ella, que pase lo que pase siempre va a estar a mi lado y que por muy enfadada que esté conmigo nunca me va a dejar sola. Me alegro mucho de haberla conocido y estoy convencida de que sin ella no sería como soy. La quiero mucho.

Estas son las mujeres de mi vida, y no las cambiaría por nada. Cada una me aporta algo muy especial y consiguen que mi vida sea como es. Son todo el apoyo que alguien pueda necesitar. Ellas siempre están conmigo y sé que nunca me van a fallar, espero yo nunca fallarles a ninguna de ellas. Son las mejores.

Thais Mirón Fernández, 2ºESO A

¿Qué sería yo sin las mujeres de mi vida?, ¿Qué sería de mí? ¡Nada!, sin ellas yo no sería la misma, esto sería muy diferente y me faltaría algo importante. Gracias a ellas sé todo lo que sé, puedo hacer todo lo que puedo hacer y soy todo lo que soy.

Mis abuelas son las personas que han vivido más y han pasado por miles de momentos duros, divertidos, emocionantes, preocupantes… y cuando haces algo mal o tienes problemas, ellas te enseñan y te hacen aprender de su pasado. Son las que me quieren como nieta suya que soy, como abuelas que son. Me han abrazado y besuqueado desde que yo era un bebé, han presumido de mí delante de todo el pueblo, me han enseñado muchas cosas, me han hecho reír y han sabido cuidarme y quererme. Gracias abuelita Mila y gracias abuela Cristina, no os puedo querer más de lo que os quiero.

Mis hermanas son pequeñas mujercitas que me sacan sonrisas, que me estresan, que me hacen reír, que me hacen enfadar, pero a pesar de ello las quiero mucho. Ellas hacen que me sienta una hermana mayor responsable, esperan de mí y quieren que les tenga en cuenta en mis buenos y malos ratos, quieren que las cuide, las proteja, las defienda, las apoye y  les dé consejos para el día de mañana, y yo, aunque a veces no lo haga, intento hacerles sentir las hermanitas más buenas del mundo y ellas me hacen sentir la mejor hermana mayor del mundo, y no soportan verme mal. Sofía y Teresa son esas hermanitas, con las que he compartido tantas anécdotas y momentos desde que ellas nacieron.

Mis amigas, unas chicas que para mí son muy importantes y no tienen precio, ellas saben hacer que me sienta muy grande, saben sacar lo bueno de mí y corregirme lo malo y si me ven triste o hundida saben cómo sacarme una carajada y hacerme olvidar por un tiempo lo que me preocupaba. Lo que más me gusta de ellas es su cariño y afecto hacia mí. No siempre hemos pasado por momentos fáciles y buenos, pero si no hubieran momentos así, tal vez fuese porque todas seríamos y pensaríamos igual y eso sería muy raro y aburrido, cada una de ellas es alguien muy especial a su manera, pero todas juntas sabemos convertir los momentos malos en cosas del pasado y volver a construir muchos momentos felices llenos de sonrisas. A muchas las conozco desde hace muchísimo tiempo, a otras no, pero me alegro de haberlas conocido a todas, es algo de lo que más me enorgullezco en esta vida.

Mi madre. Todo lo que estoy escribiendo ahora, lo escribo gracias a ella, ella ha hecho posible que pueda tener abuelas, hermanas y amigas, ha hecho posible cada acción que hago, cada palabra que escribo y cada segundo en el que respiro, me ha dado la vida, una cosa tan simple y complicada a la vez. Muchas veces me niego a lo que me dice, no le hago caso, me enfado con ella y no se lo agradezco, no solo no le agradezco mi vida, si no miles de cosas que día a día hace por mí, pensar en esto me hace creer que soy una desagradecida, pero si pienso en todos y cada uno de los momentos compartidos a su lado desde que nací, veo que cuando ella o yo estábamos mal, estábamos unidas, entonces le agradezco lo que día a día hace por mí, es ahí, en esos momentos que nos hacen sentir más unidas, cuando veo todo lo que he pasado a su lado:  comidas, paseos, charlas, excursiones, viajes, películas en las que lloramos las dos, celebraciones… son tantos… tantos que agradecerle… Es mi madre, y al fin y al cabo aunque pasemos por malos momentos, tenemos que perdonarnos y saber entendernos, y ella lo sabe muy bien. Es una de las personas a las que más quiero en este mundo y si tuviera que hacer lo imposible por hacerla feliz, por lo menos lo intentaría, es lo menos que puedo hacer después de todo lo que me ha dado, aunque ella dice que lo que le hace feliz somos mi padre, mis hermanos y yo.

Cristina Ferrero Miró, 2ºESO A

Considero mujeres de mi vida a aquellas que han tenido, tienen o tendrán un papel importante en mi vida, es decir, han dejado una huella en mi corazón.

Para mí, sinceramente, las mujeres de mi vida que han cumplido los requisitos anteriores son: Mi madre. Ella me ha dado la vida, me ha ayudado a aceptar mis errores, a superar los momentos malos, en ella me he apoyado siempre que me he sentido mal y lo he necesitado, ha sabido cuidarme y me ha dado una educación…

La otra mujer o mejor dicho «pequeña mujer» es mi hermana, que aunque no he compartido mucho con ella por su corta edad, todo lo que he vivido con ella hasta ahora no lo cambio por nada. Me ha demostrado que siempre tendré a alguien con la que podré contar y tendré su ayuda cuando la necesite a lo largo de mi vida, ¡quizás sea la más pequeña, pero tiene el mayor corazón! También he de mencionar a mi abuela, que aunque no esté presente, nunca podré olvidarla.

Mis amigas, las cuales han sabido levantarme cada vez que me he caído y, sobre todo, me han enseñando a ser fuerte y a valorar la vida. También me han demostrado seguridad por saber que puedo confiar en ellas y, aunque nos hayamos peleado alguna que otra vez, lo más importante es que hemos sabido perdonarnos como buenas amigas que somos, y eso es una de las cosas que más valoro.

Estas son, por ahora, las mujeres importantes y que forman parte de mi vida, no sólo porque el azar las puso en mi camino, sino por haber sabido sacarme una sonrisa en los peores momentos y haber sido tan esenciales.

Beatriz Carricondo Colomina, 2ºESO A

Las mujeres de mi vida son aquellas personas que han estado ahí cuando más lo necesitaba, han sabido comprender todas aquellas decisiones que he tomado y muchas de las cosas que he conseguido ha sido gracias a ellas. Estas mujeres son:

MI MADRE, PALOMA: ella es “mi favorita”, como solemos decirnos entre nosotras. Es el mayor regalo de mi vida, ha sido mi gran apoyo en todo momento, la que me ha sabido guiar para que yo hoy me encuentre aquí. Para mí no solo es una madre, es mucho más que eso, es mi gran ídolo, aquella que me ha enseñado a levantarme todas las veces que me he caído. Ella ha sido la que me ha dado la vida, y por eso le tengo que dar amor y alegría para que todos los días esté muy feliz. Por todo eso y por mucho más es mi mamirú y no la cambiaría por nada del mundo.

MI HERMANA, CAROLINA: Nací gracias ella, pues insistió mucho para que mis padres me tuvieran. A veces discutimos, aunque siempre por tonterías, pero luego sabemos sacarnos en los momentos adecuados la sonrisa más bonita. Más que una hermana la considero como una segunda madre, porque me ha sabido decir lo que está mal y lo que está bien, y aunque yo a veces no le hacía caso, ella siempre me lo decía por su experiencia en la vida ya que es cinco años mayor que yo. Por todos esos momentos tan especiales que he pasado junto a ella y que nunca los olvidaré, ocupa una parte esencial en mi corazón.

MI YAYA, VICTORIA: mi yaya sufrió un golpe muy duro al perder a su marido, mi abuelo, muy pronto, y ya no pudo conocer a sus nietos; pero a pesar de ello siguió adelante. Es una persona que siempre está contenta, me dice lo mucho que me quiere, me hace los fideos más buenos que he probado…Es un ejemplo, siempre intenta hacer lo posible para que su familia esté bien, y que no tengan ningún problema. Es la persona más maravillosa que he conocido porque nunca se enfada con nadie y hace lo que sea por los más necesitados. Por todo ello la quiero muchísimo.

MI ABUELA, CONSUELO: mi abuelita, la que me hace las cocas más buenas y el arroz más riquísimo ha sabido llevarme siempre por el camino adecuado, me ha enseñado modales y sabe tranquilizarme cuando me enfado. Es una persona, que a pesar de que haber pasado por ciertos baches en su salud, ha sabido sacarme una sonrisa cada vez que voy a verla. Es un ejemplo a seguir para toda nuestra familia porque nos ha demostrado que es fuerte y que a pesar de haber sufrido una pérdida tan dolorosa, sigue sacando la sonrisa más grande y más bonita que hay en el mundo. Por eso la quiero tanto.

MI PRIMA, CLARA: Desde bien pequeñas hemos estado juntas, solo nos llevamos dos años de diferencia. Es una persona que aunque esté triste siempre saca lo positivo de las cosas. Siempre hace que me ría, que me lo pase bien. Me ayuda a estudiar, me explica lo que no entiendo y es mi prima favorita. Es muy simpática con la gente, tiene muchísimos amigas/os. Aunque yo me enfade por tonterías, ella siempre viene a consolarme o a decirme que no me enfade. Y la quiero muchísimo. Es un ejemplo a seguir como persona.

Ángela Vilaplana Verdú, 1ºESO A

Las mujeres más importantes en mi vida son: mi madre, que es la mujer que me ha cuidado desde pequeño y que está siempre para ayudarme cuando lo necesito, para cualquier cosa. Y también son  importantes mis abuelas, que son las mujeres que me hacen unas comidas impresionantes y me apoyan en todo el esfuerzo que hago. Mi hermana, además de tener que superar sus dificultades, es una persona que siempre me ha querido y me anima a que siga con mis tareas. Por supuesto, mis primas a las quiero mucho, porque me hacen reír y divertirme en los momentos más difíciles y me apoyan en todos los deberes del colegio, los partidos de tenis, audiciones, etc. Mis tías también son una pieza muy importante en mi vida, porque en las noches de navidad hemos jugado a muchos juegos y hemos comido juntos con ánimo y alegría.

Yo tengo a muchas mujeres en mi familia a las que quiero mucho y me apoyan con toda su voluntad y espero que siga así para toda la vida.

Pepe Pastor Valero, 2ºESO A

FELIZ SAN VALENTÍN

Amamos desde el momento en que empezamos a ser, a existir en el interior más acogedor y entrañable del mundo, y desde entonces nadie, ningún ser humano concibe la vida sin amor, el sentimiento más poderoso, el único lenguaje universal, el que nos mantiene vivos, la razón que justifica nuestra existencia. Amamos sin condición, porque él es así, el eterno inconformista y nunca se cansa de vivir por y para los demás. Sin él, nada tendría sentido. Sin la capacidad de amar quedaríamos despojamos de nuestra esencia, vacíos y rendidos a la espera…

Madres, Padres, Abuelos, Abuelas, Tíos, Tías, Amigos, Parejas, Primos…Os queremos hoy, mañana y siempre.

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Hola tete,

Te escribo esta carta para agradecerte todo lo que has hecho por mí, por aguantar mis tonterías, por estar ahí en todo momento y por soportar mis rabietas.

También decirte que ya son trece años junto a ti, trece años en los que he vivido momentos y experiencias inolvidables. Sabes que nunca vas a estar solo, porque yo estaré contigo, en los buenos y en los malos momentos, apoyándote incondicionalmente.

Estaré siempre a tu lado, porque fuiste, eres y serás la mejor personita que he conocido en la vida, porque eres el que siempre me respalda y me da su consejo y hasta con un simple hola, ya consigues sacarme una gran sonrisa.

Aun me acuerdo ese verano cuando me caí y me clave un cristal en la rodilla y no paraba de sangrarme la pierna, y entonces tú me cogiste conforme pudiste y me llevaste hasta los papás. O también, cuando me caí en la terraza y me di contra el suelo en la cabeza, y tú hiciste todo lo posible para hacerme reír y que no pensara en el dolor.

El motivo por el cual he hecho esta carta es para que te des cuenta de que aunque no te lo diga te aprecio y te quiero muchísimo.

 Elena Verdú Cerdá, 1ºESO A

Le escribo esta carta a la persona que más quiero, y esa es mi hermana Elena.

La he elegido a ella en vez de a otras muchas personas, a las cuales también quiero y aprecio mucho, porque es ella la que está siempre a mi lado, esté mal, bien, triste, enfadado, contento…..

También por ser como es y por cómo me trata. Por lo mucho que ella me quiere, por cómo me ayuda  en muchas cosas que a mí se me dan mal, por ser tan amable conmigo, por sus ganas de reír, su amor hacia los demás, y por muchísimas mas cosas.

 ¡GRAN PERSONA, MEJOR HERMANA!

 TE QUIERO MUCHÍSIMO, TU HERMANO.

David Verdú Cerdá, 1ºESO A

Esta carta la voy a hacer especial, en esta ocasión no la voy a dirigir a una persona, pues he querido dedicársela a esa simple palabra que siempre pasa desapercibida, pero que está con nosotros en todo momento, esa palabra, o mejor, ese sentimiento al que llamamos música.

Querida música:

Te encontré cuando era pequeña y sabía que permanecerías a mi lado hasta en el trance más oscuro, iluminando el camino y guiándome hasta la salida. También sabía que podía contar contigo para todo, por ejemplo para expresarme, para hacer una melodía más triste cuando me siento así o para hacerla alegre si me ha ocurrido algo bueno. Eres un consuelo para mí, eres dulce e importante, me das fuerza, realidad, eres fiel y sincera. Sé que nunca estaré sola si estoy contigo.

Eres siempre protagonista, no sólo en mi interior, pues cuando te escuchan conquistas los corazones de la gente.

Vives dentro de mí y por más que lo intentara no podría sacarte, me das la vida si estás junto a mí. Me siento bien al escuchar tu voz y al tocarla. Eres especial.

 Mila Martínez Ferrero, 1ºESO B

Para mí mi madre es una persona maravillosa. Desde el momento en que yo nací, bueno yo creo que desde que me tenía dentro de ella, su vida cambió. A lo largo de mis trece años ella me ha enseñado muchas cosas, me enseñó a dar mis primeros pasos, a decir mis primeras palabras, gran parte de lo que soy se lo debo a ella. Siempre está pendiente de mí y de toda la familia. Cuando le pido algo siempre hace lo posible para que lo tenga. Muchas veces me enfado con ella por tonterías y siempre viene a mí para hablar, hacerme razonar y para que le perdone, cuando ella no ha tenido la culpa de nada.

Ella intenta animarme en todo momento, por ejemplo cuando me sale algo mal, cuando estoy triste, cuando no consigo hacer algo. Siempre me da consejos para que sea una buena persona.

Está a mi lado en lo bueno y en lo malo. Por eso la quiero mucho y no quiero que se separe jamás de mi lado. ¡TE QUIERO MAMÁ!

Jorge Serrano Arratia, 1ºESO A

El amor de mi vida no es otro que mi hermanito de tres años. Se llama Hernán y por circunstancias de la vida no vivimos juntos, él vive con mi madre en Mallorca, pero aunque nos separe la distancia, nos une el amor que sentimos el uno por el otro, porque él cambió mi vida y haría cualquier cosa por él. Muchas veces pensar en él ha sido lo que me ha hecho seguir adelante, y sólo él es capaz de sacarme una sonrisa en los peores momentos. Por todo ello estoy orgullosa de poder llamarme HERMANA MAYOR.

                                                                                             Natalia Peydró Medina, 1ºESO B

El amor de mi vida es mi gran amiga Noemí. He pasado muchos años junto a ella. Llegó a nuestro colegio en 5º de Primaria, pero yo ya la conocía de mucho antes. Recuerdo muy bien que iba a la tienda de animales y ella estaba allí, con su madre. Hacía poco habían traído unos cachorros Yorsai, y eran muy pequeños, no nos resistimos y los cogimos. Eran muy peludos, estaban muy calentitos y eran monísimos.

Ya más tarde, en 6º curso, yo solía bajar a comer a casa de mi abuela, e iba con Noemí hasta su tienda, allí pasábamos algún tiempo jugando o mirando los peces y los demás animales. Luego ella se iba a su casa y yo a la mía.

Noemí tiene un apartamento en Santa Pola y todos los veranos se van a la playa. Hace dos años me invitó a pasar una semana con ella. ¡Y ay todas las travesuras que hicimos! Travesuras en la playa, en casa, en el patio, en el puerto… ¡Cuántos y cuántos buenos momentos! En Santa Pola hay un parque de atracciones llamado “POLA PARK”. Una de sus mejores atracciones era la de los cars; también una montaña rusa no muy grande, una piscina con motos de agua, una casa del terror, una casa abstracta en la que las escaleras se movían hacia arriba y hacia abajo y tenía puentes colgantes, alfombras que te transportaban (cintas transportadoras como las de las cajas de los supermercados) y muchas más… Recuerdo que cada vez que nos montábamos en la atracción de las motos de agua, girábamos las dos bruscamente para mojar a la otra y siempre, curiosamente la mojaba yo a ella entera, mientras que yo sólo me mojaba las zapatillas.

Otras veces íbamos al puerto, a una yogurtería que había cerca. Y siempre nos pedíamos el mismo sabor, el de Kínder Bueno y efectivamente, lo estaba. Una tarde fuimos hasta allí en bicicleta y al salir con el helado en la mano, e intentar coger la bici se nos cayó el helado al suelo, pero afortunadamente la vendedora nos vio, y nos regaló dos helados.

Al año siguiente, vino también Natalia. Un día estaban haciendo una carrera en la playa, y entonces (de broma) cogimos las cintas que marcaban el recorrido y nos las pusimos en los bolsillos traseros de los pantalones, y luego nos pusimos a correr por la playa con ellas colgando, y median al menos cuatro metros. Yo, sin darme cuenta le pise la cinta a Natalia, ésta tropezó con una pasarela de madera, de las que llevan hasta la mitad de la arena, y se cayó, se tragó toda la arena que pudo y más, y para más infortunio, se le salieron las chanclas, y una de ellas quedó enterrada, y no la encontrábamos, y la otra se quedó a unos cuantos metros de ella. Luego nos reímos mucho de esa anécdota.

He pasado muchos buenos momentos junto a Noemí, muchos más de los que hay aquí, como por ejemplo cuando nos fuimos al aeroclub, y rompimos la colchoneta; o en Torrevieja, con el bocadillo de salami… He sido muy feliz a su lado, y por ello creo que es uno de los grandes amores de mi vida, además de ser, por supuesto, una de mis mejores amigas.

 Ángela Mínguez Bernabeu, 1ºESO A

Mamá, tú eres el amor de mi vida porque siempre has estado ahí a mi lado en los momentos más difíciles, al igual que yo contigo. Si algún día te vas, porque tendrás que irte al igual que yo, no sé si podré superarlo, porque para mí lo eres todo, eres la persona más importante y eres lo más valioso que tengo. Lo más importante es que mi corazón y el tuyo siempre estén juntos y no se separen jamás, pues aunque a veces nos enfademos, yo sé que nunca me separaré de ti. Te quiero

            Besos de tu hija Claudia.

 Claudia Santonja Beneyto, 1ºESO A

Querida Laura:

Cuando nací, tú tenías 6 años y desde ese momento te convertiste en un gran apoyo para mí. 

Conforme he ido creciendo me he dado cuenta de que eres la mejor prima, desde mi punto de vista somos muy compatibles, ya que nos contamos muchos secretos. Yo te cuento cosas, y tú me cuentas mucho también.

Hoy cumples 18 años, así que aprovecho para decirte que eres de una de las personas más importantes de mi vida. Día a día entre las dos ponemos un granito de arena para que nuestra amistad, ya no sólo como primas sino como hermanas, no se pierda nunca.

Cuando te vayas a hacer la carrera y ya no te pueda ver con tanta frecuencia, te echaré mucho de menos, aunque nos queden los fines de semana para seguir disfrutando.

A pesar de nuestra diferencia de edad SIEMPRE TE LLEVARÉ EN MI CORAZÓN

                                                 Lucía Vicedo Márquez 1ºESO B

El amor de mi vida siempre será mi hermano pequeño Paul, y vivirá siempre en mi corazón porque es una gran parte de mí. Aunque a veces nos enfademos, él siempre será mi pequeño ángel y quiero estar incondicionalmente a su lado. Yo siempre le voy a querer y le voy a ayudar cuando me necesite. Tal vez llegue el día en que ya no podamos pasar tanto tiempo juntos, y por eso voy a aprovechar para estar junto a él. Te quiero mucho Paul.

Lidia Ibarra Roldán, 1ºESO A